Luego del episodio de la escuela ....
Uno de mis alumnos favoritos me invita a pasar el día en una quinta junto a sus compañeros de equipo, ellos tienen la intención de cogerme entre todos y yo tengo la intención de cogerlos a todos.
Para mis 34 años estaba redescubriendo y disfrutando del sexo como nunca antes, mi método de enseñanza resultó ser todo un éxito.
Por ese tiempo me había vuelto adicta a los vídeos gangbang orgias y sexo anal entre varios, me empese a comprar consoladores, cada ves más grandes, y comencé a explorar mi cuerpo como si fuera una pendeja más de la escuela.
En un momento estaba desquiciada me llevaba puesto un plug anal puesto asta la escuela. Y de ves en cuando veía muchos alumnos y me iba a tocar al baño. A veces me ganaba la exitacion, y me masturbaba esta enferma y lo quise llevar más allá.
Uno que tuvo el honor de recibir dicha recompensa estaba en un grupo y al que me calentaba más.
Elías mi alumno favorito. Un joven de 17 años, futbolista que juega en las inferiores de un club importante cerca de mi ciudad donde vivo ( Defensa y justicia )
Alto, morocho y con un cuerpo depilado y muy atlético. Su verga era deliciosa, el día que aprobó su examen de matemáticas yo lo recompense con mi boca .
yo no lo quería dejar ir, recuerdo tener su verga en mi boca mientras el acababa por tercera vez esa tarde, yo succionaba desesperada cada gota de semen, sentía como su verga se volvía flácida en mi boca pero no la quería soltar, seguía chupando y chupando con la esperanza que volviera a estar dura, pero no había caso el había llegado a su limite. Mientras Elías empezaba a vestirse, yo estaba desnuda desparramada en la cama viendo el espectáculo, muy feliz y satisfecha por la sesión de sexo oral que había tenido y tal vez fue por eso, que cuando me ofreció pasar el fin de semana en una quinta con él y sus compañeros, acepte sin dudarlo.
pensé que iba a compartir el día también con otras mujeres y eso me daba un poco de miedo, pensaba que ver a los hombres dando toda su atención a otras pibas y a mi no me iba a herir mucho en mi autoestima, pero aún así decidí ir.
El día llegó, para pasar ese día me compré una bikini roja de una pieza, con un gran escote en la parte de frente llegando casi hasta mi ombligo, luciendo muy bien mis pequeñas tetas, había tan poca tela en la parte superior que incluso, aunque siendo pequeñas, mis tetas apenas quedaban cubiertas y con el movimiento adecuado podían ocurrir «accidentes» dejando una de mis tetas a la vista de todos. Mi espalda quedaba totalmente descubierta y mi cola no se lucia mucho pero estaba satisfecha con ese bikini. Para completar mi atuendo, me puse un short de jean muy pequeño que mostraba parte de mis nalgas, una musculosa de licra muy fina y un kimono de crochet blanco. Mi intención era quitarme el short y la musculosa, para usar el kimono y así insinuar más que mostrar para ver si podía llamar la atención de algunos chicos, y así no solo tener sexo con Elías sino también con otros chicos, por lo que también empaque una caja grande de preservativos y un gel.
A las 9hs de la mañana, pasé con mi coche a buscar a Elías por su casa para ir a la quinta, el estaba con dos amigos, me desilusionó un poco porque quería probar su verga antes de llegar, pero bueno. Los tres se subieron a mi auto y empezamos el viaje. En el camino ponían música y hablaban de sus cosas, me decían algún que otro alago pero nada fuera de este mundo. Fuimos los primeros en llegar a la quinta más o menos a las 10hs, sacamos las cosas del auto nos acomodamos, yo me quite la ropa quedando solo en bikini y kimono, recibí algunos aplausos por parte de los chicos, les hice una pequeña reverencia y nos sentamos a tomar y escuchar música mientras llegaba el resto. Uno a uno los coches iban llegando y para mi sorpresa todos los que se bajaban del auto eran varones. Para cuando llegó el tercer auto lleno de varones, le pregunte a Elías si sus compañeras iban a venir, a lo que él sorprendido me contestó que no, solo iban a venir sus compañeros...
