Cene en casa de mi novia junto con Juli, la cena fue distendida, hablamos de todo un poco incluso bromeamos con cosas de la oficina y mis amigos. Tengo que aclarar algo, la única casa que tiene empleados permanentes, es la mansión de Susana, donde viven tres personas, pero tienen una familia completa de siete personas, que son totalmente leales, que hacen el aseo y limpieza de todas las casas, generalmente cuando sus ocupantes están trabajando, incluso dejan comida en sus refrigeradores. De estas siete personas dos son hombres y se encarga uno de los autos, y otro de la jardinería. Por eso fuimos los tres a la cocina a acomodar las cosas, las chicas se ocupaban de los platos, de ponerlos en el lavavajilla y yo de limpiar la mesa. Cada vez que iba a la cocina apoyaba a Juli o Vale, ellas me miraban con una sonrisa.
Juli: Grandulón, sabes que no podemos hacer nada contigo.
La cosa no paso más de un par de caricias o nalgadas, todo con una buena onda, me parecía increíble aquello, ya cada vez lo veía más normal, ahora mi novia me iba a dar consejos para tirarme a su madrastra. Nos sentamos en el living y la cosa cambio, las chicas se pusieron más serias, y empezaron ha hablarme de Susana, incluso me dijeron cosas que yo no sabia de su vida, y otras que me lo confirmaron, como por ejemplo que tenia un tipo de autismo, y que estaba medicada, me hablaron sobre su incapacidad para relacionarse con personas desconocidas, su dificultades con su parejas porque siempre levantaba una barrera con ellas, y algo que me había imaginado, a ella no le gustaban los hombres débiles, sin dudas iba a intentar someterme, pero si me entregaba manso me iba a descartar o se iba a aburrir.
Las chicas me acompañaron a la camioneta para que me fuera a mi departamento, ofrecí llevar a Juli a su casa, pero esta me hizo señas con su cabeza que no, y agarro la mano de Vale.
Juli: No grandulón, me quedo a dormir aquí, bien juntitas las dos.- y me saco la lengua.
Vale: Claro cariño, que no pueda tener sexo contigo no quiere decir que me quede con las ganas, a parte creo que tu también te divertirás después de todo, bueno si todo sale bien.- me asusto un poco eso ultimo.
Vale se acerco a mi y me dio un beso de escándalo contra la camioneta, para Juli repetir lo mismo ni bien mi novia terminaba de besarme. Después de subir a la camioneta mi novia me dio un tierno beso en los labios y me dijo que me cuidara y descansara, Juli también lo hizo, la verdad es que sentía el cariño cada vez que ellas hacían estas cosas, era la sensación que me transmitían. Llegue al departamento y deje la camioneta en el lugar del VW Golf que tenia, apenas entraba, y me fui a descansar.
A la mañana estaba temprano en la puerta de la mansión de Susana. Tardo todavía media hora en salir la señora, pero valió la pena la espera, traía un pequeño bolso de diseñador. Venia vestida con unos jeans ajustadísimos que le marcaba todo, sus piernas torneadas, hermosa cola, su pequeña cintura, arriba traía una remera blanca que dejaba ver un poco su marcado abdomen, pero lo que realmente se le marcaba era sus tetas, creo que estaba babeando cuando volvió a repetirme el saludo.
Susana: Buenos días Semental, creo que será mejor que cierres la boca.
Alberto: Buenos días Señora Susana.- dije cerrando la puerta de la camioneta.
El viaje iba a durar aproximadamente dos horas por autopista. Ella ni bien se subió se puso unas gafas de sol grande. Puso una radio donde conversaban sobre noticias, ella parecía concentrada en el camino sin mirarme, yo le echaba miradas furtivas. Ya llevaba media hora de viaje y no habíamos intercambiado palabra, en la radio empezaron a hablar sobre el conflicto de medio oriente y entrevistaron a activistas de izquierda.
Alberto: El mundo esta loco, y se va a la mierda.
Susana: Ah si, que opinión tienes al respecto?
En realidad lo dije más que nada para decir algo, justo pensé en voz alta. Exprese mis pensamientos al respecto, a mi me encanta la geopolítica, y las relaciones internacionales, antes de estudiar Administración de Empresas quise estudiar Ciencias Políticas, pero opte por la primera. Así que exprese todo mi conocimiento en mi opinión, mi posición política es de centro, para mi debe haber un equilibrio en todo, aunque no me gusta el socialismo y menos el populismo, eso de hacerse el Papá Noel con la plata del pueblo me repugna. Ella después de analizar mi respuesta me dio su opinión, esta era de extrema derecha, yo rebatí algunas de sus opiniones y otras las ratifique, lo que no espere es que en un par de minutos el vehículo se convirtiera en un foro político, dando cada uno nuestras opciones. La verdad que la cultura que tenia Susana me sorprendió, por que supero con creces lo que yo pensaba.
Susana: Vaya Alberto, veo que sabes de la materia. A cinco minutos hay un desvió, baja y desayunamos en un lugar que conozco.
