Ya había contado con anterioridad la situación con la hermana mayor de mi novia. Conté que se trataba de un interés que recién iniciaba, que la iba notando. Y justamente, han pasado situaciones que me han hecho notarla aún más y también he empezado a creer que yo podría interesarle.
Tengo grabado un momento, que es breve e infimo pero que me puso y me pone a mil con solo haberlo notado y recordarlo. Ya ha pasado un tiempo de esto, en una ocasión mi novia invitó a comer a casa a su mamá, hermanas y una tía; era algo sencillo realmente, una comida en parrilla y convivir un rato. Cuando llegaron no lo noté, la cuñadita llevaba puesto un vestido floreado que acentuaba bien su anatomía, es decir, su bien formado y jugoso trasero. Como ya mencioné anteriormente, ella y mi novia comparten una anatomía similar y para esa ocasión mi novia también se puso un vestido azul como de mezclilla que tenía el mismo efecto que el de la cuñada. Sucedió pues, que hubo un instante en el que me tuve que centrar en atender la parrilla que voltee hacia la entrada del comedor que ví esos dos cuerpos en el umbral, el de mi novia y su hermana. Ahí estaban, solo de pie, dándome la espalda, ese par de traseros apuntando hacía mi dirección. Los contemplé a mis anchas por unos breves instantes hasta que rompieron la formación y tomaron sus lugares en la mesa. Es una visión que está clara en mi memoria y que me dejó la motivación no ya de mirar más a la cuñada si no, incluso, la sucia fantasía de un trío con las dos hermanas.
Por otro lado, quizá sea mi imaginación trabajando de más, pero tengo la inquietud de que la cuñada también tiene un interés en mí. Puede ser un mero malentendido acerca de la educación que tiene pero cada vez que voy de visita a la casa de la madre y las hermanas, ella está muy dispuesta a servirme, me facilita y resuelve cualquier necesidad sin que se lo pida o que alguien más lo haga; incluso llega a llamarle la atención a mi novia por no atenderme adecuadamente; es algo que rara vez he visto que hace con otros invitados. También noto detalles de coqueteo, miradas esquivas, movimientos nerviosos con las manos, se toca demasiado el cabello cuando estamos sentados en la mesa en alguna convivencia.
No lo sé, es posible que la cuñada también tenga interés, ya contaré más.
Tengo grabado un momento, que es breve e infimo pero que me puso y me pone a mil con solo haberlo notado y recordarlo. Ya ha pasado un tiempo de esto, en una ocasión mi novia invitó a comer a casa a su mamá, hermanas y una tía; era algo sencillo realmente, una comida en parrilla y convivir un rato. Cuando llegaron no lo noté, la cuñadita llevaba puesto un vestido floreado que acentuaba bien su anatomía, es decir, su bien formado y jugoso trasero. Como ya mencioné anteriormente, ella y mi novia comparten una anatomía similar y para esa ocasión mi novia también se puso un vestido azul como de mezclilla que tenía el mismo efecto que el de la cuñada. Sucedió pues, que hubo un instante en el que me tuve que centrar en atender la parrilla que voltee hacia la entrada del comedor que ví esos dos cuerpos en el umbral, el de mi novia y su hermana. Ahí estaban, solo de pie, dándome la espalda, ese par de traseros apuntando hacía mi dirección. Los contemplé a mis anchas por unos breves instantes hasta que rompieron la formación y tomaron sus lugares en la mesa. Es una visión que está clara en mi memoria y que me dejó la motivación no ya de mirar más a la cuñada si no, incluso, la sucia fantasía de un trío con las dos hermanas.
Por otro lado, quizá sea mi imaginación trabajando de más, pero tengo la inquietud de que la cuñada también tiene un interés en mí. Puede ser un mero malentendido acerca de la educación que tiene pero cada vez que voy de visita a la casa de la madre y las hermanas, ella está muy dispuesta a servirme, me facilita y resuelve cualquier necesidad sin que se lo pida o que alguien más lo haga; incluso llega a llamarle la atención a mi novia por no atenderme adecuadamente; es algo que rara vez he visto que hace con otros invitados. También noto detalles de coqueteo, miradas esquivas, movimientos nerviosos con las manos, se toca demasiado el cabello cuando estamos sentados en la mesa en alguna convivencia.
No lo sé, es posible que la cuñada también tenga interés, ya contaré más.
0 comentarios - El problema, sigue siendo la cuñada.