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Compendio III
😑

Les prometo, yo estaba en lo mío, preparándome para comer el almuerzo rico que me preparó mi marido, cuando una vez más, Melissa y Bonnie llegaron para tirarme la misma cantaleta sobre mi matrimonio.
😩
Es como si fuera el único tema estúpido que conocen.
Y sí sé: reconozco que, para ellas, me veo aburrida.
Que “Me estoy perdiendo experimentar con otros hombres” y todas esas leseras, pero yo soy felizmente casada (y en secreto, la puta personal de mi esposo.)
XD
“¿Sabes, Marisol?” comenzó Melissa, con los ojos brillantes por ese tipo de malicia que hace que despidan a la gente, “Eres joven, hermosa y lo tienes todo. ¿Por qué atarte a un solo hombre?”.

Suspiré y dejé mi Tupperware con ensalada de pollo calentando en el microondas (que mi mejor amigo en el mundo me preparó con tanto cariño).
😍
La sala de profesores seguía indiferente con el murmullo de los otros profesores, sin importarles nuestra conversación.
“Mi marido y yo somos felices. Tenemos una relación maravillosa.” Les dije por enésima vez.
“Pero, linda”, me dijo Bonnie con esa voz dulce, pero molesta, apoyándose en la máquina expendedora, con sus labios rojos haciendo una cara, “la variedad es la sal de la vida. No querrás quedarte “pegada en la rutina”, ¿Verdad?”

“Pegada en la rutina” me hace pensar en el pene de mi esposo y se me cae la baba... y es una dulce realidad.
😋

Es que ni siquiera mi mejor amigo, con lo listo que es, sabe por qué se le hincha tanto cuando se viene.
Y claro, me llena de su juguito calientito como si mi vientre fuera una fuente, pero más encima, se queda pegadito y apretado.
¿Y ustedes creen que se queda tranquilito mientras está preso?

😂
¡Falso!
Me besuquea, me agarra las pechugas y el trasero y para cuando finalmente la saca, sigue hinchada y muy parada, lista para darle otra vez.
XD
Mi marido es todo menos aburrido. Anoche, casi me hizo gritar su nombre, hasta el punto de que sabía que, si gritaba, habría asustado a nuestras hijas. Me hizo arquear la espalda como una gata en celo. Tiene habilidades que me hacen sentir la mujer más afortunada del mundo.

🤤
“Marisol, no puedes hablar en serio.” dijo Bonnie haciéndome volver a la tierra, con una mezcla de incredulidad y envidia en la voz. “Tu esposo es un buen tipo y todo eso, pero es tan... predecible y aburrido. Necesitas algo de emoción en tu vida.”
Al oír a Bonnie, me pregunté si alguna vez se había despertado un sábado por la mañana solo para recibir placer oral durante más de cuatro horas. Porque sí, mi mejor amigo es así de dedicado.

Él dice que es justo porque yo lo despierto cada mañana con una mamada. ¿Pero cuatro horas? Algunas veces, pienso que estoy sintiendo calambres después de correrme tanto.
😵 😲 😵 😲
Melissa asintió con la cabeza, sorbiendo su café.
“¿Sabes?, Bonnie tiene razón. A veces necesitas abrir tus alas. Descubrir qué más hay ahí fuera.” Me dijo como si yo no supiera.
Pero más que pensar en aletear, me acordaba de los magistrales tríos con sus amigas.

Mi marido se acuesta con muchas mujeres y yo le animo a hacerlo. Pero la cuestión es que tiene un deseo sexual increíble.
😈
Si por él fuera, me daría duro durante doce horas seguidas (algo que ha hecho como cuatro veces en nuestro matrimonio y cada vez me ha dejado destrozada XD), así que es mucho más divertido compartirlo (y también explorar mi lado lésbico).

😏
Pero esas dos... solo están celosas.
😕
Me ven y piensan que soy una dueña de casa aburrida, pero no saben que soy la que tiene la vida amorosa más salvaje.