Por primera vez decía mi nombre, hice caso a lo que me dijo y llegamos a un local bastante grande, sin grandes lujos, un gran café donde podías ver a viajeros y gente del pueblo, pero gente normal. Nosotros entramos compenetrados en nuestra conversación, se había hecho un buen debate en cuanto a política, historias y conflictos. Ella estaba bastante compenetrada con el tema, nos trajeron los cafés y casi ni atención le prestamos a la chica que nos servía. Seguíamos enfrascados en nuestra conversación, la conversación que teníamos es la que aburre a la mayoría de la gente, y no siempre encuentras a alguien para debatir que tenga tan buenos conocimientos como Susana. El resto del viaje lo hicimos igual, conversando sobre temas variados de política y economía.
Al fin llegamos, la casa era preciosa, estaba sobre una avenida costanera muy importante que, cruzando dicha avenida estaba la playa y el mar. Había amplias veredas de ambos lados de la avenida, donde la gente paseaba con sus mascotas, andaba en bicicleta o patines, o salía a correr. La zona era bastante céntrica, estábamos a cinco minutos caminando de pleno centro. La casa en si era preciosa como dije, de estilo Moderno, con hormigón visto y piedras, de dos plantas, con una puerta enorme, y ventanales también grandes con vidrios espejados para no ver para adentro de la propiedad. La casa estaba elevada con respecto a la vereda, y tenia mucho césped perfectamente cortado. Entre al garaje y era amplio fácil podían entrar cinco vehículos como el mío uno atrás del otro.
Susana entro rápido y fue al baño, yo aproveche a recorrer la casa, en el patio del fondo era una isla del Caribe, había una piscina, palmeras, una cascada que caía agua sobre las piedras y terminaba en la piscina, había un sector de sombra, otro para tomar sol, una barra con un bar, y un jardín espectacular, lleno de plantas y verde, perfectamente mantenido. Cuando volvió su actitud era diferente, volvía a ser la mujer fría y distante. Era como si no supiera tratar a un hombre de forma intima, tal vez por eso recurría a la violencia y la dominación por que no conocía otra forma.
Susana: En la planta superior están las habitaciones, una por cada miembro de la familia, creo que podrás ocupar la de Valentina, aunque esta noche estarás conmigo.
Me mostro las habitaciones eran muy amplias y cada una tenia un baño en ellas.
Susana: Yo me voy a bañar para sacarme el sudor del viaje, si quieres tu ve a ver que hay para comer, comemos en una hora y media.- Su tono de voz era totalmente impersonal, era igual que si le estuviera hablando a una maquina, tampoco me miraba, cerro la puerta y yo quede ahí en el pasillo.
Baje a la cocina, revise la heladera y alguien había preparado la casa para recibir a la señora, ya que había víveres, tome un poco de carne y vegetales e hice un arroz. Me quedo bastante bueno. Puse la mesa en la cocina, ya que éramos dos no necesitábamos tanta pompa. Puntual a la hora que me había dicho bajo Susana. Esta era otra mujer, no era la misma del viaje, me fulminaba con la mirada, caminaba segura de si misma, vestía un pequeño vestido suelto y estaba descalza. Se sentó y le serví la comida, no dijo una palabra, espero a que la sirvieran como una señora dominante, todo se desarrollo en silencio, cuando levante la mesa, me puse a lavar los platos, ella me tomo por detrás, tiro de mi pelo con una mano, y con la otra apretó mi pene y hablo al oído con voz ronca.
Susana: Te espero en la habitación putita.- me dijo palmeándome el culo y se fue.
Yo me quede tranquilo era algo que ya me habían advertido las chicas, ella intentaría someterme por la fuerza ahora. Termine de lavar los platos, me sentía que iba a la horca, era este el punto de inflexión, o terminaba de perra siendo penetrado por mi jefa, que era una de las posibilidades, o daba pelea y aseguraba un lugar preponderante, sino compartiría la cucha con el perro.
Entre a la habitación y ella estaba esperándome en el sillón, se paro de inmediato con un cinto en la mano, creo que era el mío. Estaba vestida con un vestidito de red, que se veía todo, en la zona de los pechos tenia los rombos más juntitos, pero igual se podía ver sus pezones marrón claros, sus tetas eran perfectas, el cirujano seguro era pariente de Miguel Ángel, una aureola mediana y unos pitones paraditos como de un centímetro. Una cintura chiquita, abdominales marcados, unas caderas que se ensanchaban, piernas torneadas con unos muslos divinos, el vestido era muy corto, debajo de él se veía una diminuta tanga de encaje que se esforzaba por ocultar sus labios vaginales, su piel bronceada daba un marco espectacular a ese cuerpo. Su figura era la de una bailarina de carnaval de Rio de Janeiro, o de alguna mulata del Caribe, era una Bomba sexy, con una personalidad en ese momento de depredador, golpeaba el cinto en su mano.
Susana: Ahora te voy a dar por hacerme esperar.- un golpe con el cinturón pego en mi pecho.- te voy a bajar de nivel de semental a mi putita.- me hablaba con bronca.
Volvió a intentar golpearme con el cinto, pero sujete su muñeca antes que me golpeara, la empuje levemente sobre la cama, me dirigió una mirada como para matarme. Yo me saque el pantalón, estaba descalzo así que no me costo. Ella se paro y estaba furiosa se dirigiio a mi con la sana intención de molerme a golpes, me lanzo una cachetada, que sonó en mi rosto, no quise detenerla.
Susana: Como te atreves pedazo de mierda, nadie nunca a osado.- mientras despotricaba contra mi lanzaba otra cachetada.
