Mi adolescencia fue una aventura que me regaló muchas emociones ,de las cuales saqué casi toda mi experiencia sexual. Recuerdo todo perfectamente, en primer lugar por las novedades que he vivido en aquellos años, pero también por la intensidad.
Soy el primogénito, me llamo Antonio y tengo otros dos hermanos: Esteban y Felipe
Mi madre Myrian nos dio a luz a un año de distancia el uno del otro, y fue, como siempre lo ha sido, una buena madre, nunca nos faltó algo, tal vez un poco demasiado conservadora, rígida con ciertas reglas de ese período e influenciada también por la Iglesia. En nuestra familia, algunos temas han sido tabú.
En este ambiente familiar, poco permisivo, crecí sin demasiados problemas, al menos así fue, hasta mis 16 años. Fui el primero de mis hermanos en vivir la pubertad y desgraciadamente lo hice sin la ayuda de ningún adulto. Ni mi padre ni mi madre me enseñaron nada sobre la sexualidad. Este silencio sobre el tema me molestó mucho, a lo que se añadían los sentimientos de culpa debidos a mi párroco cuando iba a confesarme.
"Querido hijo, ¿has cometido actos impuros? ¿cuántas veces te tocaste?"
"Padre, esta semana me toqué una sola vez!"
Me parecía indignante mentir descaradamente a un sacerdote, pero obviamente no podía decirle toda la verdad, así que me limitaba a confesar una masturbación por semana. En realidad me masturbaba dos o tres veces al día, a veces hasta cuatro. Una vez, jugando con los compañeros de escuela, hicimos una competición para ver quién eyaculaba más, y en esa ocasión gané la competición con seis eyaculaciones! La sexta fue dolorosa y salió de mi pene una sola gota!
Con el paso del tiempo, al grupo de compañeros se sumaron también mis dos hermanos, obviamente cuando ellos también habían alcanzado la pubertad. En resumen, éramos un buen grupo de niños, calientes, morbosos y con muchas fantasías en la cabeza.
En esas largas y aburridas tardes, nuestro objetivo era salir de la monotonía y hacer nuevas experiencias. Cualquier cosa estaba bien, siempre y cuando la fantasía se liberara. Y fue así que un día se hacía una carrera por quién meaba más lejos, otro día se hacía una carrera por quién tenía el pene más largo, o el más recto o el con el glande más hinchado. Una vez agotados todos los argumentos sobre el pene pasamos al ano. Quién lo tenía claro, quién era oscuro, quién pelado o depilado hasta pasar a las pruebas de penetración, y así comenzaron las carreras para ver quién podía meterse el objeto más grande. Pero esa es otra historia que contaré en otro momento.
En fin, mis hermanos y yo nos estábamos convirtiendo en adultos autodidactas y esto podría parecer algo bueno, si no fuera por el hecho de que en nuestro grupo faltaban las mujeres. Yo nunca había visto a una niña de mi edad desnuda y mucho menos tocarla. Bueno, ese era nuestro límite, un límite desafortunadamente infranqueable. Y así mis hermanos y yo pasábamos algunos momentos del día jugando serenamente con nuestros cuerpos ahogándonos con pajas!
Un día mis padres tuvieron que ausentarse para acompañar a mis hermanos en un campamento que estaba a muchos kilómetros de nosotros, estarían fuera todo el día, y así que mi madre Myrian le pidió a su hermana que me ayudara, cocinar, en el estudio y hacer un poco de limpieza.
La tía Bri, así la llamábamos, aceptó gustosamente y esa mañana entró en servicio muy temprano, yo aún estaba durmiendo cuando Bri ya había preparado el desayuno.
Oí llamar a la puerta de mi habitación
"Antonio, levántate que el desayuno está listo"
Con dificultad me levanté y me vestí y con la misma dificultad salí de la habitación para llegar al comedor.
La tía Bri es completamente diferente de mamá, ni siquiera parecen hermanas.
Mi madre es severa, la tía es condescendiente, mamá es creyente, mi tía no! , mamá es flaca, mi tía es tetona, mamá no tiene culo, la tía tiene un culo que habla!
En fin, me parece bastante evidente que la tía Bri era el tema constante de mis sueños eróticos.
