Fotos que tomamos mi esposa y yo, tratando de darle un toque erotico
Total libertad para comentar lo que quieran
Espero sean de vuestro agrado
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A pedido de muchos... arrancamos en color
AXEL
Atrás en el tiempo, mi relación de pareja con Esteban estaba en mis mejores días, después de un par de años de matrimonio al fin podíamos dejar de alquilar y hacíamos realidad el sueño de la casa propia
Ciertamente, no era ni por lejos lo que hubiéramos querido comprar, pero en definitiva, era nuestra
La casita era modesta, interna, de pasillo, muy simple, una cocina comedor bastante confortable, un baño, apenas un dormitorio y un patio trasero, que era lo que más me gustaba, tenía césped, tenía parrillero y hasta un pequeño quincho, era mi escape, podía comer una rica parrillada, tomar sol, o al menos un lugar donde poder desayunar y/o merendar, hasta una improvisada cena romántica a la luz de la luna
Nuestra casita, era gemela a otra lindera, eran esas casas construidas con poco para gente que no tenia muchos recursos, típicas de planes del gobierno de turno
Ahí vivía la familia Ordoñez, un matrimonio de una generación más vieja a la nuestra, nos llevaban varios años y nos transformaríamos en soportes mutuos como naturalmente suele darse en situaciones como esta, donde a veces, tus vecinos son más importantes que tus parientes
Ellos habían agrandado su casita, habían edificado en la planta alta porque no tenían otra posibilidad, empujados por la necesidad, María, la hija mayor tenía siete años, y el pequeño Axel, con solo dos, reclamaban sin intención por su propio espacio, por lo que en ese piso elevado, tendrían sus dormitorios
Y todo fue así, lentamente pasaron los días...
Porque muchas veces me tocó quedarme al cuidado de los pequeños, sentía desde mi casa los berrinches lógicos de niños en crecimiento, llantos, alegrías, y todas esas cosas que se hacen normales en una vecindad
Recuerdo en especial a Axel, porque cuando lo conocí apenas decía palabras monosílabas, y le limpié los mocos, le leí cuentos, lo soborne con golosinas y todo era perfecto, lo quería como a ese hijo que aun no tenía pero deseaba con todo el corazón, y tal vez pusiera en el todas mis ilusiones frustradas de madre
Solía asomarse por la ventana de su cuarto, que daba a mi patio, a veces solo para hablar cosas de chicos, a veces salía yo y solo me lo encontraba de fisgón
A veces, para carnaval, solía tirarme agua con una pistolita de juguete y obviamente, yo me hacía la enojada, lo que le causaba mucha gracia
Pero los días de inocencia fueron pasando, y las cosas fueron cambiando, la pequeña María, ya era toda una mujercita y con sus quince años llegaría la noticia de un inesperado embarazo, recuerdo que fueron días de guerra en esa casa, y todo se resolvería con una prematura partida junto a su noviecito, con quien formarían una nueva familia
Por mi parte, las cosas no iban mejor, estaba frente a un problema que cambiaría mi vida, los constantes fracasos de los intentos de ser padres, dirían que el problema era yo, tenía una mala formación de nacimiento y nunca sería madre.
Las cosas con el que era mi marido iban de mal en peor y esta nueva situación sería la gota que rebalsaría el vaso, y sería un poco la excusa para terminar nuestra relación
Yo ya sabía que él tenía otra en esos días, solo que miraba para el costado, y cuando esa mañana empacó sus prendas, me sonó previsible, y no derrame una sola lágrima en su presencia
Así estaban las cosas en esos días, era una mujer sola, sin compromisos, aun me veía bonita y atractiva, pero también me veía en el comienzo del tobogán de mi vida, pronto empezaría a marchitarme y la situación de mi infertilidad era algo que no podía asumir
Axel en cambio estaba en pleno ascenso, ya era adolescente y ahora, cuando se asomaba por la ventana a espiarme no era solo por inocencia, para charlar, ahora sentía su mirada como un pequeño hombre que observa a una mujer madura, en especial cuando salía a tomar sol. Otras veces, mientras colgaba o bajaba mi ropa interior de la soga, notaba con disimulo que él estaba camuflado de fisgón, y yo no dejaba de preguntarme si acaso él jovencito se masturbaba con todo lo que pasaba y como fuera, Axel, era todo lo que quedaba de mi sexualidad
Una nueva tragedia reacomodaría las fichas, el fallecimiento de la madre de Axel, mi vecina era una mujer joven, y hacía tiempo venía luchando contra un cáncer de mama, peleó cada batalla de una guerra que tenía perdida antes de empezar, pero las cosas solo eran como eran
En esos día el pequeño Axel ya era todo un veinteañero musculoso y hermoso, y las cosas se habían dado vuelta, ahora era ya la fisgona indiscreta que desde el patio de mi casa trataba de ver por la ventana de su cuarto, me causaba intriga y admito que más de una vez iba a tomar sol demasiado provocativa, porque a pesar de la diferencia de edad y de que el tenía un montón de chicas jóvenes, siempre flotaba en el aire esa seducción mutua
Y también admito que usando la escusa de la muerte de su mama, me acerqué a él para darle mi número de celular, ya habían pasado los días de teléfonos fijos, y me pareció oportuno algo así como:
Axel... como estás?, mira, te paso mi número, no se, estoy sola, ustedes están solos, y nos debería servir para ayudarnos, por favor agendalo, pasáselo a tu papá también...
