Y llegó el día!!!
Se hizo esperar casi un mes pero bueno, espero que para ustedes valga la pena.
Si les gusta esta parte y quieren que suba la siguiente, ya saben, puntúen y comenten.
A los 800 puntos + 10 comentarios, 1000 puntos O 15 comentarios subo la continuación.
Sin seguirlos retrasando, los dejo con esta parte, espero que les guste.
Gracias por seguir acompañándome en esto.
Abrazos Totales!!!
Si no vieron la parte anterior:

Parte V:
Las horas pasaron, la charla siguió su curso y se quedaron a cenar. En eso salió el tema de mis vacaciones, me preguntaron que iba a hacer y, muy tranquilo les dije que ya lo había solucionado, que me iba a ir con mí amante, mí hermana se rió y preguntó quién era ella a lo que mí madre respondió sin inmutarse “Soy yo, yo voy a ir con él”. Me quedé petrificado con esa acotación, estaba transpirando frío cuando Martina soltó una risa y agregó:
M: ¡No es justo, yo también quiero ir!
N: Vos tenés a tu novio, pedile a él que te lleve. Mamá está sola y la ligó de rebote – Respondí rápido mientras mí cuñado salía a comprar helado–.
L: Eso creen ustedes –Martina, su novio y yo la miramos–. Yo soy joven, atractiva y ahora vivo sola, no saben lo que hago o dejo de hacer cuando ustedes no están.
M: ¡Mamá! ¿Estás saliendo con alguien?
L: Estoy en “algo”, como dicen ustedes. Por ahora las cosas están bien pero veremos cómo sigue todo después del viaje.
M: Ah, no ma. ¡Contame todo ya!
N: Sí, queremos saber – Por dentro me estaba muriendo de celos al pensar que mí mamá tenía a alguien más.
L: Bueno… – Empezó a titubear–. Estamos bien, es una buena persona, lo conozco desde hace mucho.
M: Que bueno mamá, te lo mereces. Va en serio la cosa parece ¿No nos lo vas a presentar?
L: Por ahora nos gustaría mantenerlo en el anonimato. Y si va en serio, espero que sí.
M: Pero ¿Viene?
L: ¡Ay no! Martu esta casa es sagrada, ya no viene más nadie salvo que sea aceptado por ustedes.
N: ¿Y dónde se ven?
L: Bueno, él está separado y vive solo así que voy a su casa o a un hotel.
M: Lo bueno es que a tu edad ya no hay peligro de un hermanito, no quiero compartir la herencia jajaja.
L: ¿Quién te dijo eso? Querida, yo puedo todavía y si no te lo di es porque nos cuidamos pero ¿Quién te dice? Tal vez más adelante…
M: Me parece genial que disfrutes, pero otro hermano no, ya suficiente sufro con el que tengo. Te lo merecés estar bien mamá.
N: Sí, merecés ser feliz.
Mí cuñado llegó con el postre del cual disfrutamos. Cuando Martina y su novio se fueron mí mamá no esperó ni un segundo y me comió la boca. A besos me fue llevando a su habitación mientras nos íbamos desnudando, mí madre estaba desesperada, extasiada.
Me tiró a la cama, me sacó el pantalón y se prendió a mí verga con la boca, pocas veces la había visto así. Mientras estaba chupándome la pija terminó de sacarse la poca ropa que le quedaba y luego se comenzó a masturbar. Yo ya no podía resistir mucho más y mí amante lo sabía así que sacó su boca y me dió los últimos jalones a mí miembro haciendo que erupcione en toda su cara. Ella solo sonrió y pasó su lengua por mí verga mientras que, con una mano se recogía (y en parte se esparcía) mí semen para después llevárselo a su boca. No satisfecha con eso, me puso un preservativo mientras me decía en torno se burla “tu hermana no quiere un hermanito y, por ahora no se lo vamos a dar”, se subió arriba mío y comenzó a cabalgarme, esa noche comenzó siendo una fiera hasta que activé y me puse al mando yo, o eso creí, ya que era ella la que me insinuaba las posiciones en las que quería que la ponga. Esa noche habré acabado dos o tres veces más y ella… creo que ni ella supo, estábamos exhaustos pero nuestro deseo no mermaba. El problema fue que se nos habían terminado los condones pero recordé que Martina me había comentado que ella guardaba una caja en el cajón de sus tangas así que me fui rápido a la que era su habitación y tomé el último condón que había y dejé la caja ahí. Volví con mi madre que me esperaba con las piernas abiertas, me coloqué el forro y volvimos a la acción. Después de tanto ajetreo me costó acabar, ya no me quedaba leche en mis bolas pero acabé una cantidad aceptable. Bañados en sudor y con mucho olor a sexo nos abrazamos con mí mamá y, entre besos y caricias, nos dijimos lo mucho que nos amábamos antes de caer dormidos.



