Capítulo 4: No puede estar mal
Divague acostado, pensando en quien era esa persona que nos vio desde las escaleras y, si era Brenda ¿Qué pensaría de mí? “No se” me respondió mi mente, suspiré muchas preguntas, ninguna respuesta. Algo estaba claro, no iba a responder mis preguntas en aquel sofá, me levanté con pesadez y subí a mi cuarto, vi a susana acostada en mi cama, estaba sin ropa, pero completamente dormida
-Vaya, pase más tiempo del debido en el sofá- murmuré, pensé en que podía tomar una ducha antes de dormir, el sexo en el centro comercial y lo que había pasado en la sala me había llenado de sudor y no planeaba dormir así, fui al baño y abrí la llave del agua, me metí en la ducha y mi mente divagaba a todas las veces que tuve sexo los últimos días, pensé en Erica e inconscientemente tomé el gel de ducha, lo apliqué en la palma de la mano; con su lubricación, mis dedos se deslizaron sin esfuerzo sobre mi miembro, acariciándome con más fuerza y rapidez, cerrando los ojos imaginando que era Erica quien me acariciaba. Mi mente la imaginaba desnuda masturbándome en ese mismo lugar.
Regresé a la tierra con un fuerte golpe en la puerta.
- ¿Vas a tardar mucho ahí, Papi...? quiero orinar - gritó Erica mientras golpeaba la puerta del baño
-Umm, disculpa- dije con un tono algo tímido, un poco asustado por lo que podía pasar
- ¿Vas a dejarme pasar o no? - sonó un poco más enojada, lo pensé unos segundos, sabía que ella iba a intentar algo y yo había estado fantaseando con ella solo unos minutos antes, abrir la puerta
-que sea rápido- le dije y volví a meterme a la ducha, Erica entró al baño y para mi sorpresa ella estaba desnuda

-Mírame, Papi, mírame. ¿No quieres mirarme...? - me dijo en un tono muy sensual mientras me enseñaba su hermoso culo desnudo

De inmediato sentí que mi pene volvió a crecer; esperaba que no se diera cuenta y lo logre por unos segundos, pero continúo provocándome. Levantando las manos y acariciando sus pechos, apretándolos, Intenté no mirarla, pero fui incapaz de resistir la lujuria que crecía en mi interior y no pude evitar mirar; mis ojos, se clavaron en sus pechos perfectos y mi pene ya estaba completamente erecto.
- ¿Sabes qué he estado haciendo toda la tarde...? - Preguntó y se quedó en silencio... -He estado metiéndole los dedos en el coño, imaginando que eran tuyos, recordando cómo me sentí en el probador del centro comercial- me dijo mientras comenzaba a acariciar su vagina
-Espera, para... eres una niña pequeña, quiero decir, solo eres la pequeña Erica...- traté de convencerla de parar
- ¿Pensabas eso cuando metiste tu enorme verga en mi coño esta tarde, ni siquiera te pedí dos veces que lo hicieras...- Inclinó la cabeza avergonzada... Intenté pasar junto a ella, necesitaba estar en cualquier otro lugar lejos de ella, pero levantó los brazos y me detuvo, empujando su cuerpo desnudo contra el mío, haciendo que retroceda al baño de nuevo
-Por favor, Erica... por favor, déjame ir. ¿Qué pasará si nos descubre tu madre? ¡Esto no puede pasar! - Intenté sonar responsable y firme, pero no funcionó
-Mira mi cuerpo desnudo y demuéstrame cuánto te gusto. Tu polla ya me lo dice ¡Muéstramelo tú! – dijo firmemente y haciendo una pausa -Por favor...- Me implora con labios sensuales y unos ojos grandes y hermosos. Nunca podría decirle que no ¿Qué más me queda ahora? Mi pene duro como una piedra le apuntaba directamente
-Dios mío... Me encanta tu polla, ¿puedo tocarla...? - Parecía una niña en Navidad que acaba de recibir el regalo que ha deseado todo el año. Me quedé ahí mirándola, todavía en shock, paralizado mientras sus dedos se extendían hacia mí. Necesitaba moverme. Empecé a empujarla, pero justo cuando lo hice, tocaron la puerta.