No la deje conectarme, me cubrí y termine junto a ella, nuestras caras quedaron a pocos centímetros, y corto lo que estaba diciendo, si bien era alta un metro setenta, yo era más alto, nuestras miradas se cruzaron por un segundo y la vi dudar, la tome de la nuca y le di un beso, que la sorprendió y no correspondió, termino mordiéndome y haciéndome sangre en los labios. Me separe un poco y ella seguía enojada, la volví a empujar contra la cama. Me saque la remera, camine hacia ella abrí sus piernas y me puse al medio, dos o tres golpes impactaron en mi humanidad, mi sexo choco contra el suyo, yo desnudo y ella todavía con la ropa interior. Tome su cara y la traje hacia la mía y volví a besarla, por un momento me correspondió, hasta que la muy puta volvió a morderme, no fue tan fuerte como la vez anterior pero tenia un poco de sangre. Ella volvió a golpearme, repetidas veces, yo simplemente aguantaba.
Susana: Hijo de puta, te voy a domar, serás mi puta perra.
Al practicar artes marciales aprendes a recibir golpes y aguantarlos, por lo tanto era fácil para mí. Mi sexo seguía en contacto con el suyo restregándose, solo dividido por el pequeño tanga, yo sentía el calor que emanaba su sexo, esto le calentaba aunque me quisiera matar ahora. Dos zarpazos suyos hicieron grandes rasguños en mi pecho, yo con mis manos amasaba sus tetas, y entre la red del vestido pellizcaba sus pezones, baje mi mano acariciando su abdomen, ella intento enderezarse en la cama, puse mi mano en su pecho y se lo impedí, la diferencia de fuerza era abismal, con mi otra mano empecé a acariciar su vulva, estaba caliente y había bastante humedad en la zona, por sus flujos y también por liquido pre seminal.
Susana: Te he traído aquí como mi esclavo, no para que hagas lo que quieras, firmaste un contrato.- La corte.
Alberto: Firme un contrato para preñarte, pero en el proceso pienso darte placer.
Rompí su tanga tirándolo, creo que le hice un poco de daño, metí varios de sus dedos del pie en mi boca, sabia que era un fetiche que tenia, con mi otra mano deje de presionarla y la baje a su vulva, empecé a acariciarla suavemente, haciendo movimientos circulares en ella. Susana cerro los ojos y se tenso todo su cuerpo, baje con mi lengua por su tobillo, gemelos que estaban durísimos de lo trabajado que estaban, su perfecto muslo, y llegue a su vulva, puse sus dos piernas en mis hombros y suavemente pase mi lengua por toda su vagina, ella arqueo la espalda y se tenso más todavía, pero no emitió ningún sonido, sus labios mayores gruesos y gordos que estaban cerrados se abrieron ante mi lengua, ahí descubrí dos finos labios menores, que se escondían, ataque con mi lengua toda esta zona.
Alberto: Esta muy sabrosa jefa.
Y era la verdad, su olor y sabor eran embriagantes, olor y gusto a hembra. Ella seguía sin emitir sonidos solo me dejaba hacer, yo al entrar a la habitación había visto algo en la mesita de noche, algo que me habían advertido las chicas. Había un bote de crema lubricante y tres dildos plásticos, uno pequeño que era un dilatador anal, uno mediano y otro enorme. Ella intentaría forzar mi ano, así que si quería salir con el culo sano debía hacer bien mi jugada. Metí dos dedos en su vagina mientras mi lengua seguía recorriendo lo más que podían de su sexo. Dirigí mi lengua hacia su ano, yo sabia que no había entrado nada más grueso que un dedo ahí, jugué con mi lengua ella tuvo un orgasmos, pero no dijo nada lo note por su aumento de flujo y sus contracciones, iba a seguir con el plan, la seguiría estimulando.
Alberto: Así Señora, goce, déjese llevar.- Mientras le decía esto introduje un dedo en su ano.
Esto hizo que su orgasmo fuera un poco más intenso, mientras empecé a mover un dedo en su ano y otro en su vagina, y me dedique a lamer su clítoris ella encadeno un orgasmo con otro en unos segundos nada más, yo aproveche este segundo orgasmo para agregar otro dedo más a su ano y un tercero también dos segundos después, este orgasmo fue una mescla de dolor y placer increíble para mi jefa. Su cuerpo se quedo laxo por algunos segundos, yo me subí sobre ella y empecé a darle besos en la cara, el cuello, la clavícula, cuando vi que abrió los ojos le di un beso en los labios, ella no me rechazo y colaboro, pero le corte el beso, quería dejarla así. Según las chicas era una mujer muy ardiente, y se recuperaba rápido de los orgasmos, así que iría por más. Yo no podía dejarla reaccionar tenia que actuar antes, fui a la mesa de noche y tome el dilatador anal y la crema lubricante.
Susana: Que vas hacer con eso, creo que no te has dado cuenta con quien estas tratando.
Alberto: Tranquila jefa, hoy solo habrá placer.
Yo rasgue su vestido de red completamente y pose mis manos sobre sus tetas, había dejado en la cama las cosas, ella me recibió con una cachetada yo dirigí mi boca a sus pezones, y empecé a mamar de ellos como si tuviera hambre y de ahí saldría leche, Susana me jalo de mi pelo, yo seguía en lo mío mamando aquel pecho divino, nuestros sexos desnudos se golpeaban y apoyaban con nuestro movimiento, ella desesperada mordió mi hombro clavándome los dientes, eso si me dolió de verdad, tome dos segundos para reponerme, le clave mi pene hasta el fondo de su cálida y húmeda vagina, no pare hasta que mis huevos hicieron contacto, mientras chupaba fuertemente su pezón.
