Soy una mujer casada hace tres años y mí vida sexual últimamente es insatisfactoria, entre el estrés y la monotonía, lo que al principio era muy bueno, hoy hace que muchas veces necesite masturbarme, para poder tenés esos orgasmos que dejen mí cuerpo y mí mente en paz.
Soy una mujer de 43 años, caliente y sexual, morocha, pelo ondulado, un metro 70 de altura, buenas tetas y voluptuosas, muy buena cola y una entrepierna ardiente. Me gusta todo lo que pueda hacerde en el sexo, pero más allá de fantasías compartidas, jamás se me ocurrió ser un infiel.
Vivo con mí esposo en un edificio de departamento en una zona muy tranquila de la ciudad.
El edificio es antiguo, con una entrada general con una puerta doble pesada, y toda de vidrio, una pequeña sala y otra puerta que deriva a un palier donde están los ascensores y la escalera, a un costado de la escalera y frente a un ventanal que da a un patio interno, se encuentran una mesa de comedor que aún no pasaron a retirar.
En el departamento de al lado al mío vive Carla, de unos 18 años, que vive con sus padres.
Carla tiene un novio, o algo parecido, que sus padres no aceptan, porque rara vez están juntos en el departamento si ellos están ahí.
El novio de Carla, tiene unos 30 años, tiene un coche azul que es muy fácil identificar y saber que vino a “visitarla”.
Los padres de Carla, han vuelto de un viaje y hoy será un buen día para dormir, porque desde hace una semana que todas las noches Carla y su novio no paran de cojer.
Entre mí escasa e insatisfactoria vida sexual, y los gritos jadeos y orgasmos de mis vecinos, pase unos días horribles. Fue casi imposible dormir para mí, y varias de esas noches, mí morbo pido más y me dedique a escucharlos cojer.
No pararon, y por lo que parece, el novio de Carla tiene una muy grande poronga que sabe usar muy bien. Consecuencia de eso, hace una semana que noche tras noche me hago unas pajas tremendas.
Ayer volvieron sus padres y puse dormir toda la noche, aunque es cierto que fantaseaba con escucharlos.
Hoy fuimos a una fiesta con mí esposo,y volvimos a las dos de la mañana, horario que empezaba una pelea de boxeo por el título mundial que quería ver a toda costa, dado su fanatismo por ese deporte.
La misma estaba atrasada unos minutos, y por esa situación le pedí que sacará a nuestro hijo de cuatro patas a pasear un rato, cómo lo hacemos todas las noches.
Me pidió que por favor lo hiciera yo, a lo que me negué, y protestando le dije que titariamos una moneda para ver quién iba, sin sacar los ojos del televisor eligió cara, solté la moneda, salió cara y como lo vi, tan entusiasmado con su pelea, le dije que había salido seca y me tocaba sacarlo a mí. Me abrigue, porque solo tenía la camisa y la pollera con la que habíamos ido a la fiesta y baje.
Estuve afuera un rato y justo antes de entrar me percate que estaba estacionado frente al edificio el auto azul del novio de Carla, sin saber porque me asome, y los vi a los dos semidesnudos casi por empezar a cojer, automáticamente mí mente se acordó de sus cogidas, y busque ver inconscientemente la pija que el tenía. Algo pude ver y me di cuenta que efectivamente era grande y gorda,
Por quedarme viendo ese miembro y recordando sus cogidas fui vista por los dos, y se asustaron, por lo que Carla se subió los joggins y salió corriendo del auto y se metió en el edificio, el quiso detenerla pero no pudo, y de repente quedamos frente a frente.
Sin saber cómo reaccionar, lo miré y atiné a pedirle disculpas, a lo que me respondió, vos no me vas a dejar así!
Asustada por sus dichos, me aleje e intente entrar al edificio, mientras llegaba, note que me seguía.
Entre, cuando intenté cerrar la puerta el la empujó para abrirla. Me apure a salir de ahí y me dirigí a los ascensores y la escalera, me detuve frente a una pared, ya el miedo se había ido, y el morbo y la excitación ganaban lugar.
Luego de entrar y cerrar la puerta el también se acercó a la pared donde yo estaba, nos miramos, le di la espalda en intenté llegar a la escalera.
De repente me agarró de la cintura, yo gire poniendo mí cara y mí cuerpo frente a la pared, sus manos bajaron por la cintura tocando mis piernas por abajo de mí pollera, e instintivamente, mis piernas se abrieron un poco, mostrándole que quedaba a su antojo…
Muy hábilmente metió su mano por debajo de la pollera y llego a mí tanga, la que bajo, hasta dejarla a la altura de mis zapatos. Levanté una pierna y luego otra para que pueda sacarla, y sentí que no cuerpo ardía de deseo y pasión.
Subió sus manos, acaricio mí culo, y metió sus dedos en mí vagina, profundo, y rozando mí clítoris, mí cara de apoyo más fuerte contra la pared y dejé salir un gemido, mientras mis piernas se aflojaban.
