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El criado de mi jefa (7): Primer intento de preñar a Clara

Ya era hora de salir de la empresa, últimamente estaba feliz, un sentimiento que me era desconocido. Al salir estaba Clara esperándome, me dijo que me esperaba a las nueve en su casa, y me dio la dirección, yo fui al gimnasio, entrene tranquilo no quería esforzarme mucho, la noche iba a ser larga. Cuando nos cambiábamos me preguntaban mis compañeros si iba a venir la belleza del Audi a buscarme, yo solo me reía. Al salir todos se quedaron sorprendido del vehículo en el que andaba, creo que alguno se quedo con la boca abierta, seguro pensaron que era un mantenido o chico de alquiler, claro que me faltaba la belleza y el cuerpo para ser uno.


Me fui me bañe y me cambie en mi departamento, me puse buena ropa, y un perfume riquísimo y fui rumbo a mi destino. La casa era impresionante, como todas las que había visto hasta ahora de los dueños de la empresa, aunque ninguno se comparaba con la mansión que viva Susana, esa era para que vivieran cien personas cómodas. Esta era una casa clásica, como para una familia, en una buena urbanización. Me abrió el garaje y yo entre directamente, luego me dirigí a la puerta que comunicaba el garaje con la cocina, Clara me llamo desde el comedor, yo seguí la voz, vi una mesa preparada con comida y velas, y un poco más allá estaba ella, con dos copas de vino en la mano, vestida para el infarto.


Clara: Hola mi cavernícola.- no se por que me habían hecho esa fama.


Ella estaba radiante, perfectamente maquillada y peinada, con el pelo suelto, sus rubios cabellos caían, tenía un conjunto de lencería de encaje con transparencia, negro con detalles rojos, su corpiño resaltaba sus pechos medianos, una tanga chiquita, medias con ligas hasta medio muslo. Su cuerpo era la envidia de cualquier jovencita, sus muslos estaban torneados y marcados por el gimnasio, su abdomen plano y marcado, y tenia un culo chiquito pero redondito. Con una media sonrisa, me miraba con deseo, su miraba era como divertida.


Clara: Hoy podrás hacer conmigo lo que quieras, siempre que acabes dentro mío, estoy en mi periodo fértil.- parecía que estaba en celo, es más sus pezones estaba como piedra.


Según me habían contado Vale y Juli, llevaba sin sexo desde que nos vimos en la mansión, y tenia un gran deseo sexual, las cuatro eran muy diferentes, Susana era dominante, Juli necesitaba alguien que la tratara de igual a igual, Vale era romántica, y Clara necesitaba alguien que la dominara, por eso se llevaba bien con Susana.


Bien si quería que fuera un animal en una historia porno, así seria, le cumpliría la fantasía a Clara. Sobre la mesa había camarones en salsa, jamón cortado, y ostras. Tome esta ultima le puse limón, y la comí, use bastante la lengua para sacarla, con cuidado de no cortarme, me dirigí hacia Clara la tome de cuello.


Alberto: Esto esta riquísimo, quieres probar.


Ella solamente asintió ya no se reía tanto, le metí la lengua hasta las amígdalas, y ella en el acto reacciono y me correspondió el beso. Con mi lengua intente recorrer cada rincón de su boca, pelear con la de ella. Nos separamos y di unos pequeños mordisco a sus labios. Tome una de las copas de vino que seguía sosteniendo en sus manos.


Alberto: mmm creo que primero comeré el postre.- dije lamiendo mis labios, me acerque a su oído.- es que esta más sabroso.


Dejamos las copas en la mesa, ella fue a decir algo pero no la deje, la levante en mis brazos y la deposite sobre la parte vacía de la enorme mesa, tome su cabellos y los jale un poco y me acerque a ella.


Alberto: Este es el lugar apropiado para comer mi postrecito.- ella me miraba fijamente a los labios.


Pase mi lengua por sus labios, y después nos trenzamos en un caliente beso, nos abrazamos y nuestras manos recorrían el cuerpo de la otra persona. Mi mano libre recorría su espalda, la otra estaba firme es su cabello, eso era un pequeño secreto que me contaron las chicas. Sus manos intentaban desabrocharme la camisa, aunque más bien estaba arrancándomela. Dirigí una mano a sus tetas y empecé a apretarla, sin dejar por un minuto de besarnos.