Me siento en la mesa y espero a que la tía llegue con la bandeja y las tazas llenas de leche y café. Un golpe seguido de gritos congelaron mi sangre, me doy la vuelta y veo a la pobre tía tendida en el suelo con toda la leche sobre ella y el vestido! La pobre había resbalado echando en humo mi desayuno, pero lo que acababa de suceder no puedo describirlo como un accidente, más bien fue aquel acontecimiento que luego dio vida a toda una secuencia de hechos, muchos de los cuales los describiré con dulzura en este relato.
"Dios mío, casi me mato! Perdóname Antonio tengo que ducharme enseguida y cambiarme, si tienes un poco de paciencia, después te prepararé el desayuno otra vez"
Dicho esto, la tía fue inmediatamente a lavarse, mientras que yo, para demostrar mi colaboración, recogí los restos y limpié el suelo de la cocina.
Después de mi tarea de buen sobrino, guardo los trapos en el armario, cuando oigo el ruido de la ducha y el canto de la tía. Curioso me acerco al baño para escucharla mejor, la tía canta muy bien! Al acercarme noto la puerta del baño semi-cerrada, la tentación de echar un vistazo es demasiado fuerte, no resisto y así estiro la cabeza y me doy cuenta que incluso la puerta de la ducha no está cerrada! Qué oportunidad tengo en mis manos; este fue mi primer pensamiento. Inmediatamente apago la luz del pasillo para permanecer en la sombra, y luego disfruto viendo a mi tía enjabonarse el cuerpo. Cuando la tía empezó a frotarse las tetas fue para mí el momento crucial, no pude resistir la tentación de desabrocharme los pantalones y coger en mano mi pene que ya había alcanzado su máxima distensión! mi mano arrastraba hacia arriba y abajo con energía la piel de mi polla, cubriendo y descubriendo el glande que mientras tanto se había hinchado de color púrpura por la cantidad de sangre que circulaba! Pero en ese momento yo era poco más que un adolescente y no tenía ninguna experiencia y mucho menos el autocontrol, ¡así que pronto tuve un orgasmo con una eyaculación excepcional!
Tuve que detenerme inmediatamente y remediar mi desastre quitando todas las gotas de esperma y limpiando las superficies manchadas, ¡a excepción del candelabro del pasillo! Pues bien, la potencia fue tal que el chorro de mi leche fue de al menos un metro y medio!
Esperaba tanto que la tía no se hubiera dado cuenta de nada sino habría arriesgado mucho!
Vuelvo a la cocina y me calmo esperando que ella vuelva.
Después de unos diez minutos la tía vuelve a aparecer con ropa nueva y el pelo envuelto en una toalla, se me acerca con una sonrisa delante de mí.
Al pensar en lo que había visto poco antes, ya no era capaz de mirar a la tía con los ojos pudorosos, ¡me recordaba su seno exuberante!
"Antonio, gracias por esperarme y limpiar todo el desorden que he causado. Tú y yo somos un buen equipo, y no le dirás nada a mi hermana del desastre que he hecho, ¿verdad, Antonio?"
"Por tan poco, tía, cuenta conmigo!"
"Bravo Antonio, así como yo no le diré a tu mamá que me espiaste mientras tomaba la ducha y que te masturbaste hasta manchar el candelabro con tu semen!"
Al oír esas palabras debería haberme quedado helado, pero quizás sea por la sonrisa y el tono dulce de las palabras de la tía, me quedé sereno y relajado.
"Ves querido sobrino mío, todos hemos sido adolescentes, ¿crees que a tu edad yo no hacía lo mismo?
"Pero tu, tía no tiene un pene, es diferente!
"que yo no tengo un pene, lo dices tú! Yo tengo algo parecido que quizás tú aún no sepas. Creo que ha llegado el momento de enseñarte cómo es el cuerpo de una mujer, y si tú quieres yo seré tu profesora y tú mi alumno". Quieres empezar este curso de educación sexual?"
" ¿Y me lo preguntas tía? Claro que sí. Soy todo pene...oops todo oídos quería decir!"
"Pero si Antonio sé que eres todo pene, de hecho tienes un bonito órgano sexual...puedo?"
Señalando mi entrepierna, asentí, y ella me desabrochó los pantalones y los bajó, luego con delicadeza abrió las bragas y las bajó lentamente, ¡descubriendo que mi pene se había convertido en una varilla de acero!