“¡Miren!” le dije, tratando de ocultar la sonrisa burlona de mi rostro, “Les agradezco su preocupación, pero yo no busco “variedad”. Tengo todo lo que necesito en casa.”
0.0
Sus ojos se pusieron enormes.
Sabían que algo me pasaba con mi marido, pero no lograban saber qué era.
Así que decidí hacerme la tímida y disfrutar del momento.
😇
“¿Por qué dicen eso?”
Melissa dejó la taza de café con demasiada fuerza sobre la mesa.
“Es solo que... ustedes parecen tan... convencionales. Ya sabes, la misma rutina, día tras día.” Me dijo como si eso fuera malo.
😂
“¿Convencionales?”, me atraganté, a punto de reírme. “¿Convencionales? ¿Nosotros? ¡Amiga, mi esposo da por el trasero cuatro veces a la semana!”

😱
Se quedan boquiabiertas. No se lo esperaban.
Pero es cierto. Mi marido y yo somos todo menos convencionales.
Hemos probado de todo, desde juegos de rol hasta sexo en público.

😤
Tenemos más juguetes y disfraces en nuestro dormitorio que en la sala de juegos de nuestras niñas.
¿Y lo mejor? Seguimos deseándonos como el primer día.
😍
“Y no es porque no me guste...” me sonrojé un poco. “Si fuera por mí, lo haríamos todas las noches. Pero él dice que puede que no sea saludable... así que tuvimos que llegar a un acuerdo.”

😊
Sus ojos se abrieron todavía más y pude ver cómo les daba vueltas la cabeza.
XD
No se lo esperaban.
Pensaban que iba a defender nuestra vida “convencional”, pero no tenían ni idea.
😅
“Es que... mi mejor amigo está bastante bien dotado...” seguí, sintiendo vergüenza y orgullo a la vez. “No solo es largo, sino también súper grueso... hasta el punto de que apenas puedo agarrársela con mi mano.”

😳
Bonnie abrió los ojos como platos.
“Espera, ¿Qué?” balbuceó.
😆
“Sí.” dije con un guiño, “Mi marido tiene una verga que haría sentir orgulloso a una estrella del porno.”

🤤
Solo de pensarlo se me humedeció la conchita.
He tenido cuatro hijos y les juro que cada vez que ese hombre se pone delante de mí con ese enorme tótem entre las piernas, se me hace un nudo en la garganta.
😳
“Pero, pero, pero...” tartamudeó Melissa, buscando las palabras adecuadas. “¿Y qué hay de la conexión emocional?”
“Oh, sí la tenemos.” respondí con una sonrisa mala en los labios. “Pero déjame preguntarte algo: ¿Cuántas emociones crees que siento cuando me la mete tan fuerte que veo hasta las estrellas?”
😏
Mi marido es un padre increíble. Pero cuando se pone caliente, es como si Godzilla arrasara Tokio.
XD
Melissa y Bonnie se quedaron sin palabras.
Pude ver cómo intentan procesar lo que acabo de decir.
Siempre han tenido ideas raras sobre mí, pero ahora se daban cuenta de que no saben nada.
“Solo lo dices para sorprendernos.”, me dijo Melissa con pica, pero dudaba en sus ojos.
😠
Se acercó, inclinándose como si estuviera a punto de escuchar un chisme jugoso.
“¡No puedes hablar en serio!” Me terminó diciendo mi “Yo malvada”.
😑
La miré sin expresión alguna.
Sí, como si el objetivo de mi vida fuera escandalizarla con nuestra vida sexual. Claro.
“No, Melissa.” le dije con voz tranquila y serena, “No lo digo para escandalizarte. Es simplemente nuestra realidad. No somos la pareja modelo de un “matrimonio feliz” porque no necesitamos serlo. Somos felices porque somos auténticos, y eso incluye nuestra vida sexual salvaje y apasionada.”

Bonnie miró rápidamente a su alrededor en la sala de profesores, como si esperara que alguien saliera de entre las sombras y me tachara de mentirosa.
😦
“Pero, Marisol, ¿Cómo mantienes la... frescura?”, susurró, con las mejillas sonrojadas.
XD
No pude controlar mi risa, y el sonido brotó de mi pecho.
“¿Fresca? ¡Ay, linda! No intentamos mantenerla “fresca”. Intentamos mantenernos al día el uno con el otro.”
Y, si soy sincera, estoy perdiendo la batalla: podría contar con una mano las veces que le he dejado agotado y estoy bastante segura de que necesitaría los dedos de toda mi clase para contar mis derrotas.