Ella apretaba mi pecho y metió una mano en mis pantalones apretando mi miembro como si fuera una pelotita anti estrés. Nos separamos un poco para coger bocanadas de aire, no nos perdíamos de vista, tome su tanga y lo rompí, lo lleve a mi nariz y vi que tenia una baba donde hacia contacto con su vulva, el olor a hembra en celo, el mismo que producen las hormonas cuando una mujer ovula. Recogí con mi lengua su flujo.


Alberto: Mi postrecito esta delicioso.- y volví a lamer su tanga.


Ella intento volver a besarme mientras sacaba mi pene del pantalón. La aplaste contra la mesa impidiéndoselo, baje y vi un pequeño triangulito de bellos rubios en su pubis, sus rosados labios estaban brillantes.


Alberto: Quieta, quiero disfrutar de mi postre.


Empecé a recorrer toda su vulva mientras ella no paraba de gemir y segregar flujos. Puso sus piernas sobre mis hombros, y me tomaba de los cabellos. La posición me parecía incomoda ya que me tenia que agachar mucho, y no me quería arrodillar, haciendo uso de mi fuerza la levante, era una pluma no debía llegar a los cincuenta kilos, ella se sorprendió y dio un pequeño grito, quede parado con sus piernas en mis hombros, una mano mía en su trasero, otra en su espalda y mi lengua entre sus labios vaginales, sus manos estaban aferradas a mi cabeza.


Una vez recuperada de la novedad gozaba y gemía sin parar, para pocos segundos después inundar mi boca con grandes cantidades de flujo producto de su orgasmo. Su cuerpo se relajo y la baje, la deposite sobre la mesa, le di un beso en la frente.


Clara: Te gusto el postre.- me termine de desvestir.


Alberto: solamente le di una probadita, todavía no me lo cómo.


La tome en mis brazos y nos dirigimos a la habitación, mientras la llevaba en brazos ellas empezó a morderme el lóbulo de la oreja, y a rasguñar mi espalda.


Clara: Que fuerte que eres.- dijo y se metió media oreja en la boca.


La deposite en su cama, intento ir a hacerme una mamada, la tome del cuello y empecé un beso posesivo, mientras mis dedos masajeaban su vulva. Ella tomo mi pene y empezó a frotarlo, también mis huevos recibieron sus caricias, cuando se canso de jugar con ellos, sus unas los rasguñaban suavemente, un cosquilleo de placer me recorrió el cuerpo, esta mujer tenia habilidades únicas. Deje besarla nos mirábamos buscando recuperar el aliento ella con una mano en mis huevos, otra frotándome el pene y una mía en su vulva, la otra bajo el corpiño y empecé a comerle las tetas. Cuando mis dedos notaron el creciente calor en su vagina decidí que ya era hora.


Alberto: Ahora si te voy a preñar, o me divertiré en el intento.


Tome una pierna suya y la puse en mi hombro, intente imitar la tijera que hacen las mujeres, puse mi pene en la entrada de su vagina y la penetre de una, hasta el fondo, apretó sus dientes y dejo escapar un largo suspiro. Sostenía con mis manos sus nalgas, dejando en el aire, solo el contacto con la cama su cabeza y omoplatos, y sus brazos, las penetraciones era profunda y lenta, la sacaba dejando solo la cabeza a dentro y la volvía a meter, mi pubis chocaba contra su clítoris que estaba erecto y durísimo como un garbanzo.


Clara: Salvaje me vas a partir así, siento que me abres toda, esta muy bueno esto, no pares.- no paraba de mirarme fijamente a los ojos.


Con dos dedos empecé a masajear su ano, mientras le seguía dando duro, cuando note que estaba por acabar le metí dos dedos en su culo, fue inmediato empezó a acabar fuertemente. Era la señal que yo estaba esperando para dejarme ir, la llene y no saque el pene, para que actuara de tapón. A ella la deposite en la cama para que forzara más su espalda, un par de minutos después saque mi pene de su vagina, apenas había perdido rigidez, estaba todo lleno de semen y sus jugos.


