You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Vacaciones de soltero (parte 3)

Me levanté como a las 11 de la mañana, dormí largo y tendido después de la noche intensa con Luchi sumada a la mañana de viaje y el trastorno que implicó dejar a Vanina en la terminal. Pero ya me sentía mejor, no sabía si fue cuestión de suerte o de haberme cruzado con una mina muy trola, pero ponerla de esa manera, con tantas ganas y el morbo de chamuyarme una minita random en la playa me había subido mucho el autoestima. Y más con la promesa de encontrarnos de nuevo con Luchi.
Ni desayuné, directamente almorcé temprano para poder hacer playa a la tarde. Le tiré un mensajito a mi chonguita ocasional pero demoró un rato largo en responder. Le pregunté más o menos donde iba a estar en la playa así capaz que pasaba a verla. En el momento que leyó el mensaje me respondió dulcemente "Hola corazón! Estoy entre las calles 35 y 36, venis?". La saludé cariñosamente y le dije que en un rato pasaba, me propuso que en todo caso hacíamos al revés y ella le avisaba a sus amigos que se iba un rato adonde yo estaba.
A eso de las 4 de la tarde caí en la playa, a una cuadra de donde ella estaba. Le indiqué donde y me dijo "Ahora voy...". Enseguida llegó, no pasaron ni 10 minutos. Estaba entregadísima, ansiosa, no lo se... pero ahí estaba. Se había puesto una parte de abajo diferente de la bikini, pero la misma parte de arriba del día anterior. Me dio un pico al saludarme, me pareció raro quizás pero lo permití. Acomodó sus cosas, se acostó a tomar sol boca abajo a mi lado y charlamos un rato.
Vacaciones de soltero (parte 3)
Compré unos churros playeros y tomamos mucho mate, charlamos de la vida, de amores y desamores... gestamos un lindo vínculo transitorio y efímero, del que nos acordaremos algunos meses y nada más. Tipo 7 de la tarde, ya con el sol cayendo me hace un planteo:
L: Nacho, no quiero parecer invasiva ni que me quiero enganchar con vos...
Y: ...¿pero? - le dije con cierta intriga y sorpresa
L: ¿Te gustaría que salgamos a cenar juntos y después vamos a tu departamento? Obvio, si no te incomoda... sino vamos a los bifes jaja
Y: No, no... jajaja para nada, me gusta la idea - respondí con total sinceridad.
L: Bueno, entonces me voy yendo asi me baño y dejo preparadas mis cosas también porque mañana nos vamos.
De a poquito juntó sus cosas y se fue, yo lo mismo. Al despedirse nuevamente lo hizo dándome un pico. Tenía miedo realmente que se enganche, pero cuando me habló de ir a los bifes me di cuenta que sólo lo estaba disfrutando a su manera, pero que también era capaz de poner quinta a fondo y avanzar.
Cerca de las 10 la pasé a buscar. Estaba vestida muy linda: una blusa negra con detalles blancos escotada, sensual pero que revelaba lo justo y necesario, nada extravagante. Un jean negro gastado que con el ajuste marcaba sus atributos muy bien y unas sandalias negras altas. Pelo suelto, ondulado con buen volumen, maquillaje discreto. Y como complemento una carterita a tono con las sandalias en la que apenas entraría su celular, las llaves y la billetera. Cenamos rico, algo bien de mar: pedimos una porción de cornalitos al limón para compartir mientras esperábamos el salmón al curry que pedí para mí, y la merluza a la plancha con verduras que pidió ella. Un vinito acompañando la cena, y la charla ampliada que traíamos de la tarde.
El helado de postre luego de una buena sobremesa, con cruces de miradas interesantes y toques de manos incluso. Pedimos la cuenta, picante también la cuenta como las miradas pero sin titubear me dijo "Vamos a medias" a lo que le dije "En absoluto... yo invito". Me quiso discutir un poco pero luego cedió. Realmente lo valía el momento, pero además era otro polvo gratis... lo menos que podía hacer era garpar la cena. Fuimos al departamento, le ofrecí un cafecito me dijo "Después..." y comenzó intensa a abrazarme y besarme en el cuello, estirándose lo suficiente para alcanzarme.
Yo le agarraba el orto por encima del jean, bien redondito y marcado mientras ella me apoyaba las tetas en el abrazo. Se desabotonó el jean y cuando lo bajé, una hermosa y visiblemente nueva tanguita de encaje blanco que se perdía en la belleza de esa cola. El corpiño, también de encaje pero negro, complementaba el atuendo que más allá de no ser del mismo conjunto daba un contraste espectacular a la escena.tetona
Se desvistió casi por completo, sólo quedando en ropa interior. Hice lo mismo, revoleando la ropa por todos lados. Nos besamos frenéticamente y cuando la estaba por alzar a upa para llevarla a la habitación me dice "Te tengo una sorpresa...". Tomó su carterita diminuta, no imaginé que pudiera sacar algo de ahí que no fuera lo mínimo indispensable que necesitaba para salir.putas