"muy bien Antonio, siéntate y quédate ligeramente inclinado hacia atrás, abre las piernas... así que está bien. Partimos de la punta" Sus dedos ya habían alcanzado el área afectada... "Esta parte se llama glande y desde esta hendidura..." con dos dedos ensanchó la hendidura del glande... " sale tanto tu orina como tu semen, pero recuerda que con el pene erecto no puedes orinar, solo te está permitido eyacular el esperma que..." bajando con los dedos sobre mi varilla venosa... "se produce aquí dentro de esta bolsa de piel, donde hay dos testículos" ahora sus dos manos estaban acariciando mis testículos, y el placer era tan inmenso que mi pene en su erección tenía espasmos musculares, como si quisiera crecer unos centímetros más. Entonces vi que ella llevaba una mano en su boca y depositó un poco de saliva sobre su dedo medio que lentamente lo bajó...yo ya no entendía nada, estaba totalmente en las manos de Bri y lo que es aún peor, confiaba ciegamente en ella.
Una sensación húmeda alrededor del ano me sorprendió, pero no reaccionó, luego sientì una ligera presión...y sin oponerme, el dedo de mi tía entró, hizo unos movimientos que no puedo describir y luego fue a presionar algo que me desencadenó un orgasmo hasta eyacular una segunda vez y con la misma potencia!
"Ves Antonio, tanto los hombres como las mujeres tienen puntos sensibles, esto que acabo de activar es uno de los puntos erógenos del hombre y es muy poderoso"
"Antonio, ¿alguna vez has tenido un orgasmo con este sistema?"
"No tía, tengo que admitir que para mí es una novedad!"
"Me alegra y estoy segura de que podría enseñarte muchas otras cosas. En este momento solo quiero hacer una pequeña observación, he notado tu propensión a eyacular rápido"
"Y eso, tía, ¿es un problema?"
"En algunos casos sí, solo tenemos que averiguar la razón y luego encontrar una solución, pero primero quiero que sepas algo sobre el mundo de las mujeres. El placer de la mujer brota de toda una serie de movimientos, muchos de los cuales son generados por un pene erecto, ahora puedes entender también que si eyaculas antes de que la mujer alcance su orgasmo has hecho un trabajo a medias. En el amor no se admiten las obras inacabadas!. ¿Qué le sucede al hombre después de una eyaculación?"
"A mí me pasa que el pene se ablanda"
"Con un pene flojo es imposible llevar a una mujer a su climax, ¡tienes que resistir! Pero por lo que veo, eres joven, robusto y saludable. Tienes todas las cartas en regla para mantener una erección durante mucho tiempo, tal vez es solo cuestión de cabeza. Mientras lo sostenía en sus mano sentía una excesiva dureza de la varilla. Estoy convencida de que en tu estado de excitación estás cometiendo el error de cargar y bombear en tu sexo mucha más sangre de la debida. Este esfuerzo adicional tuyo, además de no ser útil, te hace perder energía y hace que tu órgano sea demasiado sensible, hasta el punto que anticipa el orgasmo. El secreto es relajarse."
Yo la escuchaba curioso, fascinado, raptado por esas palabras y esa voz cautivadora.
Hasta ese momento ninguna me había hablado con el pene en su mano.
"Antonio, ahora que sabes algo más sobre tu cuerpo, diría que ha llegado el momento de estudiar el femenino"
Bri soltó suavemente su agarre sobre el pene, se sentó en el sofá y apoyaba los brazos detrás de ella, permaneciendo erguida, con la cabeza ligeramente hacia atrás y el torso extendido hacia adelante. Recuerdo que llevaba una bata que le llegaba hasta las rodillas.
"La mía no será una lección teórica, se aprende mucho más con la acción, Antonio te sugiero que empieces la exploración empezando por mi parte superior. Hagas lo que hagas, debes hacerlo lentamente, observando, escuchando, oliendo, tocando, debes usar todos tus sentidos... ¡Vamos!"
No creía en mis oídos, me había quedado petrificado, inmóvil, no sabía cómo ni por dónde empezar, ¡estaba avergonzado! Entonces la tía me echó una mirada acompañada de una sonrisa y de un movimiento de cabeza que traducido quería decir "¡Ven!"