Entonces estaban por hacerse las 11hs del día y yo ya estaba rodeada por muchos pendejos entre ellos de entre 19 y 22 años con un gran físico, depilados y mucha energía. Sentí como mi vagina se humedecía, me puse completamente colorada viendo a todos esos varones, pensando en sus vergas se me hacía agua la boca, podía entregarme a ellos y disfrutar hasta las 22 de la noche supuse. Cuando escuche decirle a Elias que estaríamos todo el día hasta la mañana siguiente por que la quinta era de un papa de ellos.
Fui hasta el baño de la edificación para refrescarme un poco y tratar de controlarme, el baño era uno muy grande con mucho cubículos, pero era mixto no había separación entre varones y mujeres. Entré a uno de los cubículos para hacer mis necesidades, pensado que iba a hacer, si me entregaba solo a Elías, a unos pocos o a todos al mismo tiempo y si lo hacía como iba controlar la situación, mis pensamientos son interrumpidos cuando entran unos chicos al baño, pude escuchar como hablaban de mi uno claramente le decía «Vieron el culo que tiene la mina que trajo Elías, se lo rompería todo» otro contestaba «Me dan una ganas arrancarle el coso blanco que tiene, la malla que tiene no le tapa casi nada» otro «Yo la agarraría para tirarla a la pileta y de paso la manoseo toda» uno más cauto decía «No sean giles, miren si después nos denuncia por violarla o algo así.
Al escuchar esto mi corazón latía a mil por hora, completamente excitada por la situación y con la mente nublada.
Cuando me reincorporé a la fiesta, noté como todos los chicos me devoraban con la mirada.
Yo estaba loca quería arrodillarme a chuparle la pija a todos como los videos que miraba.
Completamente exitada fui y dispuesta a pasar la mejor tarde de mi vida tome 2 vasos de speed con smirnof era para darme valor ....
Y vi que uno de los pibes estaba en un rincón a escondidas me acerqué y tenía un poco de merca recordé mi juventud y le pedí una línea para tomar coraje.
El pibe me mira y dice coraje para que ?
Ya te vas a enterar.
Aproveché la situación para jugar un poco con ellos, noté como unos estaban haciendo un concurso de pulseadas, fui hasta donde estaban y reté a Nahuel que tenía los brazos más grande de todos, me senté frente a el y automáticamente los demás chicos me rodearon por detrás, algunos apoyaban sus manos sobre mis hombros y deslizaban mi kimono. Cuando tomé la mano de Nahuel automáticamente me di cuenta que su fuerza era incomparable a la mía, los chicos atrás mío me alentaban y me daban todo su apoyo y hasta me apoyaban, esforcé mucho para vencerlo pero no pude mover ni un milímetro su brazo. Rendida, completamente acalorada y colorada les dije a los chicos que me rodeaban «le voy a dar un beso al que le pueda ganar» rápidamente tomaron mi lugar y uno a uno intentaron vencerlo, mientras los demás alentábamos al retador de turno, entre saltos y gritos notaba como algunos aprovechaban para tocarme, otros me tomaban de la cintura para saltar juntos, yo también aprovechaba para tocar sus brazos, sus abdominales o sus pechos. Al final el último retador pudo ganarle, creo que Nahuel ya estaba agotado de tantos intentos y llegó el momento de darle su regalo, le pregunté donde queres tu beso.
todos se emocionaron, algunos pedían que se lo de en la verga otros en la boca...
yo intentaba calmarlos diciendo que no iba a hacer eso, al final el ganador eligió que su regalo sea un beso en la boca, sin dudarlo me colgué de su cuello un poco de exitacion me tenia loca. y comencé a besarlo mientras él me tomaba de la cintura, noté como uno de sus compañeros quitaba su mano de mi cintura para colocarla en una de mis nalgas, como no me negué el ganador siguió tocándome la cola, mientras los demás festejaban y aplaudían.