Susana: Haa, eres un puto animal.- menos mal que dejo de morderme para decirme esto.
Ella empezó a lanzar insultos y amenazas, que me iba a romper el culo fue la menor de ellas, me dijo que me castraría y me convertiría en un perro lame vaginas. La verdad es que me costo penetrarla, estaba más apretado de lo que yo pensaba, algo le debió de doler, aunque creo más que lo que le afecto fue su orgullo, yo daba penetraciones profundas he iba incrementando el ritmo de a poco. Eso si pase de comerle las tetas a su cuello besándoselo y chupándole la oreja, ella apoyo su cabeza en mi hombro ya le costaba más insultar y sus insultos se mesclaban con pequeños gemidos, a la señora le estaba gustando todo esto, es más mi pene estaba muy lubricado y entraba sin problemas hasta el fondo. Con mi mano libre tome el pote de lubricante y saque su tapa que era a presión, embadurne bastante mis dedos y por la dificultad también cayo parte en la cama tome el dilatador anal y lo embadurne bien mientras seguía penetrando y estimulándola. Lleve el juguete hasta su ano y empecé a masajearlo con él.
Susana: Ni se te ocurra puto haa.- no la deje terminar y la penetre con el juguete.
Comencé a darle caña, haciendo mis penetraciones más profundas, mientras mi boca chupaba su cuello, ella abrió más las piernas como buscando la mayor penetración posible, en pocos segundos acabo fuertemente tensándose toda, y tirando la cabeza para atrás, aunque no quiso dejo escapar varios gemidos. Ella quedo como desvanecida, con su cuerpo totalmente relajado, yo retire mi pene de dentro de ella, todavía estaba durísimo, no había acabado. Tome de la mesita el dildo mediano y coloque a mi jefa al ras de la cama, ella estaba en posición fetal, puse bastante lubricante en el juguete y en mi pene, era bastante más chico que mi pene, me dirigí hacia ella y empecé a jugar en su vagina con el juguete mientras movía despacio el plug anal, saque este de su ano y puse mi pene en su lugar.
Susana: No por ahí no.
Medio pene entro en su ano de una estocada, ella se tenso toda, y apretó sus dientes hasta hacerlos rechinar, su ano estaba apretado de verdad, tanto que me hacia un poco de daño, me quede quieto un momento, mientras encendí la función de vibrador del juguete que estimulaba su vagina, empecé a recorrer esta con su juguete estimulándola hasta llegar al clítoris, abriendo sus labios y volviendo a su botoncito de placer, mientras me movía muy lentamente en su ano, ella de a poco empezó a reaccionar, yo me movía un poquito más con cada embestida, después de un rato ya había relajado su ano, tome su pierna de arriba y la puse sobre mi hombro, su vagina y ano quedaron más expuestas a mi, yo con el juguete la penetre y volví a sacarlo y ponerlo en su clítoris y repetí la maniobra.
Susana: Puto perro que me has hecho, cuando termines te voy a colgar de los huevos.- decía entre jadeos.
Yo sin darme cuenta ya había ingresado casi todo mi pene en su ano, ella termino dando la estocada final al presionar su cadera sobre mi, una vez toda adentro empecé a moverme más rápido y fuerte, ella gemía y despotricaba contra mi, decía que me castigaría por ser un mal esclavo y otras tonterías. Yo le estaba rompiendo el culo a mi jefa, la tirana, y en verdad lo estaba disfrutando mucho, esto era una sensación inigualable, estaba por acabar cuando mi jefa empezó a gritar como loca y convulsionarse, todo en ella se tenso hasta su ano, empezó a despedir chorros por su vagina empapando todo, su ano me ordeño y yo acabe abundantemente dentro de ella, caí rendido a un costado, un par de minutos después ella se repuso.
Susana: Fuera de aquí, déjame sola. – Tomo un jarrón y me lo aventó.
Yo salí inmediatamente de ahí, la dejaría sola, le daría tiempo a pensar en todo, esta jugada me podría salir bien o mal, todo dependía ahora de ella. Como estaba desnudo, y mi ropa estaba adentro de la habitación vague desnudo por la casa, me fui al baño del cuarto de Valentina, ahí pude ver como estaba mi cuerpo, golpes, mordeduras y rasgúñanos por todos lados, solo me di cuenta que si esto me salía mal podía terminar preso por violación, aunque me había apegado bien al plan que habíamos hecho con las chicas. Como no tenia nada que hacer me fui a la cocina y me prepare un café, ya estaba anocheciendo, habíamos estado casi una hora teniendo sexo, y yo llevaba tres en la cocina, asi que con todo lo que tenía a mano prepare algo para cenar.
Ella tardo un rato más en bajar, cuando entro en la cocina venia solo cubierta por mi remera, yo me había sentado en la punta, sabia de sobra que era su lugar, ella se quedo parada al lado mío mirándome, estaba seria pero no había odio en su mirada, se fue ha ir a la otra punta de la mesa y yo la tome del brazo y jale de él bruscamente hasta que ella quedo sentada sobre mi muslo, su vagina estaba en contacto directo con mi pierna, ella me miro fue a decir algo.