La mañana siguiente era lunes, escuché el despertador y me levanté desesperado porque iba a llegar tarde al trabajo cuando vi el bolso de Liliana y recordé que habían empezado mis vacaciones, ahí me calmé y volví a la cama con mí progenitora a dormir un poco más. Más tarde me desperté con la cabeza de mí mamá en mí pecho, ella dormitaba pero eso no le impedía usar una de sus manos para acariciarme los huevos y jugar con mí pija. Cuando intentó darme el buenos días con una mamada la detuve ya que había recordado la conversación de la noche anterior.
N: Esperá mamá.
L: ¿Qué pasa?
N: ¿Cómo es eso de que estás saliendo con alguien?
L: ¿Te quedaste con eso mí amor?
N: Es que diste datos ¿Dónde lo conociste? ¿Cuándo nos lo ibas a presentar? ¿Por qué no me dijiste nada de esto antes?
L: Nahu… - soltó una pequeña risa-. No se los iba a presentar porque ya lo conocen, no era necesario decirte y lo conozco desde hace años, es más, lo llevé nueve meses acá - soltó mí entrepierna para acariciar su vientre-.
N: Entonces…
L: Sí bobo, esa persona sos vos, no amo a ningún otro hombre y no estaría con nadie más que con vos.
N: Pero dijiste que se veían entre semana e iban a hoteles.
L: Vos y yo nos vemos entre semana y de vez en cuando vamos a esos lugares.
N: Sí pero también dijiste que…
L: Que no iba a traer a ningún otro hombre a esta casa, y es verdad, no traigo a otro. Solo venís vos mí amor. Pero tenía que decir así para que Martu no sospechara y dejara de hacer preguntas. Ahora ¿Me dejás tomar mí desayuno?
N: Sí, toda tuya pero nos quedamos sin forros.
L: Ese no es problema - contestó con una sonrisa mientras bajaba a mí entrepierna–.

Mí madre comenzó el trabajo matutino de ordeñar mis huevos con su boca y manos, sin dudas era un profesional, al poco tiempo ya tenía la verga dura como roca, ella me acariciaba las bolas y el pirineo mientras que con su boca seguía haciendo su maravillosa labor. Al cabo de unos minutos mí progenitora consiguió lo que tanto anhelaba, descargué mí semen directo en su boca y ella, sin hacer ningún ademán, se lo tomó todo. Como mí pija aún no se había vuelto flácida (gran parte por la estimulación que ella me dió), mí madre se subió arriba mío y me agarró la verga. Volví a repetirle que no nos quedaban condones a lo cual me sonrió mientras rozaba mí glande por su vagina y dijo “mirá mí amor, está es la solución”, en eso se acomoda dejando mí grande en la entrada de su ano. Poco a poco fue metiendo mí miembro en su culo, veía en su cara el dolor pero, como la guerrera que es, no dijo nada y lentamente fue sentándose, literalmente, en mí verga. Ya con toda mí pija dentro del culo de mí madre, ella se empezó a mover y con ello soltó los primeros gemidos de placer. La muy puta me cabalgaba como una profesional, me hacía la batidora sentada encima, dándome la espalda. Su culo, si bien se lo había hecho varias veces, seguía bien apretado y me hacía gozar de maneras extraordinarias. Yo me sentía un simple mortal debajo de una diosa del sexo, claramente no pude resistir mucho y volví a eyacular pero esta vez dentro del culo de mí mamá mientras ella hacía lo mismo al sentir los latidos de mí pija en su orto.


Ella, como me estaba dando la espalda, una vez acabada la faena se dejó caer hacia atrás recostándose sobre mí, por simple reflejo lleve una mano para acariciar una de sus tetas y la otra directa a su empapada vagina. Como dije fue solo como caricias ya que yo estaba exhausto y ella completamente relajada. Así nos quedamos un rato, hasta que mí miembro perdió toda erección y fue expulsado por el ano de mí madre, luego ella se levantó, me dijo que me duche que iba a poner a hacer el café y, como hijo obediente que soy, fui sin chistar. Al salir del baño ya estaba la cama tendida y mí ropa sobre ella. Liliana me esperaba con un café con leche y unos sándwiches tostados de jamón y queso, charlamos sobre dejar la casa en condiciones para que, al volver, no haya que ordenar nada. Después de eso el día transcurrió con normalidad, fui a mí departamento para ver que estuviera en orden y revisar que no me olvidara nada.