Me acerqué delante de ella, le puse una mano en un brazo y lentamente la levanté hasta el hombro, mis dedos se metieron debajo de la solapa de la bata, la levanté para bajarla lentamente sacándola del brazo. Entonces levanté mi mano de nuevo, y tomé suavemente el sostén del sujetador, lo levanté y repetí el mismo movimiento, pero esta vez bajé la prenda aún más. Así como al amanecer se ve salir el sol del horizonte, así yo vi aparecer la aureola de uno de sus pechos y su rayo de luz me deslumbró! Continué el movimiento hasta descubrir el pezón que ya estaba erecto, duro, turgente. ¡Los pezones de la tía son grandes, hinchados y cargados de magia! Sí, tienen un poder de atracción enorme, ¡más que el magnético y aún más que el gravitatorio! Es superfluo añadir que la erección del pezón produjo en mí una mayor erección de mi pene que ya estaba puesto a dura prueba! Bajé todo ese lado de la prenda desnudando el seno izquierdo de tía; era... era... bello! ¡Hermoso, hinchado, redondo, generoso... !
Luego, cargado de la experiencia que acababa de hacerme, pasé a desnudar el seno derecho. Repetí todos los movimientos como si fuera una ceremonia. En realidad lo era! Yo era el sacerdote y la tía era el templo, y yo ahora me encontraba en el templo; yo solo en la inmensa belleza del templo. Si solo el pecho derecho de la tía me había causado una agradable excitación, la vista del busto de Bri completamente desnudo es un espectáculo que quita la respiración, y no es una forma de decir. En una fracción de segundo me encontré con la cabeza inmersa en esas curvas al punto que casi me faltaba el aire! El suave y delicado tacto de su piel, la rugosidad de sus pezones, el olor natural de su cuerpo habían desencadenado en mí un apetito voraz.

Tenía delante de mí la abundancia y yo no sabía por dónde empezar, primero lamo un pezón, luego el segundo, y después volví a pasar al primero hundiendo los dientes, mientras mis manos apretaban un seno a la vez, como si fuera una copa, y mi deseo era beberme de esa copa. Muchos movimientos rápidos y convulsivos se alternaban entre lamidas, pequeñas mordidas y chupaditas.
Había perdido la noción del tiempo, no puedo decir cuánto tiempo dediqué a las tetas de Bri, solo sé que no me cansaba, más bien estaba animado por los aullidos de Bri y sus manos que apoyaban sobre mi cabeza me ahogaban cada vez más en su "barranco". Un barranco que ahora estaba cubierto por el río de mi saliva.
El ritual progresó maravillosamente, hasta que la tía como un director de orquesta decidió cambiar la música con un toque de varita! La varita era obviamente... eheheh sentí su mano agarrar con delicadeza mi pene, me hizo levantar la cabeza y me invitó a acercar mi ingle sobre su esternón, luego tomó el pene con extrema delicadeza, y desde la posición erguida que miraba el cielo lo bajaba hasta colocarlo en su seno inmenso y con un gesto de los brazos sumerge el pene entre sus "tetas".
"Ahora Antonio, no te sugiero nada más, haz lo que te sientes hacer"
Estaba agradablemente atrapado entre sus tetas, y como un prisionero trataba de esquivar ese estrecho moviéndome de pelvis. Veía el glande desaparecer entre las tetas y luego reaparecer hasta tocar sus labios. Cuanto más me movía, más Bri apretaba el pene entre las tetas. Cuanto más apretaba y más se me endurecía.
Cuanto más duro se hacía, mayor era la sensibilidad y así sucesivamente hasta que... hasta que un disparo decidido lanzó una primera salpicadura en el rostro de Bri, un segundo chorro centró la boca, un tercero llegó hasta la barbilla, luego siguieron unos movimientos o mejor dicho impulsos que provocaron el vaciamiento total sobre su pecho. Me rendí exhausto pero la tía no tuvo piedad de mí, con dulzura limpió todo con su voraz lengua y retomó posesión del pene ya flácido para devolverle vida. "No Bri por favor detente" Pero ella parecía sorda, y seguía decidida y determinada. Parecía ver un socorrista empeñado en reanimar un cuerpo sin vida... y después de unos minutos lo que parecía un cadáver reanudó a vivir! La tía ha hecho un milagro! ¡Pero tampoco tuvo compasión por Lázaro que después de unos minutos tropezó por segunda vez!
Estaba asustado, pero lo que más me asustó fue la reacción de mi tía!