Me puse al lado de su cabeza, me miraba jadeando por el esfuerzo, tome mi pene y lo pase por su boca, no hizo nada, volví a repetir la maniobra y ella saco la lengua, y seguí repitiendo lo mismo, hasta que ella repuesta se la metió en la boca, tome su pelo y empecé a penetrar su boca como si fuera una vagina, baba se escapaba por la comisura, estuve así un buen rato.


Alberto: Ven vamos a bañarnos así bajamos a comer.


Entramos a la ducha, empezamos a besarnos, le hice seña que no era lo que quería, la levante a pulso, ella cruzo las piernas atrás mío, dirigí mi pene a su vagina y la penetre, ella lanzo un grito de dolor, porque se le había cerrado. Pero no importo yo me moví lentamente mientras la besaba, y mis dedos jugaban en la entrada de su ano, un par de minutos después ella gritaba.


Clara: Más fuerte mi animal, rómpeme toda salvaje.


Tuve que apoyarla contra la pared para mantener el equilibrio y poder darle más fuerte. Un momento después los dos estábamos acabando. Fuimos a cenar desnudos, cuando terminamos lo volvimos a hacer en la mesa, y después dos veces más en la cama, yo acabe dos veces más, ella cinco.


La mañana comenzó con un desayuno cargado de café amargo, reflejando el poco descanso que habíamos tenido con Clara, nos despedimos con un beso en los labios. Me tocaba ir a buscar a la señora Susana al aeropuerto, así que me subí al Porsche y tomé rumbo hacia allí. Al llegar, estacioné en el sector VIP y me dirigí a la sala de recepción para esperar a la señora Susana.


Después de unos veinte minutos, anunciaron su llegada del avión privado, ella apareció por la sala de arribos vestida impecablemente, con un traje azul oscuro, y camisa blanca, lentes de sol y un tono bronceado en su piel. No se la veía cansada, la verdad que el viaje era de una hora y media, y era media mañana, había dormido bien y no madrugo mucho para ir al aeropuerto. Me apresuré a saludarla y tomar su equipaje, y la seguí mientras ella me daba unos escuetos buenos días. Subimos al vehículo y me pidió que la llevara directamente a la empresa.


En el camino, la señora Susana comenzó a hablar conmigo, preguntándome sobre mi opinión sobre la empresa, sobre el área en el que estaba trabajando. Le di mi opinión sincera y ella parecía meditar cada respuesta. Luego, me preguntó sobre la Exportadora de Cereal que acababan de comprar y le expliqué que era un paso importante para el grupo, ya que les permitiría tener un mayor control sobre el transporte y reducir costos, en realidad era un negocio redondo y que en poco tiempo multiplicaría sus ingresos. Me felicitó por haber iniciado una empresa con mis amigos informáticos, diciendo que era bueno que no viviera de mi futura esposa. Eso hablaba bien de mí, al igual que la golpiza que le di a Martín, era algo que veía con buenos ojos.


En el camino me llego un audio de María, como el teléfono estaba al lado de la caja de marchas me pregunto quien era, ya que vio el nombre, y me dijo que no me avergonzara y escuchara el audio, en el mismo básicamente me decía que me iban a sancionar por llegar tarde, que los directivos se reunirían con doña Susana para pedirle mi cabeza y transmitirle las sospechas de que yo estaba involucrado en el robo del Director de compras. Susana sonrió, al llegar al edificio de la empresa estacione en la plaza destinada para la CEO, me dio su portafolio, y me dijo que la siguiera, llegamos a su oficina, en el piso quince.


La secretaria le aviso que como ella lo había ordenado los tres directores estaban esperando en la sala de juntas. Yo parecía su guardaespaldas atrás de ella. Entro y la estaba esperando, se sorprendieron al verme.


Susana: Que es tan importante que querían verme con urgencia.


Director Recursos Humanos: Señora queríamos tratar el tema de algunos empleados, y un suceso que paso con el Director de Compras.


Susana: y que me traen el chisme como una vieja chusma de barrio.


Director Recursos Humanos: Señora vera es que Martín no ha podido venir.- lo corto en el acto.