Terminado ese pequeño juego busqué a Elías. Estaba en la parrilla de la quinta junto a un grupo preparando un asado, Elías me tomó de la cintura pegándome a su cuerpo, no me resistí tomándolo de la espalda. Me puse a hablar con los chicos y notando que me desnudaban con la mirada me «tape» con el kimono, que al ser de crochet se dejaba ver mi bikini entre las aberturas. Varios chicos iban y venían de vez en cuando algunos me tocaban los hombros mientras hablábamos, otros me rozaban, otros me devoraban con la mirada, yo me estaba exitando mas y mas todo me calentaba, ya queria volverme suya.
Elías solo me miraba y sonreía. Uno de los chicos que más charla me sacó fue Alejo, un joven muy guapo que nunca se quedaba sin temas de conversación, a el se le sumó un chico llamado Franco, entre chistes y risa Franco me dio un pequeño empujón amistoso tocando una de mis tetas, obvio no les dije nada, luego Alejo comenzó a hacerme preguntas sobre mi bikini, yo abrí mi kimono para mostrarle mi bikini y luego lo volvía a cerrar para volver a abrazarme a Elías mientras me reía de toda la situación ellos me traian vasos de speed con vodka a cada rato por el calor que tenia me lo tomaba y ya tenia otro.
La charla seguía entorno a mi ropa entonces Franco preguntó si mi bikini era cómodo ya que parecía muy apretado, les expliqué que era muy cómodo y siguiendo abrazada a Elías con mi mano izquierda deje caer sobre mi hombro el kimono ofreciéndoles la mitad de mi bikini para que pudieran tocar la tela, ellos no perdieron el tiempo y comenzaron a explorar la tela de mi bikini sin ningún tipo de resistencia, con sus dedos me tocaban, estiraban la tela del bikini y luego la soltaban, seguían el contorno del escote y la parte inferior, rosándome las tetas y mi vagina, uno de ellos hacía círculos con su dedo en la zona de mi pezón. Alejo me preguntó si la parte de adentro era tan suave como la de afuera y sin pedir permiso, puso uno de sus dedos dentro de mi bikini en la zona de mi pecho, Franco tampoco se quedó atrás haciendo lo mismo, sentía sus dos dedos jugar con mi pezón mientras yo les decía «vieron que es muy suavecito el bikini» entonces escuche un «A ver» y otro chico se sumo a tocar mi bikini y luego otro, parece que nunca tocaron un bikini».
Al ver eso Elías saco su mano de mi cintura, pensé que se había enojado pero en ves de eso me apretó una nalga con mucha fuerza, tanto que solté un pequeño gemido de placer.
Cuando nos reunimos en la mesa para almorzar, me senté al lado de Elías y sin perder el tiempo empecé a acariciarle su verga por debajo de la mesa. Había carne y alcohol como para alimentar a un ejercito, todos empezamos a comer me veia yo sola entre muchos pendejos, no sabia como iva a terminar todo eso.
Los puse a contar y eran 22 entre jugadores y compañeros de escuela, yo tenía la verg de elias en la mano y lo apretaba cada ves más fuerte queriendo arrancarselo mi concha estaba caliente mi boca pedía pija y la locura se apoderaba de mis pensamientos.
Comence a beber más ya queriendo que pase el tiempo.
pero los chicos se encargaban que mi vaso siempre estuviera lleno estaba muy alcohólica. Yo no era de beber mucho, por lo que al terminar otro vaso ya estaba borracha, tanto que no noté cuando el chico que estaba a mi izquierda puso su mano sobre mi pierna y yo respondí poniendo mi mano sobre su verga. Recuerdo que uno de los chicos pidió más carne pero lo interrumpí diciendo «Chicos tienen que guardar espacio para el postre» Todos me miraron extrañados, algún ingenuo preguntó que postre había traído, pero con una sonrisa en la cara les contesté.
yo soy el postre.
Todos estallaron de alegría mientras que yo me reía.