Alberto: Mira lo que he preparado para ti.- puse en su boca una tostada con jamón crudo.
Ella no dijo nada y comió en silencio, yo acariciaba su pierna, le pase una copa de vino que recibió, estaba rara, estaba como sorprendida, creo que por primera vez no sabia como actuar, y para ella una mujer que dominaba todo eso era mucho que procesar.
Juli: Grandulón, sabes que no podemos hacer nada contigo.
La cosa no paso más de un par de caricias o nalgadas, todo con una buena onda, me parecía increíble aquello, ya cada vez lo veía más normal, ahora mi novia me iba a dar consejos para tirarme a su madrastra. Nos sentamos en el living y la cosa cambio, las chicas se pusieron más serias, y empezaron ha hablarme de Susana, incluso me dijeron cosas que yo no sabia de su vida, y otras que me lo confirmaron, como por ejemplo que tenia un tipo de autismo, y que estaba medicada, me hablaron sobre su incapacidad para relacionarse con personas desconocidas, su dificultades con su parejas porque siempre levantaba una barrera con ellas, y algo que me había imaginado, a ella no le gustaban los hombres débiles, sin dudas iba a intentar someterme, pero si me entregaba manso me iba a descartar o se iba a aburrir.
Las chicas me acompañaron a la camioneta para que me fuera a mi departamento, ofrecí llevar a Juli a su casa, pero esta me hizo señas con su cabeza que no, y agarro la mano de Vale.
Juli: No grandulón, me quedo a dormir aquí, bien juntitas las dos.- y me saco la lengua.
Vale: Claro cariño, que no pueda tener sexo contigo no quiere decir que me quede con las ganas, a parte creo que tu también te divertirás después de todo, bueno si todo sale bien.- me asusto un poco eso ultimo.
Vale se acerco a mi y me dio un beso de escándalo contra la camioneta, para Juli repetir lo mismo ni bien mi novia terminaba de besarme. Después de subir a la camioneta mi novia me dio un tierno beso en los labios y me dijo que me cuidara y descansara, Juli también lo hizo, la verdad es que sentía el cariño cada vez que ellas hacían estas cosas, era la sensación que me transmitían. Llegue al departamento y deje la camioneta en el lugar del VW Golf que tenia, apenas entraba, y me fui a descansar.
A la mañana estaba temprano en la puerta de la mansión de Susana. Tardo todavía media hora en salir la señora, pero valió la pena la espera, traía un pequeño bolso de diseñador. Venia vestida con unos jeans ajustadísimos que le marcaba todo, sus piernas torneadas, hermosa cola, su pequeña cintura, arriba traía una remera blanca que dejaba ver un poco su marcado abdomen, pero lo que realmente se le marcaba era sus tetas, creo que estaba babeando cuando volvió a repetirme el saludo.
Susana: Buenos días Semental, creo que será mejor que cierres la boca.
Alberto: Buenos días Señora Susana.- dije cerrando la puerta de la camioneta.
El viaje iba a durar aproximadamente dos horas por autopista. Ella ni bien se subió se puso unas gafas de sol grande. Puso una radio donde conversaban sobre noticias, ella parecía concentrada en el camino sin mirarme, yo le echaba miradas furtivas. Ya llevaba media hora de viaje y no habíamos intercambiado palabra, en la radio empezaron a hablar sobre el conflicto de medio oriente y entrevistaron a activistas de izquierda.
Alberto: El mundo esta loco, y se va a la mierda.
Susana: Ah si, que opinión tienes al respecto?
En realidad lo dije más que nada para decir algo, justo pensé en voz alta. Exprese mis pensamientos al respecto, a mi me encanta la geopolítica, y las relaciones internacionales, antes de estudiar Administración de Empresas quise estudiar Ciencias Políticas, pero opte por la primera. Así que exprese todo mi conocimiento en mi opinión, mi posición política es de centro, para mi debe haber un equilibrio en todo, aunque no me gusta el socialismo y menos el populismo, eso de hacerse el Papá Noel con la plata del pueblo me repugna. Ella después de analizar mi respuesta me dio su opinión, esta era de extrema derecha, yo rebatí algunas de sus opiniones y otras las ratifique, lo que no espere es que en un par de minutos el vehículo se convirtiera en un foro político, dando cada uno nuestras opciones. La verdad que la cultura que tenia Susana me sorprendió, por que supero con creces lo que yo pensaba.
Susana: Vaya Alberto, veo que sabes de la materia. A cinco minutos hay un desvió, baja y desayunamos en un lugar que conozco.
Por primera vez decía mi nombre, hice caso a lo que me dijo y llegamos a un local bastante grande, sin grandes lujos, un gran café donde podías ver a viajeros y gente del pueblo, pero gente normal. Nosotros entramos compenetrados en nuestra conversación, se había hecho un buen debate en cuanto a política, historias y conflictos. Ella estaba bastante compenetrada con el tema, nos trajeron los cafés y casi ni atención le prestamos a la chica que nos servía. Seguíamos enfrascados en nuestra conversación, la conversación que teníamos es la que aburre a la mayoría de la gente, y no siempre encuentras a alguien para debatir que tenga tan buenos conocimientos como Susana. El resto del viaje lo hicimos igual, conversando sobre temas variados de política y economía.