El tomó el papel, y me dio el ok, me dijo que estaba apurado, tenía que pasar a buscar a Betina, su novia de ese momento y estaba retrasado, y esa situación, que era lógica, a mi me daba un poco de bronca, y ya se que la desubicada era yo, pero desde que mi esposo me había dejado, me había dedicado a un celibato autoimpuesto, porque su partida aun me dolía, y veía en ese chico todo lo que era el sexo opuesto, y con Betina, sentía que de alguna manera empezaba a perderlo, aunque perdía algo que en verdad nunca había sido mío
No sería esa noche, pero a la siguiente tendría su primer escrito por WhatsApp, y empezaría algo que no tendría freno, porque empezamos a chatear, pero ya no eran esas charlas de niñez, solo que él me decía que siempre le había parecido una mujer interesante, también me confesó que solía espiarme cuando tomaba sol, o que le gustaba el tipo de ropa interior que yo usaba, y claro, yo también le tiraba mis dardos, que Betina era afortunada al tener un chico tan musculoso y que se veía tan vigoroso, y una cosa llevaba a la otra y así estaba hasta altas horas de la madrugada
Axel solía pedirme que le contara que estaba haciendo, o que ropa interior tenía, que solo quería imaginarme y cuando me pidió que le regalara una foto un tanto íntima, supe que debía poner un freno
A veces le escribía:
Mañana, si hay buen tiempo, saldré a tomar sol
Y en esos casos solía ponerme una tanguita diminuta, y quedarme boca abajo, porque me excitaba imaginar que él me espiaba y se masturbaba, y sabía que era así, puesto que él mismo me lo confesaba y hasta me mandaba las fotos que me tomaba desde la ventana de su cuarto y honestamente, me terminaba masturbando muy rico, mi mano era mi mejor amante
Un día, sin querer, escucharía una discusión que yo no debería haber escuchado, pero Axel estaba furioso, ya hablaba casi a los gritos de manera que no había forma de que yo no pudiera escuchar, la situación estaba clara, Betina lo estaba dejando y por una única razón, porque 'la tenía demasiado grande' y ella no disfrutaba el sexo, aunque yo solo lo escuchaba a él, fue notorio que ella estaba decidida a cortar y todo terminó con un 'hasta nunca'
Me reí mucho para mi adentro, así que la tenía grande, eso no suponía un problema, por el contrario, y todo ahora me daba más morbo del que ya tenía, tan grande sería? era para tanto? ja! ja! tenía por vecino a un semental vergudo y yo solo jugando con mi tonta mano
Y no pude con mi carácter, un par de días después, le escribí, que lamentaba lo que había escuchado, sobre Betina, parecía buena chica, pero en fin, fui discretamente hacia el lado que quería ir
Tan grande no debe ser... - escribí como provocándolo -
Si, si, es demasiado grande, te asustarías! ja ja! - respondió -
A ver? - siendo directa - mandame alguna foto
No no, - respondió el - primero algo tuyo, para motivarme
Le pedí unos minutos, me sentía como una principiante, una pendeja caliente, una quinceañera, es que yo era de otra generación, y no era lo mío, no era natural
Busqué un buen plano, una buena iluminación, y tomé una, dos, diez selfis, hasta que una al final me pareció la mas picante, y se la envié con la esperanza de que le gustara y con ganas de recibir su respuesta
Axel, me sorprendería con su nuevo escrito
Guau! que mujer interesante! una mujer con experiencia! debe ser exquisito poder hacerte el amor!!!