😵
“¡Miren, chicas!” les dije, tomando mi Tupperware del microondas. “Les agradezco la preocupación, pero creo que me quedaré con mi vida “aburrida”. Tenemos disfraces. Tenemos juegos. Lo hacemos en los lugares más insólitos. Hemos hecho tríos con otras mujeres y demás, así que estoy bastante cubierta en la parte del aburrimiento.”
Sus caras eran una mezcla de sorpresa, excitación y confusión.
😆
Buenísimo.
Quizás ahora me dejen tranquila.
“¿Qué... tipo de juegos?”, preguntó Bonnie, incapaz de contener su curiosidad.
😈
Sonreí dulcemente, disfrutando de su incomodidad.
“¡Oh, ya sabes! ¡Lo habitual!”, bromeé, abriendo mi Tupperware para revelar la ensalada de pollo (¡Olía riquísima!). “Mi marido y yo somos bastante creativos.”
Pero no pude aguantar más...
“Me gusta fingir que soy otra persona, ¿Saben? Como una de sus compañeras de trabajo, o quizá una vendedora en una tienda.” les dije con una sonrisa pícara y traviesa.
😳 😊
Melissa dobló las cejas y las mejillas de Bonnie se volvieron más rojas que un tomate maduro.
“¡Vaya!” susurró. “No tenía ni idea.”
“Sí... y bueno, le pregunto cómo se las tiraría. Qué haría. Cosas así.” Les seguí contando con la boca hecha agua.
La verdad es que la mayoría de las veces no tiene que fingir: se tira a esas mujeres y comparte lo que hizo para volverlas locas.
¡Y vaya que mi mejor amigo sí que es creativo!

😛
Melissa se quedó con la boca abierta, como si hubiera visto un fantasma.
“¿Quieres decir que él te lo cuenta?”
Me sonrojé un poco...
😊
“Bueno... en realidad me lo muestra.” respondí con una suave sonrisa. “Como cuando me inmoviliza sobre el escritorio mientras me da por detrás... o como cuando me siento sobre él mientras me come los pechos... o la forma en que me come mi sexo mientras reviso los deberes de mi clase...”
😛
Sí. Aquella tarde de sábado fue memorable, pero nunca más volveré a dejar que lo haga. Tardaría una eternidad en terminar el trabajo.

XD
Melissa seguía con la boca abierta, pero ahora parecía que se estaba atragantando con algo.
Bonnie se abanicaba con una servilleta.
Ambas sabían que no mentía.
Lo veían en mis ojos, en la forma en que mi voz temblaba ligeramente por la excitación.
😤
“Y luego están los disfraces.”, dije con una sonrisa picante. “Mi marido sabe que me encanta disfrazarme, así que tengo los básicos: colegiala, monja, enfermera, novia, chica mágica. Pero mi marido se ve increíble como soldado, espía secreto, obrero de la construcción... ya se hacen una idea.”

Los ojos de Melissa se pusieron más enormes.
😳
“¡Dios mío!” Dijo casi sin voz. “No tenía ni idea.”
“Sí, y como les he dicho, tiene una herramienta enorme... algo que te hace la boca agua y te da ganas de que te castigue con ella.”
😋
Melissa me miró con una mezcla de envidia y escepticismo.
“Pero eso no puede ser todo. Debe haber algo que no nos estás contando.”
“Bueno, sí...” suspiré. “Es que no me siento muy cómoda con la idea de acostarme con otro chico, ¿Saben? Antes de conocer a mi esposo, todos los hombres eran unos tontos... así que, cada vez que hemos tenido un trío...”
Se inclinaron hacia mí, ansiosas por conocer más detalles jugosos.
😈
“Quiero decir que empiezas a ver las cosas de otra manera.” continué. “Las mujeres son... bueno, increíbles... y ya sabes... cuando estás en la cima mientras te la meten increíblemente... sus pechos rebotando... sus intensos gemidos pidiendo más... te cambia. No solo eres tú quien siente que estás teniendo el mejor sexo de tu vida, ¿Sabes? De hecho, puedes verlo en otra persona.”