Susana: la única excusa para que no este, es que esta muerto, sino que se presente a trabajar o renuncie.- Todos pegaron un pequeño salto por el tono tan drástico y enérgico.- Urgente, saben lo que es urgente y preocupante, que una de las dueñas fue atacada el miércoles, o sea mi hijastra corrió peligro real, eso es urgente. Yo se quien es él responsable, no tengo pruebas por el momento, pero tampoco tengo dudas. Por eso uno de mis hombres de confianza tomo medidas al respecto, aunque creo que le voy a pagar la mitad porque me entere que la mierda esa sigue caminando, tal vez con sus cómplices tenga más suerte. Hay algo más urgente que quieran tratar.


Todos al unisonó dijeron que no, y se dispusieron a retirarse.


Susana: Una cosa más, el señor Rodríguez ha estado haciendo horas extra para la empresa, fuera de la misma, no debe ser sancionado, es más me mandara una forma para autorizarle un bono por diez mil dólares, no que sean mejor cinco, así aprende.


Creo que los directivos salieron como si hubieran querido jugar a la ruleta rusa con el diablo, estaban blancos como el papel.


Susana: Señor Rodríguez he visto que maneja el Porsche de Valentina, y me han dicho que no se siente cómodo en él, esta tarde me llevara a casa ahí hay un garaje con más de treinta vehículos, escoge uno y se lo transferiremos.


Alberto: Mire Sra. Susana, yo voy a arreglar mi auto, y le devolveré.- me corto en seco.


Susana: Creo que no has entendido algo.


Se paro y me miro fijamente, algo que casi nunca hacia con nadie, su voz cambio, parecía Batman, más ronca y rasposa, y hablaba más lento.


Susana: Ahora eres parte de la familia, por eso me gusta que te defiendas y nos protejas. No quiero que nadie te pisotee o pase por sobre ti, nos representas, por eso debes vestir bien, y andar en algo bueno. Nosotros no queremos hombres débiles a nuestro lado. Otra cosita semental.- volvió a cambiar el tono de voz y volvió a la normalidad.- Quiero que hoy descanses, mañana viajare a la casa de la playa y quiero que me acompañes, así que deja preparada tus cosas. Te espero a la salida, para que me lleves a mi casa.


Salí pensativo de la reunión, no sabía si era bueno o malo, por empezar lo malo me había puesto en bandeja y prácticamente había admitido que yo había golpeado a Martín, otra cosa mala era la salud mental de la señora Susana, yo era autista y podía entender alguno de sus comportamientos, pero otros, la verdad no os entendía. Lo bueno es que me había tirado a las hienas, estos no eran lobos, pero me había respaldado y los amenazo. Otra era que me reconocía como parte de su familia, y me aceptaba. Como dije era muy complicada la jefa.


No vi a nadie del grupo de delincuentes, así que me dedique a mi trabajo tranquilamente.


En la hora del almuerzo baje al comedor y me junte con mis amigos. Ellos ya estaban comiendo, Kevin parecía una moledora comía todo a toda prisa, mientras Lautaro no paraba de hablarle, y hacer planes. Lo que alcance a entender de todo, es que el departamento técnico, le había dado algunas especificaciones que tenia que cumplir el programa, y estaban planeando todas las modificaciones, era algo que los chicos ya preveían, ya que cada empresa iba a necesitar una adaptación del programa a su estructura, era algo que facilitaba la Inteligencia Artificial, ellos discutían como llevarlo a cabo, mientras tanto yo comía tranquilamente, en eso se sentó Valentina con nosotros, ellos se quedaron congelados mirándola.


Vale: Hola chicos como están.- y en un tono más bajo.- cariño buenos días.


Ambos al unisonó la saludaban.


Ambos: Señorita Valentina.


Vale: tranquilo chicos, estamos almorzando, a parte son los amigos de mi novio. Cariño tendrás que invitar algún día a comer a tus amigos.


Ellos terminaron rápido, se disculparon y se fueron a sus labores, nos quedamos con Vale riéndonos a carcajadas, nunca los habíamos visto tan incómodos. Después de reírnos un rato de mis amigo me recordó que le podía decir y que no.


Vale: Por cierto que le has hecho a Clara, esta destruida, pero feliz, es más me dijo que me envidiaba.