No esperaba una propuesta directa, pero viendo que aun estaba en deuda, fui directa
Tonto... y mi foto? estoy esperando
Ahora te la mando - respondió - solo quiero que veas lo que provocas en mi
Poco después ingresaría a mi celu una foto que me dejaría sin palabras, con la boca abierta, es que saben, hay vergas largas, hay vergas gruesas, hay vergas curvas, hay vergas rectas, pero hay solo algunas pocas vergas perfectas, y lo de Axel era más que perfecto, claro, suponiendo que fuera real, porque una siempre sospecha y entonces le respondí
Guau! Axel! eso es realmente tuyo? no la bajaste de la web?
Por qué lo haría? - respondió - no tengo porqué mentirte
Querido, - escribí segura - si eso es real me pongo de rodillas y te lo beso un día entero!
La conversación estaba super caliente, estaba toda mojada y me estaba tocando, resistiendo a un orgasmo contenido, distraída, pegada a lo que me escribía, cuando sentí que me golpeaban la puerta de ingreso, dejé el celu y al abrir, obviamente él estaba al otro lado
Vengo a que cumplas tus palabras - dijo mientras se acariciaba el bulto que se encondía bajo su pantalón rojo -
Solo le cedí el paso, y me mordí los labios en deseo contenido, cerré la puerta, mi vecino se recostó contra una de las paredes, seguía sobándose el paquete que en ese momento se veía ya enorme, mis ojos estaban perdidos entre sus piernas, y sus ojos estaban perdidos en los míos, caminé con sigila, las cartas estaban echadas
Me arrodillé, tomé su pantalón y lo bajé lentamente, hasta que su pija saltó como un resorte golpeándome en el rostro, nos reímos por la situación, solo se la acaricié lentamente, con la mirada fija sobre ese monstruo, que en persona intimidaba más que por fotos, si diablos, soy una mujer de manos grandes, pero aún así no alcanzaba a rodearla por completo
Cerré los ojos y pasé la lengua lentamente, desde sus bolas hasta la punta, con cadencia, era interminable, y el pareció estremecerse por lo que había hecho, lo repetí una y otra vez, lo masturbé muy despacio haciendo que su glande se cubriera y se descubriera con su prepucio, me puse esa cabeza enorme en la boca, casi no me entraba! y trataba sin éxito de avanzar sobre el tronco
Te gusta Clara? - preguntó - espero no desilusionarte
Solo lo seguí haciendo con ganas, ese caramelo era tan rico que no quería perder tiempo en palabras
Empecé a besarle las bolas, me gustaba hacerlo, metiendo una o la otra dentro, siempre sin olvidarme de su hermosa cabeza
Cambié el juego, saqué mi remera, tengo buenas tetas, y las miradas de mi vecino fueron a ellas, tomé su enorme monstruo y lo pasé bajo el frente de mi sostén, al medio de ellas y lo dejé prisionero, el sostén nos mantenía unidos, intenté que se perdiera entre mis bubis aprisionándolo, pero era imposible intentar ocultar ese rascacielos
Escupí al medio para formar una película lubricante y seguí masturbándolo entre ellas, era muy rico, demasiado, ver el placer en sus ojos, sentirme afortunada de estar con ese pendejo, y de estar sacándome tanto calor acumulado, pero necesitaba saber que tan bueno era
Y lo sentí venir, su volcán de juventud, eyaculó como un semental, ensuciando mi cuello, parte de mi rostro
Me desnudé sin pudor, por completo y lo invité a que hiciera lo mismo, fui sobre la mesa del comedor, me recosté sobre la misma y abrí mis piernas para recibirlo, lo quería dentro, que me rompiera toda, sin embargo, el se acomodó en una de las sillas, entre mis piernas y empezó a chuparme toda mi conchita, era muy rico
Yo solo no podía, me acariciaba mis pechos, aun escondidos bajo el sostén, todos llenos de semen y solo no puede evitar venirme en su boca
El se acomodó parado al borde de la mesa y pasó una y otra vez su miembro por mi clítoris envuelto en sensibilidad por el reciente orgasmo, y me la metió de golpe hasta el fondo