"Antonio preparate para lo peor, esto de hoy fue solo una muestra!

Soy el primogénito, me llamo Antonio y tengo otros dos hermanos: Esteban y Felipe
Mi madre Myrian nos dio a luz a un año de distancia el uno del otro, y fue, como siempre lo ha sido, una buena madre, nunca nos faltó algo, tal vez un poco demasiado conservadora, rígida con ciertas reglas de ese período e influenciada también por la Iglesia. En nuestra familia, algunos temas han sido tabú.
En este ambiente familiar, poco permisivo, crecí sin demasiados problemas, al menos así fue, hasta mis 16 años. Fui el primero de mis hermanos en vivir la pubertad y desgraciadamente lo hice sin la ayuda de ningún adulto. Ni mi padre ni mi madre me enseñaron nada sobre la sexualidad. Este silencio sobre el tema me molestó mucho, a lo que se añadían los sentimientos de culpa debidos a mi párroco cuando iba a confesarme.
"Querido hijo, ¿has cometido actos impuros? ¿cuántas veces te tocaste?"
"Padre, esta semana me toqué una sola vez!"
Me parecía indignante mentir descaradamente a un sacerdote, pero obviamente no podía decirle toda la verdad, así que me limitaba a confesar una masturbación por semana. En realidad me masturbaba dos o tres veces al día, a veces hasta cuatro. Una vez, jugando con los compañeros de escuela, hicimos una competición para ver quién eyaculaba más, y en esa ocasión gané la competición con seis eyaculaciones! La sexta fue dolorosa y salió de mi pene una sola gota!
Con el paso del tiempo, al grupo de compañeros se sumaron también mis dos hermanos, obviamente cuando ellos también habían alcanzado la pubertad. En resumen, éramos un buen grupo de niños, calientes, morbosos y con muchas fantasías en la cabeza.
En esas largas y aburridas tardes, nuestro objetivo era salir de la monotonía y hacer nuevas experiencias. Cualquier cosa estaba bien, siempre y cuando la fantasía se liberara. Y fue así que un día se hacía una carrera por quién meaba más lejos, otro día se hacía una carrera por quién tenía el pene más largo, o el más recto o el con el glande más hinchado. Una vez agotados todos los argumentos sobre el pene pasamos al ano. Quién lo tenía claro, quién era oscuro, quién pelado o depilado hasta pasar a las pruebas de penetración, y así comenzaron las carreras para ver quién podía meterse el objeto más grande. Pero esa es otra historia que contaré en otro momento.
En fin, mis hermanos y yo nos estábamos convirtiendo en adultos autodidactas y esto podría parecer algo bueno, si no fuera por el hecho de que en nuestro grupo faltaban las mujeres. Yo nunca había visto a una niña de mi edad desnuda y mucho menos tocarla. Bueno, ese era nuestro límite, un límite desafortunadamente infranqueable. Y así mis hermanos y yo pasábamos algunos momentos del día jugando serenamente con nuestros cuerpos ahogándonos con pajas!
Un día mis padres tuvieron que ausentarse para acompañar a mis hermanos en un campamento que estaba a muchos kilómetros de nosotros, estarían fuera todo el día, y así que mi madre Myrian le pidió a su hermana que me ayudara, cocinar, en el estudio y hacer un poco de limpieza.
La tía Bri, así la llamábamos, aceptó gustosamente y esa mañana entró en servicio muy temprano, yo aún estaba durmiendo cuando Bri ya había preparado el desayuno.
Oí llamar a la puerta de mi habitación
"Antonio, levántate que el desayuno está listo"
Con dificultad me levanté y me vestí y con la misma dificultad salí de la habitación para llegar al comedor.
La tía Bri es completamente diferente de mamá, ni siquiera parecen hermanas.
Mi madre es severa, la tía es condescendiente, mamá es creyente, mi tía no! , mamá es flaca, mi tía es tetona, mamá no tiene culo, la tía tiene un culo que habla!
En fin, me parece bastante evidente que la tía Bri era el tema constante de mis sueños eróticos.
Me siento en la mesa y espero a que la tía llegue con la bandeja y las tazas llenas de leche y café. Un golpe seguido de gritos congelaron mi sangre, me doy la vuelta y veo a la pobre tía tendida en el suelo con toda la leche sobre ella y el vestido! La pobre había resbalado echando en humo mi desayuno, pero lo que acababa de suceder no puedo describirlo como un accidente, más bien fue aquel acontecimiento que luego dio vida a toda una secuencia de hechos, muchos de los cuales los describiré con dulzura en este relato.
