SOY EL SACO DE SEMEN DE MI ABUELO

==============ADVERTENCIA==============
ESTA HISTORIA ES SOLO FICCIÓN, CUALQUIER SIMILITUD CON UN EVENTO REAL ES PURA COINCIDENCIA. TODOS LO PERSONAJES SON MAYORES DE EDAD.
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Hola soy Melisa, hoy les voy a contar el cómo me folle a mi abuelo.

Un día de verano, estaba tomando el sol en mi bikini en el patio trasero de mi casa, cuando se me acercó mi abuelo. El me empieza a sacar platica.

Note que él miraba mis tetas, las cuales son algo grandes. Y podía ver un bulto algo grande en sus pantalones.

Eso hizo que me excitara y me mojara. Así que le pedí que me echara bloqueador solar. Él empezó a sobar el bloqueador por mis brazos, hombros, pierna, cuello y espalda. Antes de que terminara me senté y le pedí que me lo echara en el pecho, así que me saque la parte superior y me volví a recostar.

Pude sentir como sus manos apretaban ligeramente mis pechos, y como sus manos movían mis pezones erectos.

Cuando terminó, le volví a pedir que me echara el bloqueador, pero esta vez, en mis nalgas, así que me saque la parte de abajo, dejándome completamente desnuda.

Me di la vuelta, ahora estaba echada boca abajo, y levanté un poco mi trasero mientras lo movía un poco para provocarlo.

El rápidamente, empezó a echar el bloqueador en mis nalgas, mientras las apretaba y masajeaba con gran habilidad. Después de eso, le agradecí y me volví a poner el bikini.

Luego, le propuse que, como pago por ayudarme, también le ayudará a ponerse bloqueador, él aceptó enseguida.

Primero empeze por su espalda, luego su cuello, etc. Hasta que ya le había echado bloqueador por todo su cuerpo. Pero él me dijo que aún quedaba una parte restante. En ese momento me señala a su bulto, y yo con excitación le empecé a sacar su bañador.

Su pene era el más grande que he visto, superando por mucho a mi colección de dildos. Medía cerca de 19 cm, se notaban las venas palpitando de la emocion, era lo suficientemente grueso como para que sea difícil el que entrara en mi boca.

Eché un poco de bloqueador en mi mano y empecé a masajear su pene, hasta que se puso más grande de lo que ya estaba, después masaje sus bolas, podía sentir lo pesadas que eran, estaban llenas de semen guardado por días o semanas.

El, en un movimiento rápido, forzó su pene en mi boca y empezó a usar me como un objeto, sentía como su pene llegaba hasta mi garganta, provocando arqueadas debido a la falta de aire, eso solo provoco que se excitara más fuera más agresivo, al cabo de unos segundos empecé a sentir que me desmayaba, felizmente, antes de que eso pasara él se corrió, soltó todo su espeso y caliente semen directo en mi garganta, dejó salir bastante, podría decir con seguridad que esa cantidad de semen no es normal.

Cuando terminó de correrse, saco su pene y sobo la punta en mi bikini para limpiarlo. Y luego se fue satisfecho.

Yo estaba tosiendo debido al semen restante en mi garganta. Mientras hacía eso, masajeaba mi mandíbula adolorida y mi bikini empapado por mi vagina excitada.

Ese mismo día, en la noche, el abuelo entro a mi cuarto, se disculpó por lo que hizo, y yo le dije que no había problema, que me gusto, pude ver como su pene empezó a crecer.

Me pare y me arrodille frente a él, le saque el pene, y empecé a lamerlo y darle besos, iba a meterlo en mi boca, pero aun me dolia, asi que decidí, usar mis tetas, no usó sostén cuando estoy en casa, así que fue fácil el sacarlos.

Agarre su pene y lo lamí, luego lo metí entre mis tetas, y empecé a moverlos de arriba a abajo, mientras lamía y chupaba la punta. Pude sentir como se hacía más grande entre mis tetas, así que aceleré mis movimientos. Al cabo de unos minutos, pude sentir como su pene se hinchaba, sabía que se iba a correr, así que me prepare para recibir una gran carga de semen. Sentí como mis mejillas se hinchaban por la cantidad de semen. Para evitar que se cayera en el suelo, me forzé a pasármelo todo. Él me agradeció y se fue.

Al día siguiente volví a echarme en la silla para tomar el sol. Ahí, él apareció, pero esta vez él tenía algo planeado. Me propuso que me haría sentir bien en compensación por ayer en la noche, así que acepte.

El se puso de rodillas frente a mi y me empezo a lamer la vagina sobre el bikini, pude sentir como su lengua presionaba la tela contra la entrada de mi vagina, él movió el bikini a un lado, y lamió mi vagina desnuda, la sensación era aún mejor, era mejor que cuando me masturbo. Sentí como su lengua daba vueltas dentro de mí, sentí como estaba presionando un punto que me hacía ser en el cielo. Después de un tiempo me corrí como nunca antes.

Luego, él me dijo que me levantara, se sentó donde yo estaba y sacó su monstruoso pene, me dijo que lo metiera en mi vagina. Yo con algo de miedo hice lo que me dijo, fue difícil por el tamaño, pero con paciencia lo logré, pude sentir como estaba presionando contra mi útero, y como estaba expandiendo mi vagina. Empecé a subir y bajar, lentamente para poder acostumbrarme. Con el tiempo fui yendo más rápido, mientras tanto, él jugueteaba con mis pechos, los apretaba y pellizcaba mis pezones, no pude evitar gemir.

Felizmente mis padres se habían ido a una reunión del vecindario, así que podía gemir tan fuerte como quisiera. Mi abuelo empezó a mover sus caderas, empujando más profundo su pene, eso hizo que empezara a gemir como perra, rogando que siguiera y que no se detuviera. El empezó a ir más fuerte y rápido, cosa que solo hizo que gimiera más fuerte. Hasta que finalmente se corrió dentro, pude sentir como su semen entraba en mi útero, llenándolo todo.

Con su pene aún dentro, me di la vuelta, ahora mirándolo a él, y empecé a montar su pene aun duro. El empezó a chupar mis tetas y darme nalgadas. Empecé a gemir con loca, sentía como su pene entraba y expandía mi interior moldeandolo a la forma de su monstruoso pene. El se volvió a correr, lo sorprendente era que era la misma cantidad que antes. El se paró, y me dijo que me pusiera de perrito contra la silla donde estaba sentado. Hice lo que me dijo, y me empezó a cojer como si no hubiera un mañana, sus embestidas eran rápidas y fuertes, sentía como su cuerpo chocaba contra el mío. El empezó a ir aún más rápido, y empezó a jalarme el cabello.

Mientras me insultaba, diciéndome que soy una puta, que solo sirvo para darle placer a él, que a partir de ahora, él sería mi dueño.

Sentí que su pene se hinchaba aún más, supe que se iba a correr, así que apreté mi vagina, mientras él jalaba mi cabello hacia él y dejaba salir toda su carga.

Después de eso, él sacó su pene, vagina soltaba litros de semen caliente. Hizo que limpiara con mi boca su pene aun erecto. Y me volvió a cojerme.

Esa fue la historia de como folle con mi abuelo. Y de como me converti en su saco de semen personal.