Ellos me sujetaron y sacaron de mi asiento, me arrastraron por la quinta con la idea de tirarme a la pileta, pero pude soltarme y comencé a correr esquivándolos, solo para jugar un poco más con ellos, mientras corría ellos me acorralaron intentado sujetarme pero me resistía, sentí como uno pasó su brazo entre mis piernas, rozando mi vagina completamente húmeda y con su otro brazo me sujetó bien fuerte apretándome las tetas, me levantó casi sin esfuerzo me llevaba hacía la pileta mientras el resto de jóvenes festejaba y felicitaban a su amigo por la «presa» que había conseguido, mientras que yo reía y le pedía que me soltara. Su brazo rosando mi vagina me hacía sentir en la gloría pero quería jugar un poco más, así que me solté y volví a correr. Ellos eran más rápidos me acorralaban y empujaban hasta que me volvieron a atrapar mientras uno me sujetaba de mis dos piernas otro me sujetaba de mis dos brazos, me quitaron el kimono y me llevaron a la pileta, mientras me tiraban cerveza en la cara, yo intentaba tomar lo que podía. Ya estaba muy cansada como para seguir el juego por lo que me rendí y dejé que me tiraran en la pileta. Uno a uno iban saltando a la pileta, me rodeaban me tomaban por la cola o la cintura, intentaban besarme, pero yo los corría me quería hacer la difícil pero me daba vueltas la cabeza. Por todo calentura exitacion mi corazón latía a mil mi cocha explotaba. Hasta mi culo me picaba ya quería guerra.
Y grité aaaaaaa
Que lindo día...aaaaaaaa
Al escuchar eso siguieron dándome cerveza de una botella, me coloqué en un borde de la pileta uno de ellos empezó a tirarme cerveza en mi escote y sin pedir permiso empezó a beber toda esa cerveza que me tiró, luego se acercó otro corrió una de las tiras de mi bikini dejando mi teta a la vista de todos, me tiró cerveza en esa teta para luego comenzar a chuparla con gran entusiasmo, al segundo, tenía dos chicos chupándome las tetas, mientras otro me tiraba más cerveza sobre mi pelo, yo solo gemía de placer. Los aparte de mis tetas, me volví a acomodar el bikini tapando mis pezones duros, seguí tomando cerveza mientras escuchaba a uno de los chicos decir «Como se hace desear esta puta» yo me senté en el borde de la pileta puse mis brazos hacia atrás sacando pecho y levante una de mis piernas, para que pudieran ver como mi bikini se hundía en mi vagina . Elías me tomo de las piernas me las abrió, corrió la parte de abajo del bikini y comenzó a chuparme la vagina, yo intentaba apartarlo por que todos estaban mirando.
pero tenía más fuerza, algunos chicos salieron de la pileta y rodeándome trataron de sacarme el bikini, mientras uno me corría las tiras del bikini, otro me apretaba los pezones, yo intentaba volver a acomodarlo y no dejar que me lo quitaran pero eran demasiadas manos, entre la calentura que tenía, más la lengua de Elías jugando con mi clítoris les dije «Bueno chicos si tanto me quieren ver desnuda yo me saco el bikini, pero ustedes también se desnudan». No pude terminar la frase cuando vi que todos ya estaban con sus vergas bien erectas al aire, nadie tenía ropa, por lo que no me quedó más remedio que desnudarme, primero bajé las tiras, dejando que cayeran sobre mis hombros mostrándoles mis tetas, luego me di media vuelta sacándome la parte de abajo mostrándoles mi colita en todo su esplendor, para luego dar un salto a la pileta. Automáticamente todos me rodearon, sentía sus vergas rosándome por debajo del agua, me moría de ganas por probarlas, algunos me besaban, otros me metían sus dedos dentro de mi vagina, otros me agarraban o chupaban mis tetas, yo estaba en la gloria disfrutando del momento, tocando sus vergas me di cuenta que tenía para probar vergas de todas las formas y tamaños. Fui pasando de boca en boca hasta que me topé con Nahuel, el puso sus dos manos sobre mi cabeza y con gran fuerza me metió la verga asta el fondo de mi garganta... el estaba sentado al borde de la piscina y yo comenzaba mi primera mamada...