😍
Melissa y Bonnie intercambiaban miradas.
Podía ver cómo les da vueltas la cabeza, probablemente pensando que me había vuelto una MILF total.
“Además, tiene un enorme pene para compartir.” me reí. “Así que mientras una le chupa la punta, yo le mordisqueo los testículos hinchados. O no sé. Las dos besamos y lamemos su delicioso miembro. Por no hablar de que su semen tiene un sabor súper rico. Tanto es así que no puedo levantarme de la cama cada mañana sin hacerle una mamada. Sinceramente, me llena tan bien que nunca he necesitado desayunar después.”

😤
Tenían las mejillas encendidas y los ojos brillantes, probablemente imaginando todas las cosas que he hecho.
Es curioso cómo la gente piensa que, por parecer una modesta ama de casa, llevas una vida aburrida. Si supieran...
“Y luego están los lugares donde lo hemos hecho.” Suspiré. “A estas alturas, es mucho más fácil decir los lugares donde no lo hemos hecho... en un avión, por ejemplo... o en un tren, también. Dentro de un closet...”
Ambas me miraron con la boca abierta. No sabían si estar horrorizadas o impresionadas.
😱
“Hacerlo en el océano es raro.” les dije. “Todo tu cuerpo flota, así que tienes que agarrarlo y empujar con fuerza para que te penetre con su pene. Te cansa mucho y no es tan agradable como podrían creer.”
😕
Melissa y Bonnie me miraron con la boca abierta, incapaces de creer las palabras que salían de mi boca.
“¿En el océano?” logró decir Bonnie.
Asentí con la cabeza, sonriendo al recordar.

😆
“Sí, lo intentamos hace unos años. El agua no dejaba de separarnos. Además, el agua tiene que estar a la temperatura adecuada. Ni loca lo haría en mi propio país.” Les conté muerta de la risa.
Los ojos de Melissa se abrieron como platos.
😳
“¿Cómo... cómo lo hicieron?”
“Bueno, estábamos de vacaciones en Indonesia... y la playa era bastante apartada... aunque una amiga argentina y su hermana gemela nos vieron haciéndolo... así que...” Me encogí de hombros.
🤷
Sus ojos se abrieron aún más, si es que eso era posible.
“Espera, ¿Qué?” tartamudeó Bonnie.
“Bueno, sí.” respondí. “Mi amiga estaba tomando el sol y su hermana estaba surfeando. Hubiera sido grosero por nuestra parte echarlas de la playa porque queríamos hacerlo en el mar.”

Me miraron, con una mezcla de sorpresa y admiración en sus rostros.
“¿Tuviste un trío con tu amiga y su hermana?” preguntó finalmente Melissa.
🤔
“Bueno, no con ellas, ahora que lo mencionas.” Respondí, tratando de recordar. “Pero mi marido se las comió a las dos. Eso sí lo recuerdo.”
Sus ojos se abrieron aún más, si es que eso era posible. No podían creerlo.
“¿Y cómo fue eso?”, logró preguntar Melissa, con una voz apenas audible.
“Bueno, la hermana empezó a darle clases de surf, así que unos días después de hacerlo conmigo en el mar, mi marido se la tiró a ella también en el mar. Y mi amiga, se la tiró unos días más tarde. Fue bastante entretenido. Son gemelas idénticas y él era capaz de distinguirlas. Creo que es la segunda vez que se tira a un par de hermanas, después de acostarse con mi hermana y conmigo. ¡Esos tríos que compartimos fueron increíbles!” dije con orgullo.

😤
Melissa y Bonnie no podían creerlo. Parecía que hubieran visto la puta madre de los fetiches.
“¿Gemelas idénticas?” preguntó Bonnie. “¿Y te pareció bien?”
“Más que bien.” Respondí con un guiño. “Es bastante excitante ver a tu marido tirarse a alguien que se parece a tu mejor amiga. O a tu hermana. Además, la segunda vez que lo hicieron, volaron desde Italia solo para acostarse con mi esposo. ¿Cómo iba a decirles que no?”