Ahhh! Mierda que dolió!!!! Realmente era grande y realmente entendí porque su novia lo había abandonado, era un animal! Y empezó a cogerme sin piedad
Pará Axel!!! Pará que duele!!! - le reproché -
Duele? No era lo que querías? Puta de mierda! - retrucó a mi pedido -
El solo seguía como locomotora descontrolada, trataba de poner mi mano en su bajo vientre a los efectos de tope, pero él tenía mucha fuerza y en general en cada embate me la metía toda
Gritá hija de puta! - decía poseído -
Y comprendí que en esos momentos un hombre no sabe distinguir entre gritos de dolor y de placer
Mierda, al fin eyaculó en mi conchita y di el juego por terminado
Nunca más! - pensé con un dolor terrible en mi útero -
Era suficiente, me había partido al medio, le dije a Axel que de la fantasía a la realidad había un mundo de diferencia y que su verga era hermosa, pero era demasiado
Pero Axel era joven, viril y seguramente adivinando que no tendría otra oportunidad, me levantó en brazos y me llevó al dormitorio y me desparramó sobre la cama, él fue otra vez entre mis piernas abiertas, trabándolas con sus brazos, llegando con sus grandes manos sobre mis tetas, sobre mis pezones, para enterrar su rostro en mi sexo, nuevamente, solo que estaba demasiado sensible, y su semen aun caliente bañando mi intimidad se sentía demasiado rico
Y me sentí venir nuevamente, por mi cabeza volvieron a pasar todas esas imágenes de locura, me mordí los labios, no pude contenerlo
Aun estaba agitada, tratando de recuperar el ritmo de mi respiración, entonces me giró de golpe y me encontré boca abajo, indefensa, y el vino a cabalgarme, apretando con sus piernas las mías, poniendo una mano en mi espalda para inmovilizarme, sentí acariciar su sexo en mi trasero, ya cuando apoyó su glande en mi esfínter descubrí sus intenciones
Pará! Pará! - reproché - por ahí no! Me vas a matar!!!
Pero que podía hacer para evitarlo, él lentamente dejaba caer el peso de su cuerpo sobre el mío acortando distancias, y su enorme verga se iba clavando lentamente en mi carne, dilatándome poco a poco toda la retaguardia
Shhhh! - susurraba el - ya está, ya está, tranquila... Ya entra...
Maldito bastardo, el mocoso se salía con la suya y lentamente me hacía el culo, era rico, dolía pero me gustaba, y me sentía una puta entregada a él
Solo lo dejé seguir, yo ya estaba satisfecha, pero su placer era mi placer, y fue glorioso cuando eyaculó todo dentro mío por tercera vez, ahora en mi colita
Todo había terminado, tal vez me hubiera gustado que el me abrazara un poco, que me hiciera unos mimos, no se, quedarme acurrucada a su lado y que me acariciara los cabellos, pero Axel era joven, y seguramente aun no entendía las necesidades de una mujer, por el contrario, él asumía erróneamente que su enorme verga me pondría de rodillas suplicando por ella
Y asumo mi contradicción, porque por esa fantasía justamente había hecho lo que había hecho, pero ahora, la realidad me marcaba otra situación
El se puso sus ropas, con una sonrisa como diciendo 'contenta puta? te comiste todo esto', pero en verdad, sus pensamientos estaban muy lejos de la realidad
Tardaría algunos días en olvidarme de ese día de sexo, y no por lo bien cogida que estaba, sino por los dolores que me habían quedado en mi sexualidad
Y la situación con el chico con el que alguna vez le había limpiado los mocos se tornó fría y distante, todo fue para peor, solo porque yo no quise volver a la cama con él
Axel había equivocado los caminos y había perdido la llave de mi entrepierna, había asumido que yo era una pobre veterana que estaría suplicando por su pija y al encontrar mi rechazo solo no pudo entenderlo
Si él tenía a todas las chicas a sus pies, como podía tener un NO de una mujer que estaba fuera de las grandes ligas?