Uno de mis alumnos favoritos me invita a pasar el día en una quinta junto a sus compañeros de equipo, ellos tienen la intención de cogerme entre todos y yo tengo la intención de cogerlos a todos.
Para mis 34 años estaba redescubriendo y disfrutando del sexo como nunca antes, mi método de enseñanza resultó ser todo un éxito.
Por ese tiempo me había vuelto adicta a los vídeos gangbang orgias y sexo anal entre varios, me empese a comprar consoladores, cada ves más grandes, y comencé a explorar mi cuerpo como si fuera una pendeja más de la escuela.
En un momento estaba desquiciada me llevaba puesto un plug anal puesto asta la escuela. Y de ves en cuando veía muchos alumnos y me iba a tocar al baño. A veces me ganaba la exitacion, y me masturbaba esta enferma y lo quise llevar más allá.
Uno que tuvo el honor de recibir dicha recompensa estaba en un grupo y al que me calentaba más.
Elías mi alumno favorito. Un joven de 17 años, futbolista que juega en las inferiores de un club importante cerca de mi ciudad donde vivo ( Defensa y justicia )
Alto, morocho y con un cuerpo depilado y muy atlético. Su verga era deliciosa, el día que aprobó su examen de matemáticas yo lo recompense con mi boca .
yo no lo quería dejar ir, recuerdo tener su verga en mi boca mientras el acababa por tercera vez esa tarde, yo succionaba desesperada cada gota de semen, sentía como su verga se volvía flácida en mi boca pero no la quería soltar, seguía chupando y chupando con la esperanza que volviera a estar dura, pero no había caso el había llegado a su limite. Mientras Elías empezaba a vestirse, yo estaba desnuda desparramada en la cama viendo el espectáculo, muy feliz y satisfecha por la sesión de sexo oral que había tenido y tal vez fue por eso, que cuando me ofreció pasar el fin de semana en una quinta con él y sus compañeros, acepte sin dudarlo.
pensé que iba a compartir el día también con otras mujeres y eso me daba un poco de miedo, pensaba que ver a los hombres dando toda su atención a otras pibas y a mi no me iba a herir mucho en mi autoestima, pero aún así decidí ir.
El día llegó, para pasar ese día me compré una bikini roja de una pieza, con un gran escote en la parte de frente llegando casi hasta mi ombligo, luciendo muy bien mis pequeñas tetas, había tan poca tela en la parte superior que incluso, aunque siendo pequeñas, mis tetas apenas quedaban cubiertas y con el movimiento adecuado podían ocurrir «accidentes» dejando una de mis tetas a la vista de todos. Mi espalda quedaba totalmente descubierta y mi cola no se lucia mucho pero estaba satisfecha con ese bikini. Para completar mi atuendo, me puse un short de jean muy pequeño que mostraba parte de mis nalgas, una musculosa de licra muy fina y un kimono de crochet blanco. Mi intención era quitarme el short y la musculosa, para usar el kimono y así insinuar más que mostrar para ver si podía llamar la atención de algunos chicos, y así no solo tener sexo con Elías sino también con otros chicos, por lo que también empaque una caja grande de preservativos y un gel.
A las 9hs de la mañana, pasé con mi coche a buscar a Elías por su casa para ir a la quinta, el estaba con dos amigos, me desilusionó un poco porque quería probar su verga antes de llegar, pero bueno. Los tres se subieron a mi auto y empezamos el viaje. En el camino ponían música y hablaban de sus cosas, me decían algún que otro alago pero nada fuera de este mundo. Fuimos los primeros en llegar a la quinta más o menos a las 10hs, sacamos las cosas del auto nos acomodamos, yo me quite la ropa quedando solo en bikini y kimono, recibí algunos aplausos por parte de los chicos, les hice una pequeña reverencia y nos sentamos a tomar y escuchar música mientras llegaba el resto. Uno a uno los coches iban llegando y para mi sorpresa todos los que se bajaban del auto eran varones. Para cuando llegó el tercer auto lleno de varones, le pregunte a Elías si sus compañeras iban a venir, a lo que él sorprendido me contestó que no, solo iban a venir sus compañeros...