Saca un blister con dos pastillas y me dice "Quiero que me llenes la conchita de leche... ayer la vi en el forro y me quedé con ganas de sentirla, ¿te animas?", me dijo mientras me mostraba que había comprado las pastillas del día después. Me voló la cabeza que sea tan putita de haber pensado en ese detalle. Ni hizo falta que le responda, que ahí nomas contra la mesa le separé las piernas, corri su tanguita y se la mandé a guardar a pelo. Gimió fuerte cuando se la metí, estaba mojada pero no la esperaba creo... fue apenas un poco como para precalentar. De ahí nos fuimos al sofá que estaba a dos metros y bueno...
El primer polvo fue estándar, unos 15 minutos a pleno desenfreno. Algo de sexo oral para arrancar algún orgasmo de su preciosa vagina y después de una buena chupada de pija de su parte, meta y ponga a toda máquina. Ella lo quería rápido, insistentemente me pedía que quería sentir mi leche adentro. Gemía mucho, lo disfrutaba más que la noche anterior incluso y supongo que era porque estaba más suelta, pero además sentía bien el roce de mi verga sin la barrera de látex en el medio. No me hice desear mucho y le di la leche enseguida, así de misionero como le estaba entrando nomás. Fuerte y al medio dicen los que patean penales a la hora de asegurar, y algo más o menos así fue. Le salía bastante leche de la concha, y con una mueca de felicidad en su rostro y aun agitada por la acción, levantó las piernas y esperó un ratito antes de ir al baño.
viaje
Luego de higienizarse, me dijo "Ahora si te acepto ese cafecito...". Nos quedamos desnudos ambos, no sé si por comodidad o porque era lógico que hubiese otro round. O simplemente por gusto de vernos. La cuestión es que luego de compartir un rato juntos, nos fuimos a la cama a abrazarnos un rato, mientras nos besábamos suavemente. El desenfreno ya estaba, ahora estábamos cariñosos. Ese cariño creció y encendió de nuevo la chispa luego de un buen rato de besos... ella bajó a darme sexo oral nuevamente. Bueno, lo dije con bastante cordialidad: me pegó una buena chupada de verga, a fondo como ella sabía. Era muy buena petera y lo gozaba tanto, que se mojaba sola sin necesidad de ser tocada.
Después de chupármela, se montó solita sobre mi pija y comenzó a moverse suavemente, para luego subir la intensidad de a poco a medida que gemía más y mis manos apretaban con ganas sus tetas saltarinas. Poses de todos los tipos: de lado, arriba, abajo, de espaldas, parados... en cuatro, mucho... con tironeo de pelo incluso. Estaba putísima, sabiendo que era nuestra segunda y última noche. Para ella coger con un extraño era, en teoría, algo nuevo. No parecía, ya que lo disfrutaba mucho... pero a mi no me importaba tanto su historial porque luego de lo de Vanina, estaba dispuesto a cogerme cualquier mina que se me cruce y pasar mis vacaciones lo mejor posible.
culona
Le estaba dando bomba en cuatro a la vez que me pedía que la coja más fuerte. El pedido de "rompeme la concha" era permanente, al mismo tiempo que gemía diciendo "siii asiii", afirmando que era exactamente eso lo que quería. Ella ya había acabado alguna que otra vez, estaba bien mojada y lubricaba muy bien... tanto que me estaba dando ganas de llenarla de nuevo. Ni le avisé, simplemente la agarré mas fuerte y le di masa a todo ritmo.
Ella sabía lo que venía y gemía más trola que antes, "siii siii siiii llename Nacho, llename toda..." fue la frase que me hizo acabar de nuevo dentro de su conchita hirviendo. "Aaaay sii... que rica leche papito..." fue lo único que dijo mientras salía de su interior. No demoró mucho en hacer fuerza y sacar algo de semen.
"Ufff... más que amortizada la pastilla jajaja..." me dijo en tono morboso y cuasicómico. Se quedó un rato asi, con la pierna y el exterior de la concha lleno de leche hasta que fue a bañarse. Hice lo mismo luego, mientras ella se quedó en la cama mirando tele. Cuando salí estaba solo con la tanguita blanca puesta.
Al rato de estar en la cama juntos, se levanta y va hasta la cocina. Con un vaso de agua en la mano y el blister me dice "Me tomo la primera acá, para que te quedes tranquilo. La otra la tengo que tomar mañana". Hizo lo propio, y luego se vistió. Me pidió si esta vez la podía acompañar, a lo que asentí. Antes de salir del departamento, haciendo puntita de pie aunque tenía sandalias altas, me dio un abrazo y me dijo "Me encantó conocerte... fueron dos noches hermosas, ¡gracias!" y luego me besó con ganas.
Fuimos caminando, para despejarnos un poco y aprovechar esos últimos minutos. Me dio la mano para caminar, llegamos a la esquina de su departamento y me dijo "Acá es...". Volvió a besarme, nos despedimos con una linda sonrisa que quedaría para el recuerdo, y se fue hasta la entrada. Me tiró un beso, como en las películas, y luego desapareció. Nunca más supe de ella, no sé si se tomó la segunda pastilla pero lo que si se es que me ayudó rápidamente con el duelo por la puta infiel de Vanina. Nada mal para recomenzar a ponerla en cuanta minita se me cruce...

2 comentarios - Vacaciones de soltero (parte 3)

fantasma1972 +1
Excelente crack, me pasó alguno muy parecido!
moi290 +2
Para cuándo la continuación?