Se terminarían las provocaciones, los escritos, las charlas y toda esa hoguera caliente que había existido se fue apagando poco a poco, hasta quedar solo cenizas
Cada uno siguió su camino y poco después Axel, ante una propuesta laboral, se mudaría a otro sitio, para seguir con su vida
En este presente, vivo sola en mi casa, y en la contigua, el viejo Ordoñez también vive su soledad, ninguno de los dos volvimos a formar pareja
A veces, cuando nos cruzamos como vecinos, suelo preguntarle por sus hijos y me entero así de algunas cosas, a veces, viene Axel viene a visitarlo, llega con su esposa y su bebé en brazos, todos parecen felices, a veces nos vemos, casualidades, apenas cruzamos la mirada, lo felicito por la hermosa familia y el le cuenta a su mujer lo importante que fui para él en su vida, solo eso, hasta donde es conveniente hablar
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Atrás en el tiempo, mi relación de pareja con Esteban estaba en mis mejores días, después de un par de años de matrimonio al fin podíamos dejar de alquilar y hacíamos realidad el sueño de la casa propia
Ciertamente, no era ni por lejos lo que hubiéramos querido comprar, pero en definitiva, era nuestra
La casita era modesta, interna, de pasillo, muy simple, una cocina comedor bastante confortable, un baño, apenas un dormitorio y un patio trasero, que era lo que más me gustaba, tenía césped, tenía parrillero y hasta un pequeño quincho, era mi escape, podía comer una rica parrillada, tomar sol, o al menos un lugar donde poder desayunar y/o merendar, hasta una improvisada cena romántica a la luz de la luna
Nuestra casita, era gemela a otra lindera, eran esas casas construidas con poco para gente que no tenia muchos recursos, típicas de planes del gobierno de turno
Ahí vivía la familia Ordoñez, un matrimonio de una generación más vieja a la nuestra, nos llevaban varios años y nos transformaríamos en soportes mutuos como naturalmente suele darse en situaciones como esta, donde a veces, tus vecinos son más importantes que tus parientes
Ellos habían agrandado su casita, habían edificado en la planta alta porque no tenían otra posibilidad, empujados por la necesidad, María, la hija mayor tenía siete años, y el pequeño Axel, con solo dos, reclamaban sin intención por su propio espacio, por lo que en ese piso elevado, tendrían sus dormitorios
Y todo fue así, lentamente pasaron los días...
Porque muchas veces me tocó quedarme al cuidado de los pequeños, sentía desde mi casa los berrinches lógicos de niños en crecimiento, llantos, alegrías, y todas esas cosas que se hacen normales en una vecindad
Recuerdo en especial a Axel, porque cuando lo conocí apenas decía palabras monosílabas, y le limpié los mocos, le leí cuentos, lo soborne con golosinas y todo era perfecto, lo quería como a ese hijo que aun no tenía pero deseaba con todo el corazón, y tal vez pusiera en el todas mis ilusiones frustradas de madre
Solía asomarse por la ventana de su cuarto, que daba a mi patio, a veces solo para hablar cosas de chicos, a veces salía yo y solo me lo encontraba de fisgón
A veces, para carnaval, solía tirarme agua con una pistolita de juguete y obviamente, yo me hacía la enojada, lo que le causaba mucha gracia
Pero los días de inocencia fueron pasando, y las cosas fueron cambiando, la pequeña María, ya era toda una mujercita y con sus quince años llegaría la noticia de un inesperado embarazo, recuerdo que fueron días de guerra en esa casa, y todo se resolvería con una prematura partida junto a su noviecito, con quien formarían una nueva familia
Por mi parte, las cosas no iban mejor, estaba frente a un problema que cambiaría mi vida, los constantes fracasos de los intentos de ser padres, dirían que el problema era yo, tenía una mala formación de nacimiento y nunca sería madre.