-Papá, creo que Erica quiere pasar al baño, y yo también así que, si te apuras- dijo Brenda al otro lado de la puerta haciendo un silencio por un segundo dentro del baño
-Bueno... Vale, ya me voy...- dije fingiendo normalidad, pero Erica aprovechó para agarrarme la polla, agarrándola con fuerza y comenzando a masturbarme con fuerza, quedé atónito, en silencio,
-Está bien, solo dos minutos- le dije resignado a Erica, Mientras hablaba, su boca se movió rápidamente hacia mi sentí sus labios húmedos cerrarse a los míos sumiéndonos en un profundo beso
-Mmmmh – deje salir un sonido involuntario de sorpresa y asombro que se alcanzó a escuchar desde afuera, nos dimos de cuenta de eso y nos quedamos inmóviles, Erica me miraba con sus ojos inocentes mientras aun tenía sus dedos aferrados a mi miembro duro
-shhhhh, detente- le susurro y le pido con firmeza que pare, algo que pareció emocionar más a Erica, sonrió y comenzó a masturbarme con más velocidad
-Papi… ¿estás bien ahí dentro...? - Preguntó Brenda, no supe que hacer o decir, Erica se arrodillo y yo incapaz de reaccionar vi cómo me tomó mi pene y empezó a chupar con fuerza y a menear la cabeza metiéndola hasta su garganta
-ARAÑA... me picó un araña- logro balbucear, una risa se escuchó de afuera y unos segundos después escuché los pasos de Brenda bajando las escaleras
Pasada la tensión miré a Erica masturbándome la polla, penetrando mi pene más, profundamente en su boca, su cuerpo desnudo, arrodillado a mis pies. ¡Qué bien se sentía! Mi mente daba vueltas, mi polla me suplicaba que no se detuviera. Bajé las manos y las coloque en su nuca, mi pene duro como una roca tomó el control y, con una lujuria aterradora, empujó profundamente en su boca
- ¿Quieres mi polla, zorrita sucia? - le dije mientras embestía con violencia la garganta de Erica
-Si quieres tomarme, tómame como una mujer y hazlo bien- me retó, al instante metí mi polla más profundamente en su boca, no iba a durar mucho más, mis piernas se tensaron, pero aun así no dejé de dar fuertes embestidas con mi polla, embestidas largas y firmes, Erica en ningún momento se opuso, simplemente me dejó tomar el control. Mi polla se adentró en su garganta, haciéndola toser y provocándole arcadas, Erica se limitó a mirarme con puro amor y lujuria
Deslizó su cuerpo arriba y abajo, deslizando mi polla entre sus pechos, hasta que la punta se liberó justo debajo de su barbilla. Hacía siglos que no sentía este placer, probablemente desde la universidad
-Mis tetas son mucho mejores que las de mi Mamá ¿cierto? -,dijo Alexis, sonando muy competitiva.
Me quedé parado allí, mirando a mi hijastra darme placer con sus tetas, viendo mi polla deslizarse entre ellas mientras ella apretaba fuertemente
-Mmm... Me encanta complacer a papi con mis tetas- rio. Después de un rato, me soltó la polla y empezó a acariciarme de nuevo -... tu polla es tan rica. Me encanta acariciarla papi. No puedo evitarlo. Se ve tan bien. Quiero hacerte correrte más fuerte que mami, porque te lo mereces. Eres tan bueno conmigo. Solo quiero que te sientas bien todo el tiempo-
-Guau... eres muy buena en eso- dije, elogiándola. Sonrió, encantada de hacerme sentir tan bien. -Sí... eso es-
-Quiero que te corras todos los días, quiero que te corras, quiero que me cubras con ella. ¿Mamá te deja hacerle eso? Me excita estar cubierta de la leche de papá-
-Ay, nena... sigue así... así- gemí. -Dios, qué bien se siente-
-Siento que te acercas- dijo, mirando mi cara y mi polla.- Dios, me excitas muchísimo- Lamió la punta de mi miembro, lubricándose aún más. - ¡Qué polla tan increíble! Siento que te acercas... Mmm... Me encanta pajear a mi papi-
-Oh Dios mío, cariño... Estoy tan cerca- gemí
-Mmm... mmhmm... se siente tan bien en mis manos. Estás tan duro- dijo Erica
“toc toc” De repente, llamaron a la puerta con fuerza y se abrió, asustándome. ¡No sabía qué hacer! Erica estaba en el suelo de rodillas a mí masturbándome. Brenda entro al baño teniendo una vista completa de Erica chupando mi verga
—¡Joder! ¡PAPÁ! —chilló Brenda
-Me quedé sin aliento y mi cuerpo se paralizó; sentí que la sangre me abandonaba la cara. - Oh, mierda Brenda, podemos explicarlo - dije instintivamente, empujando con una mano a Erica como para protegerme de la vista de Brenda
Brenda, aterrada negó con la cabeza. -Yo... Necesito... No entiendo... ¿por qué...? - Apretó ambas manos contra su rostro tratando ve borrar aquella escena de su mente. -Yo... ya sabes, ya lo veremos luego- Dio media vuelta y salió del baño; necesitaba tiempo para asimilar y procesar lo que había visto. Caminó hasta su cuarto desconcertada, yo me puse una toalla y corrí detrás de ella, al entrar a su habitación la vi sentada junto a la cama, pensando…
-Por favor, Brenda, déjame explicarte- le suplique sentado en la cama junto a ella
-Tenemos que hablar de esto. Te lo ruego- Brenda no sabía qué decir, hacer ni cómo se sentía. Si alguien me hubiera dicho esa misma mañana que Brenda iba a encontrar a mi Erica masturbándome quizá habría pensado que la idea me encantaría y que la situación me parecería excitante y sexy, en cambio, me sentí desconcertado y confundido, al menos en ese momento. Sin embargo, tras la sorpresa inicial, aprendí a apreciar mejor la situación.