Entonces estaban por hacerse las 11hs del día y yo ya estaba rodeada por muchos pendejos entre ellos de entre 19 y 22 años con un gran físico, depilados y mucha energía. Sentí como mi vagina se humedecía, me puse completamente colorada viendo a todos esos varones, pensando en sus vergas se me hacía agua la boca, podía entregarme a ellos y disfrutar hasta las 22 de la noche supuse. Cuando escuche decirle a Elias que estaríamos todo el día hasta la mañana siguiente por que la quinta era de un papa de ellos.
Fui hasta el baño de la edificación para refrescarme un poco y tratar de controlarme, el baño era uno muy grande con mucho cubículos, pero era mixto no había separación entre varones y mujeres. Entré a uno de los cubículos para hacer mis necesidades, pensado que iba a hacer, si me entregaba solo a Elías, a unos pocos o a todos al mismo tiempo y si lo hacía como iba controlar la situación, mis pensamientos son interrumpidos cuando entran unos chicos al baño, pude escuchar como hablaban de mi uno claramente le decía «Vieron el culo que tiene la mina que trajo Elías, se lo rompería todo» otro contestaba «Me dan una ganas arrancarle el coso blanco que tiene, la malla que tiene no le tapa casi nada» otro «Yo la agarraría para tirarla a la pileta y de paso la manoseo toda» uno más cauto decía «No sean giles, miren si después nos denuncia por violarla o algo así.
Al escuchar esto mi corazón latía a mil por hora, completamente excitada por la situación y con la mente nublada.
Cuando me reincorporé a la fiesta, noté como todos los chicos me devoraban con la mirada.
Yo estaba loca quería arrodillarme a chuparle la pija a todos como los videos que miraba.
Completamente exitada fui y dispuesta a pasar la mejor tarde de mi vida tome 2 vasos de speed con smirnof era para darme valor ....
Y vi que uno de los pibes estaba en un rincón a escondidas me acerqué y tenía un poco de merca recordé mi juventud y le pedí una línea para tomar coraje.
El pibe me mira y dice coraje para que ?
Ya te vas a enterar.
Aproveché la situación para jugar un poco con ellos, noté como unos estaban haciendo un concurso de pulseadas, fui hasta donde estaban y reté a Nahuel que tenía los brazos más grande de todos, me senté frente a el y automáticamente los demás chicos me rodearon por detrás, algunos apoyaban sus manos sobre mis hombros y deslizaban mi kimono. Cuando tomé la mano de Nahuel automáticamente me di cuenta que su fuerza era incomparable a la mía, los chicos atrás mío me alentaban y me daban todo su apoyo y hasta me apoyaban, esforcé mucho para vencerlo pero no pude mover ni un milímetro su brazo. Rendida, completamente acalorada y colorada les dije a los chicos que me rodeaban «le voy a dar un beso al que le pueda ganar» rápidamente tomaron mi lugar y uno a uno intentaron vencerlo, mientras los demás alentábamos al retador de turno, entre saltos y gritos notaba como algunos aprovechaban para tocarme, otros me tomaban de la cintura para saltar juntos, yo también aprovechaba para tocar sus brazos, sus abdominales o sus pechos. Al final el último retador pudo ganarle, creo que Nahuel ya estaba agotado de tantos intentos y llegó el momento de darle su regalo, le pregunté donde queres tu beso.
todos se emocionaron, algunos pedían que se lo de en la verga otros en la boca...
yo intentaba calmarlos diciendo que no iba a hacer eso, al final el ganador eligió que su regalo sea un beso en la boca, sin dudarlo me colgué de su cuello un poco de exitacion me tenia loca. y comencé a besarlo mientras él me tomaba de la cintura, noté como uno de sus compañeros quitaba su mano de mi cintura para colocarla en una de mis nalgas, como no me negué el ganador siguió tocándome la cola, mientras los demás festejaban y aplaudían.