Las cosas con el que era mi marido iban de mal en peor y esta nueva situación sería la gota que rebalsaría el vaso, y sería un poco la excusa para terminar nuestra relación
Yo ya sabía que él tenía otra en esos días, solo que miraba para el costado, y cuando esa mañana empacó sus prendas, me sonó previsible, y no derrame una sola lágrima en su presencia
Así estaban las cosas en esos días, era una mujer sola, sin compromisos, aun me veía bonita y atractiva, pero también me veía en el comienzo del tobogán de mi vida, pronto empezaría a marchitarme y la situación de mi infertilidad era algo que no podía asumir
Axel en cambio estaba en pleno ascenso, ya era adolescente y ahora, cuando se asomaba por la ventana a espiarme no era solo por inocencia, para charlar, ahora sentía su mirada como un pequeño hombre que observa a una mujer madura, en especial cuando salía a tomar sol. Otras veces, mientras colgaba o bajaba mi ropa interior de la soga, notaba con disimulo que él estaba camuflado de fisgón, y yo no dejaba de preguntarme si acaso él jovencito se masturbaba con todo lo que pasaba y como fuera, Axel, era todo lo que quedaba de mi sexualidad
Una nueva tragedia reacomodaría las fichas, el fallecimiento de la madre de Axel, mi vecina era una mujer joven, y hacía tiempo venía luchando contra un cáncer de mama, peleó cada batalla de una guerra que tenía perdida antes de empezar, pero las cosas solo eran como eran
En esos día el pequeño Axel ya era todo un veinteañero musculoso y hermoso, y las cosas se habían dado vuelta, ahora era ya la fisgona indiscreta que desde el patio de mi casa trataba de ver por la ventana de su cuarto, me causaba intriga y admito que más de una vez iba a tomar sol demasiado provocativa, porque a pesar de la diferencia de edad y de que el tenía un montón de chicas jóvenes, siempre flotaba en el aire esa seducción mutua
Y también admito que usando la escusa de la muerte de su mama, me acerqué a él para darle mi número de celular, ya habían pasado los días de teléfonos fijos, y me pareció oportuno algo así como:
Axel... como estás?, mira, te paso mi número, no se, estoy sola, ustedes están solos, y nos debería servir para ayudarnos, por favor agendalo, pasáselo a tu papá también...
El tomó el papel, y me dio el ok, me dijo que estaba apurado, tenía que pasar a buscar a Betina, su novia de ese momento y estaba retrasado, y esa situación, que era lógica, a mi me daba un poco de bronca, y ya se que la desubicada era yo, pero desde que mi esposo me había dejado, me había dedicado a un celibato autoimpuesto, porque su partida aun me dolía, y veía en ese chico todo lo que era el sexo opuesto, y con Betina, sentía que de alguna manera empezaba a perderlo, aunque perdía algo que en verdad nunca había sido mío
No sería esa noche, pero a la siguiente tendría su primer escrito por WhatsApp, y empezaría algo que no tendría freno, porque empezamos a chatear, pero ya no eran esas charlas de niñez, solo que él me decía que siempre le había parecido una mujer interesante, también me confesó que solía espiarme cuando tomaba sol, o que le gustaba el tipo de ropa interior que yo usaba, y claro, yo también le tiraba mis dardos, que Betina era afortunada al tener un chico tan musculoso y que se veía tan vigoroso, y una cosa llevaba a la otra y así estaba hasta altas horas de la madrugada
Axel solía pedirme que le contara que estaba haciendo, o que ropa interior tenía, que solo quería imaginarme y cuando me pidió que le regalara una foto un tanto íntima, supe que debía poner un freno
A veces le escribía:
Mañana, si hay buen tiempo, saldré a tomar sol
Y en esos casos solía ponerme una tanguita diminuta, y quedarme boca abajo, porque me excitaba imaginar que él me espiaba y se masturbaba, y sabía que era así, puesto que él mismo me lo confesaba y hasta me mandaba las fotos que me tomaba desde la ventana de su cuarto y honestamente, me terminaba masturbando muy rico, mi mano era mi mejor amante
Un día, sin querer, escucharía una discusión que yo no debería haber escuchado, pero Axel estaba furioso, ya hablaba casi a los gritos de manera que no había forma de que yo no pudiera escuchar, la situación estaba clara, Betina lo estaba dejando y por una única razón, porque 'la tenía demasiado grande' y ella no disfrutaba el sexo, aunque yo solo lo escuchaba a él, fue notorio que ella estaba decidida a cortar y todo terminó con un 'hasta nunca'
Me reí mucho para mi adentro, así que la tenía grande, eso no suponía un problema, por el contrario, y todo ahora me daba más morbo del que ya tenía, tan grande sería? era para tanto? ja! ja! tenía por vecino a un semental vergudo y yo solo jugando con mi tonta mano
Y no pude con mi carácter, un par de días después, le escribí, que lamentaba lo que había escuchado, sobre Betina, parecía buena chica, pero en fin, fui discretamente hacia el lado que quería ir
Tan grande no debe ser... - escribí como provocándolo -
Si, si, es demasiado grande, te asustarías! ja ja! - respondió -
A ver? - siendo directa - mandame alguna foto
No no, - respondió el - primero algo tuyo, para motivarme
Le pedí unos minutos, me sentía como una principiante, una pendeja caliente, una quinceañera, es que yo era de otra generación, y no era lo mío, no era natural
Busqué un buen plano, una buena iluminación, y tomé una, dos, diez selfis, hasta que una al final me pareció la mas picante, y se la envié con la esperanza de que le gustara y con ganas de recibir su respuesta
Axel, me sorprendería con su nuevo escrito
Guau! que mujer interesante! una mujer con experiencia! debe ser exquisito poder hacerte el amor!!!