Al fin llegamos, la casa era preciosa, estaba sobre una avenida costanera muy importante que, cruzando dicha avenida estaba la playa y el mar. Había amplias veredas de ambos lados de la avenida, donde la gente paseaba con sus mascotas, andaba en bicicleta o patines, o salía a correr. La zona era bastante céntrica, estábamos a cinco minutos caminando de pleno centro. La casa en si era preciosa como dije, de estilo Moderno, con hormigón visto y piedras, de dos plantas, con una puerta enorme, y ventanales también grandes con vidrios espejados para no ver para adentro de la propiedad. La casa estaba elevada con respecto a la vereda, y tenia mucho césped perfectamente cortado. Entre al garaje y era amplio fácil podían entrar cinco vehículos como el mío uno atrás del otro.
Susana entro rápido y fue al baño, yo aproveche a recorrer la casa, en el patio del fondo era una isla del Caribe, había una piscina, palmeras, una cascada que caía agua sobre las piedras y terminaba en la piscina, había un sector de sombra, otro para tomar sol, una barra con un bar, y un jardín espectacular, lleno de plantas y verde, perfectamente mantenido. Cuando volvió su actitud era diferente, volvía a ser la mujer fría y distante. Era como si no supiera tratar a un hombre de forma intima, tal vez por eso recurría a la violencia y la dominación por que no conocía otra forma.
Susana: En la planta superior están las habitaciones, una por cada miembro de la familia, creo que podrás ocupar la de Valentina, aunque esta noche estarás conmigo.
Me mostro las habitaciones eran muy amplias y cada una tenia un baño en ellas.
Susana: Yo me voy a bañar para sacarme el sudor del viaje, si quieres tu ve a ver que hay para comer, comemos en una hora y media.- Su tono de voz era totalmente impersonal, era igual que si le estuviera hablando a una maquina, tampoco me miraba, cerro la puerta y yo quede ahí en el pasillo.
Baje a la cocina, revise la heladera y alguien había preparado la casa para recibir a la señora, ya que había víveres, tome un poco de carne y vegetales e hice un arroz. Me quedo bastante bueno. Puse la mesa en la cocina, ya que éramos dos no necesitábamos tanta pompa. Puntual a la hora que me había dicho bajo Susana. Esta era otra mujer, no era la misma del viaje, me fulminaba con la mirada, caminaba segura de si misma, vestía un pequeño vestido suelto y estaba descalza. Se sentó y le serví la comida, no dijo una palabra, espero a que la sirvieran como una señora dominante, todo se desarrollo en silencio, cuando levante la mesa, me puse a lavar los platos, ella me tomo por detrás, tiro de mi pelo con una mano, y con la otra apretó mi pene y hablo al oído con voz ronca.
Susana: Te espero en la habitación putita.- me dijo palmeándome el culo y se fue.
Yo me quede tranquilo era algo que ya me habían advertido las chicas, ella intentaría someterme por la fuerza ahora. Termine de lavar los platos, me sentía que iba a la horca, era este el punto de inflexión, o terminaba de perra siendo penetrado por mi jefa, que era una de las posibilidades, o daba pelea y aseguraba un lugar preponderante, sino compartiría la cucha con el perro.
Entre a la habitación y ella estaba esperándome en el sillón, se paro de inmediato con un cinto en la mano, creo que era el mío. Estaba vestida con un vestidito de red, que se veía todo, en la zona de los pechos tenia los rombos más juntitos, pero igual se podía ver sus pezones marrón claros, sus tetas eran perfectas, el cirujano seguro era pariente de Miguel Ángel, una aureola mediana y unos pitones paraditos como de un centímetro. Una cintura chiquita, abdominales marcados, unas caderas que se ensanchaban, piernas torneadas con unos muslos divinos, el vestido era muy corto, debajo de él se veía una diminuta tanga de encaje que se esforzaba por ocultar sus labios vaginales, su piel bronceada daba un marco espectacular a ese cuerpo. Su figura era la de una bailarina de carnaval de Rio de Janeiro, o de alguna mulata del Caribe, era una Bomba sexy, con una personalidad en ese momento de depredador, golpeaba el cinto en su mano.
Susana: Ahora te voy a dar por hacerme esperar.- un golpe con el cinturón pego en mi pecho.- te voy a bajar de nivel de semental a mi putita.- me hablaba con bronca.
Volvió a intentar golpearme con el cinto, pero sujete su muñeca antes que me golpeara, la empuje levemente sobre la cama, me dirigió una mirada como para matarme. Yo me saque el pantalón, estaba descalzo así que no me costo. Ella se paro y estaba furiosa se dirigiio a mi con la sana intención de molerme a golpes, me lanzo una cachetada, que sonó en mi rosto, no quise detenerla.
Susana: Como te atreves pedazo de mierda, nadie nunca a osado.- mientras despotricaba contra mi lanzaba otra cachetada.
No la deje conectarme, me cubrí y termine junto a ella, nuestras caras quedaron a pocos centímetros, y corto lo que estaba diciendo, si bien era alta un metro setenta, yo era más alto, nuestras miradas se cruzaron por un segundo y la vi dudar, la tome de la nuca y le di un beso, que la sorprendió y no correspondió, termino mordiéndome y haciéndome sangre en los labios. Me separe un poco y ella seguía enojada, la volví a empujar contra la cama. Me saque la remera, camine hacia ella abrí sus piernas y me puse al medio, dos o tres golpes impactaron en mi humanidad, mi sexo choco contra el suyo, yo desnudo y ella todavía con la ropa interior. Tome su cara y la traje hacia la mía y volví a besarla, por un momento me correspondió, hasta que la muy puta volvió a morderme, no fue tan fuerte como la vez anterior pero tenia un poco de sangre. Ella volvió a golpearme, repetidas veces, yo simplemente aguantaba.