"Dios mío, casi me mato! Perdóname Antonio tengo que ducharme enseguida y cambiarme, si tienes un poco de paciencia, después te prepararé el desayuno otra vez"
Dicho esto, la tía fue inmediatamente a lavarse, mientras que yo, para demostrar mi colaboración, recogí los restos y limpié el suelo de la cocina.
Después de mi tarea de buen sobrino, guardo los trapos en el armario, cuando oigo el ruido de la ducha y el canto de la tía. Curioso me acerco al baño para escucharla mejor, la tía canta muy bien! Al acercarme noto la puerta del baño semi-cerrada, la tentación de echar un vistazo es demasiado fuerte, no resisto y así estiro la cabeza y me doy cuenta que incluso la puerta de la ducha no está cerrada! Qué oportunidad tengo en mis manos; este fue mi primer pensamiento. Inmediatamente apago la luz del pasillo para permanecer en la sombra, y luego disfruto viendo a mi tía enjabonarse el cuerpo. Cuando la tía empezó a frotarse las tetas fue para mí el momento crucial, no pude resistir la tentación de desabrocharme los pantalones y coger en mano mi pene que ya había alcanzado su máxima distensión! mi mano arrastraba hacia arriba y abajo con energía la piel de mi polla, cubriendo y descubriendo el glande que mientras tanto se había hinchado de color púrpura por la cantidad de sangre que circulaba! Pero en ese momento yo era poco más que un adolescente y no tenía ninguna experiencia y mucho menos el autocontrol, ¡así que pronto tuve un orgasmo con una eyaculación excepcional!
Tuve que detenerme inmediatamente y remediar mi desastre quitando todas las gotas de esperma y limpiando las superficies manchadas, ¡a excepción del candelabro del pasillo! Pues bien, la potencia fue tal que el chorro de mi leche fue de al menos un metro y medio!
Esperaba tanto que la tía no se hubiera dado cuenta de nada sino habría arriesgado mucho!
Vuelvo a la cocina y me calmo esperando que ella vuelva.
Después de unos diez minutos la tía vuelve a aparecer con ropa nueva y el pelo envuelto en una toalla, se me acerca con una sonrisa delante de mí.
Al pensar en lo que había visto poco antes, ya no era capaz de mirar a la tía con los ojos pudorosos, ¡me recordaba su seno exuberante!
"Antonio, gracias por esperarme y limpiar todo el desorden que he causado. Tú y yo somos un buen equipo, y no le dirás nada a mi hermana del desastre que he hecho, ¿verdad, Antonio?"
"Por tan poco, tía, cuenta conmigo!"
"Bravo Antonio, así como yo no le diré a tu mamá que me espiaste mientras tomaba la ducha y que te masturbaste hasta manchar el candelabro con tu semen!"
Al oír esas palabras debería haberme quedado helado, pero quizás sea por la sonrisa y el tono dulce de las palabras de la tía, me quedé sereno y relajado.
"Ves querido sobrino mío, todos hemos sido adolescentes, ¿crees que a tu edad yo no hacía lo mismo?
"Pero tu, tía no tiene un pene, es diferente!
"que yo no tengo un pene, lo dices tú! Yo tengo algo parecido que quizás tú aún no sepas. Creo que ha llegado el momento de enseñarte cómo es el cuerpo de una mujer, y si tú quieres yo seré tu profesora y tú mi alumno". Quieres empezar este curso de educación sexual?"
" ¿Y me lo preguntas tía? Claro que sí. Soy todo pene...oops todo oídos quería decir!"
"Pero si Antonio sé que eres todo pene, de hecho tienes un bonito órgano sexual...puedo?"
Señalando mi entrepierna, asentí, y ella me desabrochó los pantalones y los bajó, luego con delicadeza abrió las bragas y las bajó lentamente, ¡descubriendo que mi pene se había convertido en una varilla de acero!