Con todas las cosas en orden nos alistamos para la hora en que viniera el auto que nos llevaría al aeropuerto.
Continuará...
Se hizo esperar casi un mes pero bueno, espero que para ustedes valga la pena.
Si les gusta esta parte y quieren que suba la siguiente, ya saben, puntúen y comenten.
A los 800 puntos + 10 comentarios, 1000 puntos O 15 comentarios subo la continuación.
Sin seguirlos retrasando, los dejo con esta parte, espero que les guste.
Gracias por seguir acompañándome en esto.
Abrazos Totales!!!
Si no vieron la parte anterior:

Parte V:
Las horas pasaron, la charla siguió su curso y se quedaron a cenar. En eso salió el tema de mis vacaciones, me preguntaron que iba a hacer y, muy tranquilo les dije que ya lo había solucionado, que me iba a ir con mí amante, mí hermana se rió y preguntó quién era ella a lo que mí madre respondió sin inmutarse “Soy yo, yo voy a ir con él”. Me quedé petrificado con esa acotación, estaba transpirando frío cuando Martina soltó una risa y agregó:
M: ¡No es justo, yo también quiero ir!
N: Vos tenés a tu novio, pedile a él que te lleve. Mamá está sola y la ligó de rebote – Respondí rápido mientras mí cuñado salía a comprar helado–.
L: Eso creen ustedes –Martina, su novio y yo la miramos–. Yo soy joven, atractiva y ahora vivo sola, no saben lo que hago o dejo de hacer cuando ustedes no están.
M: ¡Mamá! ¿Estás saliendo con alguien?
L: Estoy en “algo”, como dicen ustedes. Por ahora las cosas están bien pero veremos cómo sigue todo después del viaje.
M: Ah, no ma. ¡Contame todo ya!
N: Sí, queremos saber – Por dentro me estaba muriendo de celos al pensar que mí mamá tenía a alguien más.
L: Bueno… – Empezó a titubear–. Estamos bien, es una buena persona, lo conozco desde hace mucho.
M: Que bueno mamá, te lo mereces. Va en serio la cosa parece ¿No nos lo vas a presentar?
L: Por ahora nos gustaría mantenerlo en el anonimato. Y si va en serio, espero que sí.
M: Pero ¿Viene?
L: ¡Ay no! Martu esta casa es sagrada, ya no viene más nadie salvo que sea aceptado por ustedes.
N: ¿Y dónde se ven?
L: Bueno, él está separado y vive solo así que voy a su casa o a un hotel.
M: Lo bueno es que a tu edad ya no hay peligro de un hermanito, no quiero compartir la herencia jajaja.
L: ¿Quién te dijo eso? Querida, yo puedo todavía y si no te lo di es porque nos cuidamos pero ¿Quién te dice? Tal vez más adelante…
M: Me parece genial que disfrutes, pero otro hermano no, ya suficiente sufro con el que tengo. Te lo merecés estar bien mamá.
N: Sí, merecés ser feliz.
Mí cuñado llegó con el postre del cual disfrutamos. Cuando Martina y su novio se fueron mí mamá no esperó ni un segundo y me comió la boca. A besos me fue llevando a su habitación mientras nos íbamos desnudando, mí madre estaba desesperada, extasiada.
Me tiró a la cama, me sacó el pantalón y se prendió a mí verga con la boca, pocas veces la había visto así. Mientras estaba chupándome la pija terminó de sacarse la poca ropa que le quedaba y luego se comenzó a masturbar. Yo ya no podía resistir mucho más y mí amante lo sabía así que sacó su boca y me dió los últimos jalones a mí miembro haciendo que erupcione en toda su cara. Ella solo sonrió y pasó su lengua por mí verga mientras que, con una mano se recogía (y en parte se esparcía) mí semen para después llevárselo a su boca. No satisfecha con eso, me puso un preservativo mientras me decía en torno se burla “tu hermana no quiere un hermanito y, por ahora no se lo vamos a dar”, se subió arriba mío y comenzó a cabalgarme, esa noche comenzó siendo una fiera hasta que activé y me puse al mando yo, o eso creí, ya que era ella la que me insinuaba las posiciones en las que quería que la ponga. Esa noche habré acabado dos o tres veces más y ella… creo que ni ella supo, estábamos exhaustos pero nuestro deseo no mermaba. El problema fue que se nos habían terminado los condones pero recordé que Martina me había comentado que ella guardaba una caja en el cajón de sus tangas así que me fui rápido a la que era su habitación y tomé el último condón que había y dejé la caja ahí. Volví con mi madre que me esperaba con las piernas abiertas, me coloqué el forro y volvimos a la acción. Después de tanto ajetreo me costó acabar, ya no me quedaba leche en mis bolas pero acabé una cantidad aceptable. Bañados en sudor y con mucho olor a sexo nos abrazamos con mí mamá y, entre besos y caricias, nos dijimos lo mucho que nos amábamos antes de caer dormidos.