Terminado ese pequeño juego busqué a Elías. Estaba en la parrilla de la quinta junto a un grupo preparando un asado, Elías me tomó de la cintura pegándome a su cuerpo, no me resistí tomándolo de la espalda. Me puse a hablar con los chicos y notando que me desnudaban con la mirada me «tape» con el kimono, que al ser de crochet se dejaba ver mi bikini entre las aberturas. Varios chicos iban y venían de vez en cuando algunos me tocaban los hombros mientras hablábamos, otros me rozaban, otros me devoraban con la mirada, yo me estaba exitando mas y mas todo me calentaba, ya queria volverme suya.
Elías solo me miraba y sonreía. Uno de los chicos que más charla me sacó fue Alejo, un joven muy guapo que nunca se quedaba sin temas de conversación, a el se le sumó un chico llamado Franco, entre chistes y risa Franco me dio un pequeño empujón amistoso tocando una de mis tetas, obvio no les dije nada, luego Alejo comenzó a hacerme preguntas sobre mi bikini, yo abrí mi kimono para mostrarle mi bikini y luego lo volvía a cerrar para volver a abrazarme a Elías mientras me reía de toda la situación ellos me traian vasos de speed con vodka a cada rato por el calor que tenia me lo tomaba y ya tenia otro.
La charla seguía entorno a mi ropa entonces Franco preguntó si mi bikini era cómodo ya que parecía muy apretado, les expliqué que era muy cómodo y siguiendo abrazada a Elías con mi mano izquierda deje caer sobre mi hombro el kimono ofreciéndoles la mitad de mi bikini para que pudieran tocar la tela, ellos no perdieron el tiempo y comenzaron a explorar la tela de mi bikini sin ningún tipo de resistencia, con sus dedos me tocaban, estiraban la tela del bikini y luego la soltaban, seguían el contorno del escote y la parte inferior, rosándome las tetas y mi vagina, uno de ellos hacía círculos con su dedo en la zona de mi pezón. Alejo me preguntó si la parte de adentro era tan suave como la de afuera y sin pedir permiso, puso uno de sus dedos dentro de mi bikini en la zona de mi pecho, Franco tampoco se quedó atrás haciendo lo mismo, sentía sus dos dedos jugar con mi pezón mientras yo les decía «vieron que es muy suavecito el bikini» entonces escuche un «A ver» y otro chico se sumo a tocar mi bikini y luego otro, parece que nunca tocaron un bikini».
Al ver eso Elías saco su mano de mi cintura, pensé que se había enojado pero en ves de eso me apretó una nalga con mucha fuerza, tanto que solté un pequeño gemido de placer.
Cuando nos reunimos en la mesa para almorzar, me senté al lado de Elías y sin perder el tiempo empecé a acariciarle su verga por debajo de la mesa. Había carne y alcohol como para alimentar a un ejercito, todos empezamos a comer me veia yo sola entre muchos pendejos, no sabia como iva a terminar todo eso.
Los puse a contar y eran 22 entre jugadores y compañeros de escuela, yo tenía la verg de elias en la mano y lo apretaba cada ves más fuerte queriendo arrancarselo mi concha estaba caliente mi boca pedía pija y la locura se apoderaba de mis pensamientos.
Comence a beber más ya queriendo que pase el tiempo.
pero los chicos se encargaban que mi vaso siempre estuviera lleno estaba muy alcohólica. Yo no era de beber mucho, por lo que al terminar otro vaso ya estaba borracha, tanto que no noté cuando el chico que estaba a mi izquierda puso su mano sobre mi pierna y yo respondí poniendo mi mano sobre su verga. Recuerdo que uno de los chicos pidió más carne pero lo interrumpí diciendo «Chicos tienen que guardar espacio para el postre» Todos me miraron extrañados, algún ingenuo preguntó que postre había traído, pero con una sonrisa en la cara les contesté.
yo soy el postre.
Todos estallaron de alegría mientras que yo me reía.