No esperaba una propuesta directa, pero viendo que aun estaba en deuda, fui directa
Tonto... y mi foto? estoy esperando
Ahora te la mando - respondió - solo quiero que veas lo que provocas en mi
Poco después ingresaría a mi celu una foto que me dejaría sin palabras, con la boca abierta, es que saben, hay vergas largas, hay vergas gruesas, hay vergas curvas, hay vergas rectas, pero hay solo algunas pocas vergas perfectas, y lo de Axel era más que perfecto, claro, suponiendo que fuera real, porque una siempre sospecha y entonces le respondí
Guau! Axel! eso es realmente tuyo? no la bajaste de la web?
Por qué lo haría? - respondió - no tengo porqué mentirte
Querido, - escribí segura - si eso es real me pongo de rodillas y te lo beso un día entero!
La conversación estaba super caliente, estaba toda mojada y me estaba tocando, resistiendo a un orgasmo contenido, distraída, pegada a lo que me escribía, cuando sentí que me golpeaban la puerta de ingreso, dejé el celu y al abrir, obviamente él estaba al otro lado
Vengo a que cumplas tus palabras - dijo mientras se acariciaba el bulto que se encondía bajo su pantalón rojo -
Solo le cedí el paso, y me mordí los labios en deseo contenido, cerré la puerta, mi vecino se recostó contra una de las paredes, seguía sobándose el paquete que en ese momento se veía ya enorme, mis ojos estaban perdidos entre sus piernas, y sus ojos estaban perdidos en los míos, caminé con sigila, las cartas estaban echadas
Me arrodillé, tomé su pantalón y lo bajé lentamente, hasta que su pija saltó como un resorte golpeándome en el rostro, nos reímos por la situación, solo se la acaricié lentamente, con la mirada fija sobre ese monstruo, que en persona intimidaba más que por fotos, si diablos, soy una mujer de manos grandes, pero aún así no alcanzaba a rodearla por completo
Cerré los ojos y pasé la lengua lentamente, desde sus bolas hasta la punta, con cadencia, era interminable, y el pareció estremecerse por lo que había hecho, lo repetí una y otra vez, lo masturbé muy despacio haciendo que su glande se cubriera y se descubriera con su prepucio, me puse esa cabeza enorme en la boca, casi no me entraba! y trataba sin éxito de avanzar sobre el tronco
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Empecé a besarle las bolas, me gustaba hacerlo, metiendo una o la otra dentro, siempre sin olvidarme de su hermosa cabeza
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Escupí al medio para formar una película lubricante y seguí masturbándolo entre ellas, era muy rico, demasiado, ver el placer en sus ojos, sentirme afortunada de estar con ese pendejo, y de estar sacándome tanto calor acumulado, pero necesitaba saber que tan bueno era
Y lo sentí venir, su volcán de juventud, eyaculó como un semental, ensuciando mi cuello, parte de mi rostro
Me desnudé sin pudor, por completo y lo invité a que hiciera lo mismo, fui sobre la mesa del comedor, me recosté sobre la misma y abrí mis piernas para recibirlo, lo quería dentro, que me rompiera toda, sin embargo, el se acomodó en una de las sillas, entre mis piernas y empezó a chuparme toda mi conchita, era muy rico
Yo solo no podía, me acariciaba mis pechos, aun escondidos bajo el sostén, todos llenos de semen y solo no puede evitar venirme en su boca
El se acomodó parado al borde de la mesa y pasó una y otra vez su miembro por mi clítoris envuelto en sensibilidad por el reciente orgasmo, y me la metió de golpe hasta el fondo
Ahhh! Mierda que dolió!!!! Realmente era grande y realmente entendí porque su novia lo había abandonado, era un animal! Y empezó a cogerme sin piedad
Pará Axel!!! Pará que duele!!! - le reproché -
Duele? No era lo que querías? Puta de mierda! - retrucó a mi pedido -
El solo seguía como locomotora descontrolada, trataba de poner mi mano en su bajo vientre a los efectos de tope, pero él tenía mucha fuerza y en general en cada embate me la metía toda
Gritá hija de puta! - decía poseído -
Y comprendí que en esos momentos un hombre no sabe distinguir entre gritos de dolor y de placer