La mañana siguiente era lunes, escuché el despertador y me levanté desesperado porque iba a llegar tarde al trabajo cuando vi el bolso de Liliana y recordé que habían empezado mis vacaciones, ahí me calmé y volví a la cama con mí progenitora a dormir un poco más. Más tarde me desperté con la cabeza de mí mamá en mí pecho, ella dormitaba pero eso no le impedía usar una de sus manos para acariciarme los huevos y jugar con mí pija. Cuando intentó darme el buenos días con una mamada la detuve ya que había recordado la conversación de la noche anterior.
N: Esperá mamá.
L: ¿Qué pasa?
N: ¿Cómo es eso de que estás saliendo con alguien?
L: ¿Te quedaste con eso mí amor?
N: Es que diste datos ¿Dónde lo conociste? ¿Cuándo nos lo ibas a presentar? ¿Por qué no me dijiste nada de esto antes?
L: Nahu… - soltó una pequeña risa-. No se los iba a presentar porque ya lo conocen, no era necesario decirte y lo conozco desde hace años, es más, lo llevé nueve meses acá - soltó mí entrepierna para acariciar su vientre-.
N: Entonces…
L: Sí bobo, esa persona sos vos, no amo a ningún otro hombre y no estaría con nadie más que con vos.
N: Pero dijiste que se veían entre semana e iban a hoteles.
L: Vos y yo nos vemos entre semana y de vez en cuando vamos a esos lugares.
N: Sí pero también dijiste que…
L: Que no iba a traer a ningún otro hombre a esta casa, y es verdad, no traigo a otro. Solo venís vos mí amor. Pero tenía que decir así para que Martu no sospechara y dejara de hacer preguntas. Ahora ¿Me dejás tomar mí desayuno?
N: Sí, toda tuya pero nos quedamos sin forros.
L: Ese no es problema - contestó con una sonrisa mientras bajaba a mí entrepierna–.

Mí madre comenzó el trabajo matutino de ordeñar mis huevos con su boca y manos, sin dudas era un profesional, al poco tiempo ya tenía la verga dura como roca, ella me acariciaba las bolas y el pirineo mientras que con su boca seguía haciendo su maravillosa labor. Al cabo de unos minutos mí progenitora consiguió lo que tanto anhelaba, descargué mí semen directo en su boca y ella, sin hacer ningún ademán, se lo tomó todo. Como mí pija aún no se había vuelto flácida (gran parte por la estimulación que ella me dió), mí madre se subió arriba mío y me agarró la verga. Volví a repetirle que no nos quedaban condones a lo cual me sonrió mientras rozaba mí glande por su vagina y dijo “mirá mí amor, está es la solución”, en eso se acomoda dejando mí grande en la entrada de su ano. Poco a poco fue metiendo mí miembro en su culo, veía en su cara el dolor pero, como la guerrera que es, no dijo nada y lentamente fue sentándose, literalmente, en mí verga. Ya con toda mí pija dentro del culo de mí madre, ella se empezó a mover y con ello soltó los primeros gemidos de placer. La muy puta me cabalgaba como una profesional, me hacía la batidora sentada encima, dándome la espalda. Su culo, si bien se lo había hecho varias veces, seguía bien apretado y me hacía gozar de maneras extraordinarias. Yo me sentía un simple mortal debajo de una diosa del sexo, claramente no pude resistir mucho y volví a eyacular pero esta vez dentro del culo de mí mamá mientras ella hacía lo mismo al sentir los latidos de mí pija en su orto.


Ella, como me estaba dando la espalda, una vez acabada la faena se dejó caer hacia atrás recostándose sobre mí, por simple reflejo lleve una mano para acariciar una de sus tetas y la otra directa a su empapada vagina. Como dije fue solo como caricias ya que yo estaba exhausto y ella completamente relajada. Así nos quedamos un rato, hasta que mí miembro perdió toda erección y fue expulsado por el ano de mí madre, luego ella se levantó, me dijo que me duche que iba a poner a hacer el café y, como hijo obediente que soy, fui sin chistar. Al salir del baño ya estaba la cama tendida y mí ropa sobre ella. Liliana me esperaba con un café con leche y unos sándwiches tostados de jamón y queso, charlamos sobre dejar la casa en condiciones para que, al volver, no haya que ordenar nada. Después de eso el día transcurrió con normalidad, fui a mí departamento para ver que estuviera en orden y revisar que no me olvidara nada.

Con todas las cosas en orden nos alistamos para la hora en que viniera el auto que nos llevaría al aeropuerto.
Continuará...
11 comentarios - Más allá de los Lazos V
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Arriba está lo que pido, mientras más rápido se llegue, más pronto subiré la continuación.
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