Se quedaron boquiabiertas.
No sabían qué decir.
😈
Esperaban la triste historia de una ama de casa aburrida y, en cambio, se encontraron con la historia de una mujer cuyo matrimonio era más aventurero que sus fantasías más salvajes.
“Por no mencionar que mi marido es un caballero. Llevó a cada hermana a citas diferentes y les encantó. Quizás, mi única queja es que a mi esposo no le gusta mucho la idea de los tríos, a pesar de que la mayoría de nosotras estamos de acuerdo en que él es increíble en ellos.” les dije mientras reflexionaba.
😕
Melissa y Bonnie se miraron, con expresiones que mezclaban incredulidad y envidia.
No tenían palabras para responder.
Habían acudido a mí con su “sabiduría” sobre explorar fuera de mi matrimonio, pero ahora eran ellas las que estaban recibiendo una lección sobre la humildad.
“¡Miren!” dije, dando un bocado al pollo, que para variar sabía exquisito. “Sé que nuestra vida no es para todo el mundo. Pero es perfecta para nosotros. Y, francamente, no la cambiaría por nada.”
Melissa y Bonnie se quedaron allí, sin decirme nada.
Podía verlas haciéndose un caldo de cabeza mientras intentaban conciliar a la “inocente” Marisol que creían conocer con la aventurera sexual que les acababa de mostrar.
Fue un momento delicioso, verlas retorcerse.
Finalmente, Melissa recuperó la voz.
“Pero ¿Qué pasa con el amor, Marisol? Me refiero a todo eso... ¿No se convierte en algo... no sé... físico?”
Sinceramente, me sorprendió: ¿Melissa, feminista y activista social de pura cepa, preguntando sobre el amor?
“Melissa, el amor no es solo tomarse de la mano y caminar hacia la puesta de sol, que es lo que hacemos y mucho.” dije, disfrutando del crujido de la ensalada entre mis dientes. “El amor consiste en conocer los deseos, los límites y ... bueno, las cosas raras del otro. Consiste en satisfacer nuestros gustos, explorar nuevas cosas, hacernos felices mutuamente y crecer juntos.”
Di un sorbo a mi agua, observándolas mientras trataban de entender mis palabras.
“Nuestro amor es... intenso. No se trata solo del aspecto físico. Se trata de la conexión, la confianza y el entendimiento que tenemos. De hecho, ¿Creen que llego a casa, saludo a mi marido y a mis hijas y me pongo a ver la televisión? Porque les digo una cosa: nuestra cocina ve mucha acción durante los días de semana.”

Ambos parpadearon rápidamente, tratando de seguir el ritmo de las imágenes que mis palabras pintaban en sus mentes.
“Pero... ¿Cómo mantienes todo eso en secreto?” logró preguntarme Bonnie, con la voz un poco temblorosa.
“Somos cuidadosos, pero sobre todo somos sinceros. Además, mi marido es un planificador increíble y a ninguno de los dos nos gustaría que nuestros hijos nos pillaran con los pantalones abajo.” respondí, metiéndome un tomate cherry en la boca y masticándolo lentamente, disfrutando de su jugoso estallido de sabor. “Tenemos un acuerdo y nos aseguramos de que todos los involucrados sepan cuál es la situación. Nos aseguramos de que nuestras hijas estén entretenidas y luego pasamos a nuestro “Tiempo especial para mamá y papá”. Hasta ahora nos ha funcionado bien.”
Melissa y Bonnie se miraron entre sí y luego volvieron a mirarme.
“Pero ¿Qué pasa con tus hijos?” preguntó finalmente Melissa. “Deben sospechar algo.”
😟
“La verdad, mis gemelas mayores están empezando a sospechar.” dije un poco preocupada. “Están a punto de entrar en esa edad, pero saben que mi marido y yo nos queremos mucho. Así que, aunque sienten curiosidad, también nos dejan en paz.”
Di otro bocado a mi ensalada, masticando pensativamente.
“Y, bueno, hemos hablado mucho con ellas. Saben que no somos como otros padres. Que tenemos... formas “especiales” de demostrar nuestro amor. Y lo aceptan. Saben que, mientras todos estén de acuerdo, sean respetuosos y estén felices, no hay nada de malo en ello.”
Bonnie tragó saliva con dificultad, sin apartar los ojos de mi rostro.
“Pero ¿Qué pasará cuando sean lo suficientemente mayores como para entender lo que realmente hacen?”
“Bueno, las hemos estado preparando desde que eran pequeñas.” respondí con un tono de diversión en mi voz. “Hablamos sobre el amor, el sexo y las relaciones de una manera muy abierta. Saben que cada persona tiene preferencias diferentes y que, siempre que sea entre adultos que dan su consentimiento, no es algo de lo que avergonzarse. Les enseñamos a tener una mentalidad abierta, a ser respetuosos y a buscar siempre la felicidad.”
El silencio se hizo denso mientras asimilaban mis palabras. Finalmente, Melissa habló con voz vacilante.
“Pero ¿Y si descubren los detalles?”
Me encogí de hombros, con una leve sonrisa en los labios.
🤷
“Bueno, no creo que estén preparados para conocer toda la historia todavía, pero si lo están, les diremos la verdad. Que su papá y yo nos queremos tanto que siempre buscamos nuevas formas de expresarlo. Y que, a veces, eso implica a otras personas.”
Las dos me miraron como si me hubiera salido otra cabeza.
XD
“¿Otras personas?”, susurró Bonnie, con los ojos tan abiertos como el Gran Cañón.
“Sí. Como mi mamá, mis hermanas, mi prima e incluso mi tía, por ejemplo. Por no hablar de la mejor amiga de mi marido en el trabajo, su antigua asistente, la jefa de Recursos Humanos donde trabaja, una escort a la que él le consiguió un trabajo allí, la madre de uno de los amigos de mi hijastro que trabaja en su empresa, etc.” Continué enumerando mientras masticaba la lechuga.