Así estuvo un rato, respirando agitada mente en mí cuello y mordiendo levemente mí oreja, mientras sus dedos jugaban dentro mío.
El placer era extremo y no paso mucho tiempo hasta que mí cuerpo tembloroso dio lugar a un orgasmo. Intenso, fuerte, extremo, hermoso.
Me giro, quedamos cara a cara, si boca me beso y nuestras lenguas danzaron intensamente, sin mediar palabras, me puso sus manos en los hombros, y me empujó hacia el piso, totalmente obediente, me fui arrodillando, hasta que mí boca quedó frente a la bragueta del pantalón.
Con mis manos busque desesperadamente sacar su verga, para meterla en mí boca.
La toque, estaba como una roca, la vi, era enorme,y gruesa. Una vara larga y gorda de carne totalmente dura y venosa.
Mí calentura no me dejaba pensar, pero solo un pensamiento se cruzó por mí cabeza, el deseo que la pelea, durará lo más posible.
Meti esa pija en mí boca y la chupe de todas las maneras posibles. No deje un rincón sin morder, chupar o'pasar la lengua. No dejaba de hacer ruidos de succión , estaba completamente obsesionada con esa poronga.
El genia y genia, y con sus manos en mí cabeza iba marcando el ritmo de mis chupadas.
Sentí que si cabeza se volvía más grande y empezaba a latir, sabía que se venía un grueso chorro de leche.
La espere en mí boca, me inundó, mientras el gemia intensamente, yo recibos toda la leche en mí boca. Lo mire, le mostré la leche, la trague y volví a limpiar ese tremendo pedazo de carne. Quedó limpio y duro nuevamente.
Me levanto, me agarró de la cintura y me subió a la mesa. Aprovechonque mí concha estaba empapada y metió de una sola vez cada centímetro de su pija en mí.
Grite, jadie, genia, y me moví como loca!!! Mí insatisfacción me jugaba una mala pasada, y estaba descargando toda mí calentura con esa pija,vque se movía dentro mío arrancándome espasmos cada ves más intensos.
Mis piernas fueron hasta su cuello, lo que permitió que la clavara cada vez más profundo, le pedí más y más rápido y lo hizo a la perfección, hasta que no aguante más y tuve el orgasmo más fuerte de mí vida, pero el no estaba satisfecho y siguió moviendose, con lo cual me arranco un segundo orgasmo que me dejo exhausta, sintiendo vagina y clítoris hinchado.
De repente saco su pija, al darse cuenta que no daba más, y apunto a mí boca.
Entendí que quería acabar ahí nuevamente, la recibí con todo gusto y tome otra vez si leche caliente. Lo mi
re, la trague, me vestí y me fui….
Fue la noche más caliente de mí vida.
Soy una mujer de 43 años, caliente y sexual, morocha, pelo ondulado, un metro 70 de altura, buenas tetas y voluptuosas, muy buena cola y una entrepierna ardiente. Me gusta todo lo que pueda hacerde en el sexo, pero más allá de fantasías compartidas, jamás se me ocurrió ser un infiel.
Vivo con mí esposo en un edificio de departamento en una zona muy tranquila de la ciudad.
El edificio es antiguo, con una entrada general con una puerta doble pesada, y toda de vidrio, una pequeña sala y otra puerta que deriva a un palier donde están los ascensores y la escalera, a un costado de la escalera y frente a un ventanal que da a un patio interno, se encuentran una mesa de comedor que aún no pasaron a retirar.
En el departamento de al lado al mío vive Carla, de unos 18 años, que vive con sus padres.
Carla tiene un novio, o algo parecido, que sus padres no aceptan, porque rara vez están juntos en el departamento si ellos están ahí.
El novio de Carla, tiene unos 30 años, tiene un coche azul que es muy fácil identificar y saber que vino a “visitarla”.
Los padres de Carla, han vuelto de un viaje y hoy será un buen día para dormir, porque desde hace una semana que todas las noches Carla y su novio no paran de cojer.
Entre mí escasa e insatisfactoria vida sexual, y los gritos jadeos y orgasmos de mis vecinos, pase unos días horribles. Fue casi imposible dormir para mí, y varias de esas noches, mí morbo pido más y me dedique a escucharlos cojer.
No pararon, y por lo que parece, el novio de Carla tiene una muy grande poronga que sabe usar muy bien. Consecuencia de eso, hace una semana que noche tras noche me hago unas pajas tremendas.
Ayer volvieron sus padres y puse dormir toda la noche, aunque es cierto que fantaseaba con escucharlos.
Hoy fuimos a una fiesta con mí esposo,y volvimos a las dos de la mañana, horario que empezaba una pelea de boxeo por el título mundial que quería ver a toda costa, dado su fanatismo por ese deporte.
La misma estaba atrasada unos minutos, y por esa situación le pedí que sacará a nuestro hijo de cuatro patas a pasear un rato, cómo lo hacemos todas las noches.