"muy bien Antonio, siéntate y quédate ligeramente inclinado hacia atrás, abre las piernas... así que está bien. Partimos de la punta" Sus dedos ya habían alcanzado el área afectada... "Esta parte se llama glande y desde esta hendidura..." con dos dedos ensanchó la hendidura del glande... " sale tanto tu orina como tu semen, pero recuerda que con el pene erecto no puedes orinar, solo te está permitido eyacular el esperma que..." bajando con los dedos sobre mi varilla venosa... "se produce aquí dentro de esta bolsa de piel, donde hay dos testículos" ahora sus dos manos estaban acariciando mis testículos, y el placer era tan inmenso que mi pene en su erección tenía espasmos musculares, como si quisiera crecer unos centímetros más. Entonces vi que ella llevaba una mano en su boca y depositó un poco de saliva sobre su dedo medio que lentamente lo bajó...yo ya no entendía nada, estaba totalmente en las manos de Bri y lo que es aún peor, confiaba ciegamente en ella.
Una sensación húmeda alrededor del ano me sorprendió, pero no reaccionó, luego sientì una ligera presión...y sin oponerme, el dedo de mi tía entró, hizo unos movimientos que no puedo describir y luego fue a presionar algo que me desencadenó un orgasmo hasta eyacular una segunda vez y con la misma potencia!
"Ves Antonio, tanto los hombres como las mujeres tienen puntos sensibles, esto que acabo de activar es uno de los puntos erógenos del hombre y es muy poderoso"
"Antonio, ¿alguna vez has tenido un orgasmo con este sistema?"
"No tía, tengo que admitir que para mí es una novedad!"
"Me alegra y estoy segura de que podría enseñarte muchas otras cosas. En este momento solo quiero hacer una pequeña observación, he notado tu propensión a eyacular rápido"
"Y eso, tía, ¿es un problema?"
"En algunos casos sí, solo tenemos que averiguar la razón y luego encontrar una solución, pero primero quiero que sepas algo sobre el mundo de las mujeres. El placer de la mujer brota de toda una serie de movimientos, muchos de los cuales son generados por un pene erecto, ahora puedes entender también que si eyaculas antes de que la mujer alcance su orgasmo has hecho un trabajo a medias. En el amor no se admiten las obras inacabadas!. ¿Qué le sucede al hombre después de una eyaculación?"
"A mí me pasa que el pene se ablanda"
"Con un pene flojo es imposible llevar a una mujer a su climax, ¡tienes que resistir! Pero por lo que veo, eres joven, robusto y saludable. Tienes todas las cartas en regla para mantener una erección durante mucho tiempo, tal vez es solo cuestión de cabeza. Mientras lo sostenía en sus mano sentía una excesiva dureza de la varilla. Estoy convencida de que en tu estado de excitación estás cometiendo el error de cargar y bombear en tu sexo mucha más sangre de la debida. Este esfuerzo adicional tuyo, además de no ser útil, te hace perder energía y hace que tu órgano sea demasiado sensible, hasta el punto que anticipa el orgasmo. El secreto es relajarse."
Yo la escuchaba curioso, fascinado, raptado por esas palabras y esa voz cautivadora.
Hasta ese momento ninguna me había hablado con el pene en su mano.
"Antonio, ahora que sabes algo más sobre tu cuerpo, diría que ha llegado el momento de estudiar el femenino"
Bri soltó suavemente su agarre sobre el pene, se sentó en el sofá y apoyaba los brazos detrás de ella, permaneciendo erguida, con la cabeza ligeramente hacia atrás y el torso extendido hacia adelante. Recuerdo que llevaba una bata que le llegaba hasta las rodillas.
"La mía no será una lección teórica, se aprende mucho más con la acción, Antonio te sugiero que empieces la exploración empezando por mi parte superior. Hagas lo que hagas, debes hacerlo lentamente, observando, escuchando, oliendo, tocando, debes usar todos tus sentidos... ¡Vamos!"
No creía en mis oídos, me había quedado petrificado, inmóvil, no sabía cómo ni por dónde empezar, ¡estaba avergonzado! Entonces la tía me echó una mirada acompañada de una sonrisa y de un movimiento de cabeza que traducido quería decir "¡Ven!"