Melissa y Bonnie se quedaron tan boquiabiertas que se podía oír a los otros profes hablando en la sala de profesores.
“¿Tu familia...?” chilló Melissa.
Asentí con la cabeza.
“Sí, toda mi familia. Somos bastante abiertos. Quiero decir, no es algo que hagamos todos los días, porque viven en otro país, pero cuando surge la ocasión, no decimos que no. Y todos son adultos. Saben lo que hacen.”

Bonnie parecía a punto de desmayarse.
“Pero... pero... ¿No es raro?”
Me encogí de hombros.
“¿Verlas con la misma mirada de satisfacción que tú tienes? No lo creo. Además, todas coinciden en que mi marido es increíble en la cama.”

Melissa me miró como si fuera un extraterrestre, parpadeando rápidamente.
“¿Tu familia...? Es que... ni siquiera puedo...”
Respiré hondo, saboreando el momento.
“Mira, sé que no es tradicional, pero es nuestra historia de amor. Y es preciosa. Claro, es complicada, pero ¿No lo son todas las relaciones? Lo importante es que somos felices. Y que toda mi familia lo quiere tanto como yo.”
Melissa y Bonnie se miraron entre sí, luego volvieron a mirarme, con una mezcla de asombro y fascinación en los ojos.
“Yo... no tenía ni idea.” logró decir Melissa finalmente.
Me di cuenta de que la campana estaba a punto de sonar.
“Sí, pero volviendo al tema, chicas, hagan lo que quieran.” dije, masticando el resto de mi lechuga. “Si quieren probar diferentes penes, adelante. Pero yo amo mi vida matrimonial y amo a mi marido y a nuestros hijos. Él me trata como la gran puta que soy cuando quiero, pero también soy su reina en todos los demás momentos. Es un padre increíble y realmente ama y cuida a nuestros hijos, así que no quiero probar nada más. Yo tengo mis perversiones, él también, y nos complementamos. Ni más ni menos.”

Sonó la campana, señalando el final de la pausa para comer.
La sala de profesores volvió a animarse cuando todos empezaron a recoger sus cosas.

Melissa y Bonnie se quedaron allí, mirándome como si acabara de revelar el secreto de la eterna juventud.
“Bueno, supongo que es hora de volver al trabajo.” dije, levantándome y recogiendo mi Tupperware vacío. “Pero si alguna vez quieren saber más o tienen dudas sobre probar algo nuevo, solo tienen que decírmelo. Tengo muchas historias y experiencias que compartir.”

😉
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