Me pidió que por favor lo hiciera yo, a lo que me negué, y protestando le dije que titariamos una moneda para ver quién iba, sin sacar los ojos del televisor eligió cara, solté la moneda, salió cara y como lo vi, tan entusiasmado con su pelea, le dije que había salido seca y me tocaba sacarlo a mí. Me abrigue, porque solo tenía la camisa y la pollera con la que habíamos ido a la fiesta y baje.
Estuve afuera un rato y justo antes de entrar me percate que estaba estacionado frente al edificio el auto azul del novio de Carla, sin saber porque me asome, y los vi a los dos semidesnudos casi por empezar a cojer, automáticamente mí mente se acordó de sus cogidas, y busque ver inconscientemente la pija que el tenía. Algo pude ver y me di cuenta que efectivamente era grande y gorda,
Por quedarme viendo ese miembro y recordando sus cogidas fui vista por los dos, y se asustaron, por lo que Carla se subió los joggins y salió corriendo del auto y se metió en el edificio, el quiso detenerla pero no pudo, y de repente quedamos frente a frente.
Sin saber cómo reaccionar, lo miré y atiné a pedirle disculpas, a lo que me respondió, vos no me vas a dejar así!
Asustada por sus dichos, me aleje e intente entrar al edificio, mientras llegaba, note que me seguía.
Entre, cuando intenté cerrar la puerta el la empujó para abrirla. Me apure a salir de ahí y me dirigí a los ascensores y la escalera, me detuve frente a una pared, ya el miedo se había ido, y el morbo y la excitación ganaban lugar.
Luego de entrar y cerrar la puerta el también se acercó a la pared donde yo estaba, nos miramos, le di la espalda en intenté llegar a la escalera.
De repente me agarró de la cintura, yo gire poniendo mí cara y mí cuerpo frente a la pared, sus manos bajaron por la cintura tocando mis piernas por abajo de mí pollera, e instintivamente, mis piernas se abrieron un poco, mostrándole que quedaba a su antojo…
Muy hábilmente metió su mano por debajo de la pollera y llego a mí tanga, la que bajo, hasta dejarla a la altura de mis zapatos. Levanté una pierna y luego otra para que pueda sacarla, y sentí que no cuerpo ardía de deseo y pasión.
Subió sus manos, acaricio mí culo, y metió sus dedos en mí vagina, profundo, y rozando mí clítoris, mí cara de apoyo más fuerte contra la pared y dejé salir un gemido, mientras mis piernas se aflojaban.
Así estuvo un rato, respirando agitada mente en mí cuello y mordiendo levemente mí oreja, mientras sus dedos jugaban dentro mío.
El placer era extremo y no paso mucho tiempo hasta que mí cuerpo tembloroso dio lugar a un orgasmo. Intenso, fuerte, extremo, hermoso.
Me giro, quedamos cara a cara, si boca me beso y nuestras lenguas danzaron intensamente, sin mediar palabras, me puso sus manos en los hombros, y me empujó hacia el piso, totalmente obediente, me fui arrodillando, hasta que mí boca quedó frente a la bragueta del pantalón.
Con mis manos busque desesperadamente sacar su verga, para meterla en mí boca.
La toque, estaba como una roca, la vi, era enorme,y gruesa. Una vara larga y gorda de carne totalmente dura y venosa.
Mí calentura no me dejaba pensar, pero solo un pensamiento se cruzó por mí cabeza, el deseo que la pelea, durará lo más posible.
Meti esa pija en mí boca y la chupe de todas las maneras posibles. No deje un rincón sin morder, chupar o'pasar la lengua. No dejaba de hacer ruidos de succión , estaba completamente obsesionada con esa poronga.
El genia y genia, y con sus manos en mí cabeza iba marcando el ritmo de mis chupadas.
Sentí que si cabeza se volvía más grande y empezaba a latir, sabía que se venía un grueso chorro de leche.
La espere en mí boca, me inundó, mientras el gemia intensamente, yo recibos toda la leche en mí boca. Lo mire, le mostré la leche, la trague y volví a limpiar ese tremendo pedazo de carne. Quedó limpio y duro nuevamente.
Me levanto, me agarró de la cintura y me subió a la mesa. Aprovechonque mí concha estaba empapada y metió de una sola vez cada centímetro de su pija en mí.
Grite, jadie, genia, y me moví como loca!!! Mí insatisfacción me jugaba una mala pasada, y estaba descargando toda mí calentura con esa pija,vque se movía dentro mío arrancándome espasmos cada ves más intensos.
Mis piernas fueron hasta su cuello, lo que permitió que la clavara cada vez más profundo, le pedí más y más rápido y lo hizo a la perfección, hasta que no aguante más y tuve el orgasmo más fuerte de mí vida, pero el no estaba satisfecho y siguió moviendose, con lo cual me arranco un segundo orgasmo que me dejo exhausta, sintiendo vagina y clítoris hinchado.
De repente saco su pija, al darse cuenta que no daba más, y apunto a mí boca.
Entendí que quería acabar ahí nuevamente, la recibí con todo gusto y tome otra vez si leche caliente. Lo mi
re, la trague, me vestí y me fui….
Fue la noche más caliente de mí vida.
2 comentarios - Infiel por mirona