Me acerqué delante de ella, le puse una mano en un brazo y lentamente la levanté hasta el hombro, mis dedos se metieron debajo de la solapa de la bata, la levanté para bajarla lentamente sacándola del brazo. Entonces levanté mi mano de nuevo, y tomé suavemente el sostén del sujetador, lo levanté y repetí el mismo movimiento, pero esta vez bajé la prenda aún más. Así como al amanecer se ve salir el sol del horizonte, así yo vi aparecer la aureola de uno de sus pechos y su rayo de luz me deslumbró! Continué el movimiento hasta descubrir el pezón que ya estaba erecto, duro, turgente. ¡Los pezones de la tía son grandes, hinchados y cargados de magia! Sí, tienen un poder de atracción enorme, ¡más que el magnético y aún más que el gravitatorio! Es superfluo añadir que la erección del pezón produjo en mí una mayor erección de mi pene que ya estaba puesto a dura prueba! Bajé todo ese lado de la prenda desnudando el seno izquierdo de tía; era... era... bello! ¡Hermoso, hinchado, redondo, generoso... !
Luego, cargado de la experiencia que acababa de hacerme, pasé a desnudar el seno derecho. Repetí todos los movimientos como si fuera una ceremonia. En realidad lo era! Yo era el sacerdote y la tía era el templo, y yo ahora me encontraba en el templo; yo solo en la inmensa belleza del templo. Si solo el pecho derecho de la tía me había causado una agradable excitación, la vista del busto de Bri completamente desnudo es un espectáculo que quita la respiración, y no es una forma de decir. En una fracción de segundo me encontré con la cabeza inmersa en esas curvas al punto que casi me faltaba el aire! El suave y delicado tacto de su piel, la rugosidad de sus pezones, el olor natural de su cuerpo habían desencadenado en mí un apetito voraz.

Tenía delante de mí la abundancia y yo no sabía por dónde empezar, primero lamo un pezón, luego el segundo, y después volví a pasar al primero hundiendo los dientes, mientras mis manos apretaban un seno a la vez, como si fuera una copa, y mi deseo era beberme de esa copa. Muchos movimientos rápidos y convulsivos se alternaban entre lamidas, pequeñas mordidas y chupaditas.
Había perdido la noción del tiempo, no puedo decir cuánto tiempo dediqué a las tetas de Bri, solo sé que no me cansaba, más bien estaba animado por los aullidos de Bri y sus manos que apoyaban sobre mi cabeza me ahogaban cada vez más en su "barranco". Un barranco que ahora estaba cubierto por el río de mi saliva.
El ritual progresó maravillosamente, hasta que la tía como un director de orquesta decidió cambiar la música con un toque de varita! La varita era obviamente... eheheh sentí su mano agarrar con delicadeza mi pene, me hizo levantar la cabeza y me invitó a acercar mi ingle sobre su esternón, luego tomó el pene con extrema delicadeza, y desde la posición erguida que miraba el cielo lo bajaba hasta colocarlo en su seno inmenso y con un gesto de los brazos sumerge el pene entre sus "tetas".
"Ahora Antonio, no te sugiero nada más, haz lo que te sientes hacer"
Estaba agradablemente atrapado entre sus tetas, y como un prisionero trataba de esquivar ese estrecho moviéndome de pelvis. Veía el glande desaparecer entre las tetas y luego reaparecer hasta tocar sus labios. Cuanto más me movía, más Bri apretaba el pene entre las tetas. Cuanto más apretaba y más se me endurecía.
Cuanto más duro se hacía, mayor era la sensibilidad y así sucesivamente hasta que... hasta que un disparo decidido lanzó una primera salpicadura en el rostro de Bri, un segundo chorro centró la boca, un tercero llegó hasta la barbilla, luego siguieron unos movimientos o mejor dicho impulsos que provocaron el vaciamiento total sobre su pecho. Me rendí exhausto pero la tía no tuvo piedad de mí, con dulzura limpió todo con su voraz lengua y retomó posesión del pene ya flácido para devolverle vida. "No Bri por favor detente" Pero ella parecía sorda, y seguía decidida y determinada. Parecía ver un socorrista empeñado en reanimar un cuerpo sin vida... y después de unos minutos lo que parecía un cadáver reanudó a vivir! La tía ha hecho un milagro! ¡Pero tampoco tuvo compasión por Lázaro que después de unos minutos tropezó por segunda vez!
Estaba asustado, pero lo que más me asustó fue la reacción de mi tía!
"Antonio preparate para lo peor, esto de hoy fue solo una muestra!

3 comentarios - Qué suerte tener a mi tía como educadora