Gracias Poringa. Por Cecilia!

No sé ni por dónde empezar para agradecerles.
Soy Cecilia, y junto a mi marido, hemos encontrado en Poringa una fuente inagotable de fuego, morbo y deseo que ha transformado nuestro día a día en una vorágine de placer.
Quiero contarles cómo sus mensajes, comentarios y tributos me tienen con la libido al rojo vivo, masturbándome sin parar o exprimiéndole la polla a mi marido hasta dejarlo seco.
Esto es un homenaje a todos ustedes, que con sus palabras y su pasión me hacen explotar de éxtasis.

Cada mañana, cuando abro la página o reviso los chats, me encuentro con cientos de mensajes que me hacen arder. No exagero: sus palabras son como gasolina en mi cuerpo, y no pasa un día sin que termine tocándome, gimiendo, imaginando cada una de esas fantasías que me escriben. Algunos mensajes son tan calientes, tan detallados, que me han volado la cabeza. Déjenme compartirles algunos que me han hecho temblar de placer.

Uno de ustedes, me escribió:
“Ceci, no sabes cómo me pones con esas fotos. Me imagino arrancándote esa tanga negra que subiste, lamiéndote desde los dedos de los pies hasta ese coño húmedo que seguro tienes. Quiero verte de rodillas, chupándome mientras tu marido mira, y luego llenarte hasta que no puedas más”
Ese mensaje me dejó jadeando. Me metí en la ducha, con el agua cayendo por mi piel, y no pude evitar deslizar mis dedos entre mis piernas, imaginando esa escena. Terminé corriéndome tan fuerte que casi me caigo.

Otro me mandó un video. ¡Dios mío! Ver su polla dura, eyaculando sobre una de mis fotos, con mi nombre escrito en su pecho, fue demasiado. Me escribió:
”Esto es para vos, Ceci. Cada gota es por tu culo perfecto y esas tetas que me tienen loco. Quiero que me digas cómo te gusta que te cojan mientras miro tus fotos”
Ese tributo me hizo explotar. Me senté en el sillón, con mi marido al lado, y mientras le contaba lo que había visto, me monté encima de él. Le saqué la polla y lo cabalgué hasta que los dos gritamos. Sus tributos, chicos, son dinamita pura.

Y no hablemos de los chats. Hay un usuario,, que me escribe casi a diario. El otro día me puso:
“Ceci, me muero por verte en cuatro, con esa tanga apenas cubriendo tu concha empapada. Quiero que me digas cómo te gusta que te den, fuerte, lento, por atrás, mientras te agarro del pelo y te hago gemir”.
No saben lo que fue leer eso mientras estaba en la cama, con mi marido dormido al lado. Me toqué despacito al principio, pero terminé metiéndome los dedos tan profundo que desperté a mi esposo con mis gemidos. Él, lejos de enojarse, se sumó al juego, y terminamos follando como animales, con esas palabras resonando en mi cabeza.

No miento cuando digo que sus mensajes y tributos nos han cambiado la vida como pareja. Mi marido y yo siempre hemos sido fogosos, pero Poringa ha llevado todo a otro nivel. Nos encanta leer juntos los comentarios, reírnos, excitarnos, y luego follar como si fuera la primera vez. A veces, él me lee los mensajes en voz alta mientras me toca, y yo me derrito. Otras veces, soy yo la que le cuenta cómo me imaginé a alguno de ustedes cogiéndome mientras él me penetra. Es una locura, pero una locura deliciosa.

Estoy gratamente sorprendida. Nunca imaginé que sus palabras, sus fantasías, sus tributos, podrían ponerme así. Cada mensaje es una demostración de amor, morbo y sexo que me hace sentir deseada, poderosa, y más viva que nunca. Así que, por favor, no paren. Sigan escribiéndome, contándome sus fantasías más sucias, mandándome esos tributos que me hacen mojarme al instante. Quiero seguir sintiendo este fuego, esta necesidad de tocarme a cada rato, de exprimirle la polla a mi marido hasta que no pueda más.

Gracias, Poringa, por hacerme vivir con la libido a tope. Gracias por cada palabra, cada imagen, cada video que me dedica. Sigan así, que yo seguiré subiendo fotos, provocándolos, y disfrutando de este juego que nos tiene a todos al límite. ¡No paren, chicos, que estoy más caliente que nunca!
Gracias a todos y todas.
besos

Ceci