Mierda, al fin eyaculó en mi conchita y di el juego por terminado
Nunca más! - pensé con un dolor terrible en mi útero -
Era suficiente, me había partido al medio, le dije a Axel que de la fantasía a la realidad había un mundo de diferencia y que su verga era hermosa, pero era demasiado
Pero Axel era joven, viril y seguramente adivinando que no tendría otra oportunidad, me levantó en brazos y me llevó al dormitorio y me desparramó sobre la cama, él fue otra vez entre mis piernas abiertas, trabándolas con sus brazos, llegando con sus grandes manos sobre mis tetas, sobre mis pezones, para enterrar su rostro en mi sexo, nuevamente, solo que estaba demasiado sensible, y su semen aun caliente bañando mi intimidad se sentía demasiado rico
Y me sentí venir nuevamente, por mi cabeza volvieron a pasar todas esas imágenes de locura, me mordí los labios, no pude contenerlo
Aun estaba agitada, tratando de recuperar el ritmo de mi respiración, entonces me giró de golpe y me encontré boca abajo, indefensa, y el vino a cabalgarme, apretando con sus piernas las mías, poniendo una mano en mi espalda para inmovilizarme, sentí acariciar su sexo en mi trasero, ya cuando apoyó su glande en mi esfínter descubrí sus intenciones
Pará! Pará! - reproché - por ahí no! Me vas a matar!!!
Pero que podía hacer para evitarlo, él lentamente dejaba caer el peso de su cuerpo sobre el mío acortando distancias, y su enorme verga se iba clavando lentamente en mi carne, dilatándome poco a poco toda la retaguardia
Shhhh! - susurraba el - ya está, ya está, tranquila... Ya entra...
Maldito bastardo, el mocoso se salía con la suya y lentamente me hacía el culo, era rico, dolía pero me gustaba, y me sentía una puta entregada a él
Solo lo dejé seguir, yo ya estaba satisfecha, pero su placer era mi placer, y fue glorioso cuando eyaculó todo dentro mío por tercera vez, ahora en mi colita
Todo había terminado, tal vez me hubiera gustado que el me abrazara un poco, que me hiciera unos mimos, no se, quedarme acurrucada a su lado y que me acariciara los cabellos, pero Axel era joven, y seguramente aun no entendía las necesidades de una mujer, por el contrario, él asumía erróneamente que su enorme verga me pondría de rodillas suplicando por ella
Y asumo mi contradicción, porque por esa fantasía justamente había hecho lo que había hecho, pero ahora, la realidad me marcaba otra situación
El se puso sus ropas, con una sonrisa como diciendo 'contenta puta? te comiste todo esto', pero en verdad, sus pensamientos estaban muy lejos de la realidad
Tardaría algunos días en olvidarme de ese día de sexo, y no por lo bien cogida que estaba, sino por los dolores que me habían quedado en mi sexualidad
Y la situación con el chico con el que alguna vez le había limpiado los mocos se tornó fría y distante, todo fue para peor, solo porque yo no quise volver a la cama con él
Axel había equivocado los caminos y había perdido la llave de mi entrepierna, había asumido que yo era una pobre veterana que estaría suplicando por su pija y al encontrar mi rechazo solo no pudo entenderlo
Si él tenía a todas las chicas a sus pies, como podía tener un NO de una mujer que estaba fuera de las grandes ligas?
Se terminarían las provocaciones, los escritos, las charlas y toda esa hoguera caliente que había existido se fue apagando poco a poco, hasta quedar solo cenizas
Cada uno siguió su camino y poco después Axel, ante una propuesta laboral, se mudaría a otro sitio, para seguir con su vida
En este presente, vivo sola en mi casa, y en la contigua, el viejo Ordoñez también vive su soledad, ninguno de los dos volvimos a formar pareja
A veces, cuando nos cruzamos como vecinos, suelo preguntarle por sus hijos y me entero así de algunas cosas, a veces, viene Axel viene a visitarlo, llega con su esposa y su bebé en brazos, todos parecen felices, a veces nos vemos, casualidades, apenas cruzamos la mirada, lo felicito por la hermosa familia y el le cuenta a su mujer lo importante que fui para él en su vida, solo eso, hasta donde es conveniente hablar
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