Ellos me sujetaron y sacaron de mi asiento, me arrastraron por la quinta con la idea de tirarme a la pileta, pero pude soltarme y comencé a correr esquivándolos, solo para jugar un poco más con ellos, mientras corría ellos me acorralaron intentado sujetarme pero me resistía, sentí como uno pasó su brazo entre mis piernas, rozando mi vagina completamente húmeda y con su otro brazo me sujetó bien fuerte apretándome las tetas, me levantó casi sin esfuerzo me llevaba hacía la pileta mientras el resto de jóvenes festejaba y felicitaban a su amigo por la «presa» que había conseguido, mientras que yo reía y le pedía que me soltara. Su brazo rosando mi vagina me hacía sentir en la gloría pero quería jugar un poco más, así que me solté y volví a correr. Ellos eran más rápidos me acorralaban y empujaban hasta que me volvieron a atrapar mientras uno me sujetaba de mis dos piernas otro me sujetaba de mis dos brazos, me quitaron el kimono y me llevaron a la pileta, mientras me tiraban cerveza en la cara, yo intentaba tomar lo que podía. Ya estaba muy cansada como para seguir el juego por lo que me rendí y dejé que me tiraran en la pileta. Uno a uno iban saltando a la pileta, me rodeaban me tomaban por la cola o la cintura, intentaban besarme, pero yo los corría me quería hacer la difícil pero me daba vueltas la cabeza. Por todo calentura exitacion mi corazón latía a mil mi cocha explotaba. Hasta mi culo me picaba ya quería guerra.
Y grité aaaaaaa
Que lindo día...aaaaaaaa
Al escuchar eso siguieron dándome cerveza de una botella, me coloqué en un borde de la pileta uno de ellos empezó a tirarme cerveza en mi escote y sin pedir permiso empezó a beber toda esa cerveza que me tiró, luego se acercó otro corrió una de las tiras de mi bikini dejando mi teta a la vista de todos, me tiró cerveza en esa teta para luego comenzar a chuparla con gran entusiasmo, al segundo, tenía dos chicos chupándome las tetas, mientras otro me tiraba más cerveza sobre mi pelo, yo solo gemía de placer. Los aparte de mis tetas, me volví a acomodar el bikini tapando mis pezones duros, seguí tomando cerveza mientras escuchaba a uno de los chicos decir «Como se hace desear esta puta» yo me senté en el borde de la pileta puse mis brazos hacia atrás sacando pecho y levante una de mis piernas, para que pudieran ver como mi bikini se hundía en mi vagina . Elías me tomo de las piernas me las abrió, corrió la parte de abajo del bikini y comenzó a chuparme la vagina, yo intentaba apartarlo por que todos estaban mirando.
pero tenía más fuerza, algunos chicos salieron de la pileta y rodeándome trataron de sacarme el bikini, mientras uno me corría las tiras del bikini, otro me apretaba los pezones, yo intentaba volver a acomodarlo y no dejar que me lo quitaran pero eran demasiadas manos, entre la calentura que tenía, más la lengua de Elías jugando con mi clítoris les dije «Bueno chicos si tanto me quieren ver desnuda yo me saco el bikini, pero ustedes también se desnudan». No pude terminar la frase cuando vi que todos ya estaban con sus vergas bien erectas al aire, nadie tenía ropa, por lo que no me quedó más remedio que desnudarme, primero bajé las tiras, dejando que cayeran sobre mis hombros mostrándoles mis tetas, luego me di media vuelta sacándome la parte de abajo mostrándoles mi colita en todo su esplendor, para luego dar un salto a la pileta. Automáticamente todos me rodearon, sentía sus vergas rosándome por debajo del agua, me moría de ganas por probarlas, algunos me besaban, otros me metían sus dedos dentro de mi vagina, otros me agarraban o chupaban mis tetas, yo estaba en la gloria disfrutando del momento, tocando sus vergas me di cuenta que tenía para probar vergas de todas las formas y tamaños. Fui pasando de boca en boca hasta que me topé con Nahuel, el puso sus dos manos sobre mi cabeza y con gran fuerza me metió la verga asta el fondo de mi garganta... el estaba sentado al borde de la piscina y yo comenzaba mi primera mamada...
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