- ¿Estás enojada? - le pregunté a Breda -Estoy seguro de que no es lo que piensas. ¿Qué sientes? Di algo, por favor- le supliqué
Miré a mi guapísima hija. La miré a los ojos castaño oscuro y suplicantes. Negó con la cabeza. -No estoy enfadada. Estoy confundida, sorprendida y no estoy del todo segura de lo que pienso ni de lo que siento ahora mismo. Estoy intentando procesarlo- movió la cabeza para mirarme a los ojos - ¿Qué... cómo ha ido... qué demonios, Papá? O sea, ¿Qué he descubierto? ¿Estas teniendo sexo con Erica? - preguntó
-Es complicado. Pero Brenda, por favor, recuerda cuánto te quiero. Jamás querría hacerte daño. Lo que hacíamos, bueno, no sé cómo describirlo...no es algo que hayamos planeado, escuchado o definido por nosotros mismos. Simplemente evolucionó, simplemente sucedió- le toqué el brazo con ternura -Por favor, te quiero muchísimo; quiero que lo entiendas-
Nuestras miradas se cruzaron; vi la intensidad y la honestidad reflejadas en las de Brenda. No le había mentido; simplemente había omitido un cambio significativo en mi relación con Erica
Brenda asintió, y respiró hondo. -Bueno, por favor, aclaremos las cosas. Ayúdame a entender-
Comencé a platicar de como mis sentimientos y la atracción hacia Erica comenzaron a cada palabra Brenda estaba pendiente de cada palabra,
- ¡Guau, increíble! - logró decir antes de quedarse en silencio reflexionando sobre la sobrecarga de información que acababa de recibir.
Brenda se inclinó hacia mí, su curiosidad e intriga superaban cualquier escrúpulo emocional o moral. -Un comienzo impresionante, diría yo. Y, obviamente, las cosas evolucionaron después hasta llegar a lo que vi hoy. ¿Qué pasó después? - Preguntó con curiosidad
-Sí, bueno- dije, respiré hondo. -Sin duda, hay más que contar. Pero primero, ¿estás bien? Sé que con todo esto de golpe probablemente te sientas abrumada, demasiado para asimilar. ¿Cómo estás ahora? - pregunté
- ¿Emocionalmente? Ya casi lo consigo. ¿Intelectualmente? Bastante bien, empezando a procesarlo todo. ¿Físicamente? Bueno... un poco excitada, la verdad- dijo sonrojada
-Eres increíble- reí - ¿En serio? ¿Excitada? ¿En vez de, digamos, atónitos, asombrados, intrigados o confundidos? -
-Sí a todo eso. Pero vamos, acabas de describir, con un detalle muy sensual, algunas de las interacciones más eróticas y excitantes que he escuchado. Si esto fuera porno, me parecería una exageración. Pero también tremendamente excitante- Tomé la mano de Brenda y la acaricié con ternura
Vi la compasión en los ojos de Brenda, así que la atraje hacia mí y la abracé. -Sí, estamos bien. Al menos ahora sé cómo empezó todo. Y necesito saber cómo evolucionaron las cosas después, cuanto antes. Pero por ahora, ten la seguridad de que todo estará bien; podemos ir resolviendo las cosas sobre la marcha- me dijo
-Gracias- dije mientras Brenda estaba recargada contra mi pecho. -Necesitaba oír eso. Sé que esto es demasiado- Se acurrucó contra mí, sentíamos nuestra respiración por un momento, cómodos en nuestro silencio
Nuestro momento padre e hija se cortó abruptamente ya que Erica entró a la habitación mirándonos fijamente, Brenda habló primero. -No te preocupes, amiga. Ya hablamos, y papá habló conmigo y no pasa nada- dijo
- ¿En serio? - dijo Erica
-Sí- dijo -De verdad. Papá me contó cómo empezaron ustedes dos y cómo todo empezó a evolucionar, y vi dónde están hoy. Hay mucho que aportar; definitivamente quiero más información, pero sepan que los quiero a ambos, y si pasa algo más, sepan que estoy bien. Voy a entender y aceptar esta conexión tan inusual que tienen- dijo Brenda
- ¿No crees que somos malos? - preguntó Erica con cautela. -¿Estamos haciendo algo mal? -
Mire a Brenda con una sutil sonrisa. -No está mal, no está mal. Quizás sea peculiar - respondió, los ojos de Erica se abrieron de par en par sorprendida -Quizá necesitamos aclarar algunas cosas y tengo preguntas para ti- le dijo a Erica – como, por ejemplo, ¿Qué pasa con tu mamá? - preguntó
-Ella mmmmh quizá sea un problema en el futuro y dudo que entienda esto, pero yo quiero a tu papá y quiero estar con el- respondió con firmeza, yo aún no había pensado en como esto afectaría a Susana y ahora me planteaba seriamente contarle toda la verdad sin embargo eso era tema de otro día
-jaja- Brenda soltó una pequeña sonrisa, me tomó de la mano y con la otra tomó la mano de Erica -Supongo que podría ser un secreto de familia- dijo con una sonrisa en su rostro…
Continuará…
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