Susana: Hijo de puta, te voy a domar, serás mi puta perra.
Al practicar artes marciales aprendes a recibir golpes y aguantarlos, por lo tanto era fácil para mí. Mi sexo seguía en contacto con el suyo restregándose, solo dividido por el pequeño tanga, yo sentía el calor que emanaba su sexo, esto le calentaba aunque me quisiera matar ahora. Dos zarpazos suyos hicieron grandes rasguños en mi pecho, yo con mis manos amasaba sus tetas, y entre la red del vestido pellizcaba sus pezones, baje mi mano acariciando su abdomen, ella intento enderezarse en la cama, puse mi mano en su pecho y se lo impedí, la diferencia de fuerza era abismal, con mi otra mano empecé a acariciar su vulva, estaba caliente y había bastante humedad en la zona, por sus flujos y también por liquido pre seminal.
Susana: Te he traído aquí como mi esclavo, no para que hagas lo que quieras, firmaste un contrato.- La corte.
Alberto: Firme un contrato para preñarte, pero en el proceso pienso darte placer.
Rompí su tanga tirándolo, creo que le hice un poco de daño, metí varios de sus dedos del pie en mi boca, sabia que era un fetiche que tenia, con mi otra mano deje de presionarla y la baje a su vulva, empecé a acariciarla suavemente, haciendo movimientos circulares en ella. Susana cerro los ojos y se tenso todo su cuerpo, baje con mi lengua por su tobillo, gemelos que estaban durísimos de lo trabajado que estaban, su perfecto muslo, y llegue a su vulva, puse sus dos piernas en mis hombros y suavemente pase mi lengua por toda su vagina, ella arqueo la espalda y se tenso más todavía, pero no emitió ningún sonido, sus labios mayores gruesos y gordos que estaban cerrados se abrieron ante mi lengua, ahí descubrí dos finos labios menores, que se escondían, ataque con mi lengua toda esta zona.
Alberto: Esta muy sabrosa jefa.
Y era la verdad, su olor y sabor eran embriagantes, olor y gusto a hembra. Ella seguía sin emitir sonidos solo me dejaba hacer, yo al entrar a la habitación había visto algo en la mesita de noche, algo que me habían advertido las chicas. Había un bote de crema lubricante y tres dildos plásticos, uno pequeño que era un dilatador anal, uno mediano y otro enorme. Ella intentaría forzar mi ano, así que si quería salir con el culo sano debía hacer bien mi jugada. Metí dos dedos en su vagina mientras mi lengua seguía recorriendo lo más que podían de su sexo. Dirigí mi lengua hacia su ano, yo sabia que no había entrado nada más grueso que un dedo ahí, jugué con mi lengua ella tuvo un orgasmos, pero no dijo nada lo note por su aumento de flujo y sus contracciones, iba a seguir con el plan, la seguiría estimulando.
Alberto: Así Señora, goce, déjese llevar.- Mientras le decía esto introduje un dedo en su ano.
Esto hizo que su orgasmo fuera un poco más intenso, mientras empecé a mover un dedo en su ano y otro en su vagina, y me dedique a lamer su clítoris ella encadeno un orgasmo con otro en unos segundos nada más, yo aproveche este segundo orgasmo para agregar otro dedo más a su ano y un tercero también dos segundos después, este orgasmo fue una mescla de dolor y placer increíble para mi jefa. Su cuerpo se quedo laxo por algunos segundos, yo me subí sobre ella y empecé a darle besos en la cara, el cuello, la clavícula, cuando vi que abrió los ojos le di un beso en los labios, ella no me rechazo y colaboro, pero le corte el beso, quería dejarla así. Según las chicas era una mujer muy ardiente, y se recuperaba rápido de los orgasmos, así que iría por más. Yo no podía dejarla reaccionar tenia que actuar antes, fui a la mesa de noche y tome el dilatador anal y la crema lubricante.
Susana: Que vas hacer con eso, creo que no te has dado cuenta con quien estas tratando.
Alberto: Tranquila jefa, hoy solo habrá placer.
Yo rasgue su vestido de red completamente y pose mis manos sobre sus tetas, había dejado en la cama las cosas, ella me recibió con una cachetada yo dirigí mi boca a sus pezones, y empecé a mamar de ellos como si tuviera hambre y de ahí saldría leche, Susana me jalo de mi pelo, yo seguía en lo mío mamando aquel pecho divino, nuestros sexos desnudos se golpeaban y apoyaban con nuestro movimiento, ella desesperada mordió mi hombro clavándome los dientes, eso si me dolió de verdad, tome dos segundos para reponerme, le clave mi pene hasta el fondo de su cálida y húmeda vagina, no pare hasta que mis huevos hicieron contacto, mientras chupaba fuertemente su pezón.
Susana: Haa, eres un puto animal.- menos mal que dejo de morderme para decirme esto.