Alberto: Después te cuento cariño, aunque creo que los detalles te lo adelantara otra persona, ahora estoy preocupado por Susana.


Le conté todo lo pasado con Susana desde que la recogí en el aeropuerto, ella pensaba todo, la tome por sorpresa por primera vez.


Vale: No me dijo nada de esto, debe haber tomado la decisión en el acto. Y de todo lo que hablaron.- seguía pensativa.- Mira querido Susana no es como todas las mujeres, mira ella es sapio sexual, a ella le atrae la inteligencia de los hombres, aparte de muchas sensaciones que les pueda brindar, a ella no le va el físico o la apariencia, aunque si te va exigir que estés bien presentable. Esto tenemos que hablarlo en profundidad en la cena.- iba a hacer mención de la vez que me quede en su casa y terminamos teniendo sexo, pero me leyó la mente.- No cariño, no haremos nada, te iras a dormir a tu departamento.


A la salida espere a la señora Susana, y apenas se monto en el vehículo se saco los zapatos, y emitió un largo suspiro, ella se subió como en la mañana en el asiento del acompañante, por lo tanto muchas personas nos vieron. Se recostó en el asiento y cerró los ojos, yo no sabia si se había dormido o solamente estaba descansando, pero no emití ni un ruido. Cada semáforo o vez que me tenía que parar la admiraba, era una belleza como mediterránea, piel clara un poco bronceada, pelo negro ondulado, de su cuerpo no se veía nada tenia un traje muy elegante pero sobrio. Justo cuando estábamos por llegar a su casa me hablo, estaba parado en el semáforo, y después de eso tres cuadras adelante estaba su mansión.


Susana: Señor Rodríguez no se cansa de mirar, voy a pensar que le gusto.- ella no abrió los ojos en ningún momento.


Alberto: Bueno es usted una mujer hermosa, pero en realidad la estaba viendo e intentaba descifrarla, es que Usted para mi es una incógnita, como un acertijo difícil de resolver.


Ella me miro y sonrió, parecía que le causaba gracia mi respuesta o esperaba que dijera otra cosa. Entramos a su mansión y la rodeamos y fuimos atrás donde poseía un amplio garaje.


Susana: Elige algo cómodo, iremos en él, quiero viajar por carretera. Me esta esperando la masajista, después de eso quiero dormir temprano.


Llamo Daniel el encargado de los vehículos, este cuando vino le dijo que yo me llevaría el vehículo que escogiera, que me facilitara todo los papeles.


Me quede con los ojos cruzados cuando vi la colección de autos que había ahí, treinta y cinco autos, quince de ellos Mercedes Benz, había desde 1960, algunos eran hermosos y de colección, uno de los más nuevos era un Maybach S680 bicolor negro y gris, la más modesta era una Van MB Vito, pero al abrirla su interior estaba configurada de súper lujo para que viajaran cuatro ocupantes. Había también Porsches antiguos y nuevos, Audi, para destacar dos Ferrari una F40 y otra Enzo, también había un Pagani Zonda, yo no quería nada tan llamativo y al fondo había cuatro 4×4 elegí el más nuevo pensando en el viaje un Toyota Land Cruiser modelo 2020 blanco.


Fui al gimnasio, los chicos no me dijeron nada pero me miraban extrañados, como dije éramos conocidos con todos, más de juntarnos a tomar un par de Cervezas no ha pasado. Cuando me estaba cambiando para salir mire mi teléfono y tenia varias llamadas perdidas de Juli, y un WhatsApp, simplemente en él me decía que estaba por la zona y se tomo un Uber hasta mi gimnasio, para que fuéramos juntos a casa de Valentina. Cuando íbamos saliendo uno largo como chiste, a ver que auto trae ahora Alberto, o que hermosa mujer largo otro.


Se quedaron mudos cuando vieron a Juli, esta por supuestos los escucho, vino a mi encuentro y se largo hacia mis brazos tomándome del cuello y estampándome un beso.


Juli: Hola mi grandulón, me moría por cenar contigo.


Nos fuimos caminando de la mano hasta el Toyota Land Cruiser, mientras que todos se nos quedaban viendo. De ahí a la casa de mi novia a cenar y sobre todo a que me prepararan para la dominatrix la señora Susana.

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