Ella empezó a lanzar insultos y amenazas, que me iba a romper el culo fue la menor de ellas, me dijo que me castraría y me convertiría en un perro lame vaginas. La verdad es que me costo penetrarla, estaba más apretado de lo que yo pensaba, algo le debió de doler, aunque creo más que lo que le afecto fue su orgullo, yo daba penetraciones profundas he iba incrementando el ritmo de a poco. Eso si pase de comerle las tetas a su cuello besándoselo y chupándole la oreja, ella apoyo su cabeza en mi hombro ya le costaba más insultar y sus insultos se mesclaban con pequeños gemidos, a la señora le estaba gustando todo esto, es más mi pene estaba muy lubricado y entraba sin problemas hasta el fondo. Con mi mano libre tome el pote de lubricante y saque su tapa que era a presión, embadurne bastante mis dedos y por la dificultad también cayo parte en la cama tome el dilatador anal y lo embadurne bien mientras seguía penetrando y estimulándola. Lleve el juguete hasta su ano y empecé a masajearlo con él.
Susana: Ni se te ocurra puto haa.- no la deje terminar y la penetre con el juguete.
Comencé a darle caña, haciendo mis penetraciones más profundas, mientras mi boca chupaba su cuello, ella abrió más las piernas como buscando la mayor penetración posible, en pocos segundos acabo fuertemente tensándose toda, y tirando la cabeza para atrás, aunque no quiso dejo escapar varios gemidos. Ella quedo como desvanecida, con su cuerpo totalmente relajado, yo retire mi pene de dentro de ella, todavía estaba durísimo, no había acabado. Tome de la mesita el dildo mediano y coloque a mi jefa al ras de la cama, ella estaba en posición fetal, puse bastante lubricante en el juguete y en mi pene, era bastante más chico que mi pene, me dirigí hacia ella y empecé a jugar en su vagina con el juguete mientras movía despacio el plug anal, saque este de su ano y puse mi pene en su lugar.
Susana: No por ahí no.
Medio pene entro en su ano de una estocada, ella se tenso toda, y apretó sus dientes hasta hacerlos rechinar, su ano estaba apretado de verdad, tanto que me hacia un poco de daño, me quede quieto un momento, mientras encendí la función de vibrador del juguete que estimulaba su vagina, empecé a recorrer esta con su juguete estimulándola hasta llegar al clítoris, abriendo sus labios y volviendo a su botoncito de placer, mientras me movía muy lentamente en su ano, ella de a poco empezó a reaccionar, yo me movía un poquito más con cada embestida, después de un rato ya había relajado su ano, tome su pierna de arriba y la puse sobre mi hombro, su vagina y ano quedaron más expuestas a mi, yo con el juguete la penetre y volví a sacarlo y ponerlo en su clítoris y repetí la maniobra.
Susana: Puto perro que me has hecho, cuando termines te voy a colgar de los huevos.- decía entre jadeos.
Yo sin darme cuenta ya había ingresado casi todo mi pene en su ano, ella termino dando la estocada final al presionar su cadera sobre mi, una vez toda adentro empecé a moverme más rápido y fuerte, ella gemía y despotricaba contra mi, decía que me castigaría por ser un mal esclavo y otras tonterías. Yo le estaba rompiendo el culo a mi jefa, la tirana, y en verdad lo estaba disfrutando mucho, esto era una sensación inigualable, estaba por acabar cuando mi jefa empezó a gritar como loca y convulsionarse, todo en ella se tenso hasta su ano, empezó a despedir chorros por su vagina empapando todo, su ano me ordeño y yo acabe abundantemente dentro de ella, caí rendido a un costado, un par de minutos después ella se repuso.
Susana: Fuera de aquí, déjame sola. – Tomo un jarrón y me lo aventó.
Yo salí inmediatamente de ahí, la dejaría sola, le daría tiempo a pensar en todo, esta jugada me podría salir bien o mal, todo dependía ahora de ella. Como estaba desnudo, y mi ropa estaba adentro de la habitación vague desnudo por la casa, me fui al baño del cuarto de Valentina, ahí pude ver como estaba mi cuerpo, golpes, mordeduras y rasgúñanos por todos lados, solo me di cuenta que si esto me salía mal podía terminar preso por violación, aunque me había apegado bien al plan que habíamos hecho con las chicas. Como no tenia nada que hacer me fui a la cocina y me prepare un café, ya estaba anocheciendo, habíamos estado casi una hora teniendo sexo, y yo llevaba tres en la cocina, asi que con todo lo que tenía a mano prepare algo para cenar.
Ella tardo un rato más en bajar, cuando entro en la cocina venia solo cubierta por mi remera, yo me había sentado en la punta, sabia de sobra que era su lugar, ella se quedo parada al lado mío mirándome, estaba seria pero no había odio en su mirada, se fue ha ir a la otra punta de la mesa y yo la tome del brazo y jale de él bruscamente hasta que ella quedo sentada sobre mi muslo, su vagina estaba en contacto directo con mi pierna, ella me miro fue a decir algo.
Alberto: Mira lo que he preparado para ti.- puse en su boca una tostada con jamón crudo.
Ella no dijo nada y comió en silencio, yo acariciaba su pierna, le pase una copa de vino que recibió, estaba rara, estaba como sorprendida, creo que por primera vez no sabia como actuar, y para ella una mujer que dominaba todo eso era mucho que procesar.
1 comentarios - Termine de criado de mi jefa 8, encule a mi jefa